Perú
Una Mirada desde el Trabajo Social.
Yuselino Maquera Maquera[1]
“Educar es igualdad y el respeto es educar contra la violencia”
Benjamín Franklin (1790)
Resumen
La violencia está basada en la desigualdad y el abuso del poder que es un comportamiento culturalmente aprendido que implica una direccionalidad y una intencionalidad de controlar, imponer, manipular o dañar a otros, en esta perspectiva la violencia escolar debe ser entendida desde el contexto social. Esta investigación trata sobre las percepciones de la violencia escolar en las instituciones educativas de la Región de Puno. El objetivo es describir y explicar las percepciones de los principales actores educativos sobre la violencia escolar (en adelante VE). Se asume tres ejes de análisis: Acciones estratégicas del Estado, las percepciones y la gestión de la convivencia escolar. El estudio es de carácter documental y cualitativo. El referente empírico se sustenta en el análisis de la información de los programas educativos que erradican la VE, con data desde el 2013 – 2019. Las técnicas utilizadas son la entrevista a profundidad, observación participante, performance e historias de vida. La pesquisa muestra el verdadero rostro de la VE, el acompañamiento socio emocional y mejora del bienestar social del estudiante. Los resultados están relacionados con la política educativa que implementó el Estado peruano la que se inicia el 2013 con el SISEVE; el 2015 con el modelo JEC-ATI; y el 2018 con la estrategia de convivencia escolar. Estas acciones han generado cambios importantes en la atención, prevención y cierre de los casos. Asimismo, en el trabajo se explica la existencia de la percepción diferenciada respecto al abordaje de la VE y finalmente se sistematiza las estrategias de intervención en materia de convivencia escolar.
Introducción
La violencia escolar ha sufrido numerosos cambios en su grado de visibilidad social a través de la historia y las culturas, siendo evidente al día de hoy en nuestros centros educativos (Álvarez, 2015). Por otra parte, es un fenómeno estructural, que se presenta a nivel familiar y en la escuela. El creciente número de casos acumulados de VE llegó a 31,215, para el año 2019 a nivel nacional reportados en el portal SISEVE (MINEDU, 2018b). Asimismo, en la región de Puno se llegó a reportar 795 casos que ha puesto en alerta al Ministerio de Educación que crea las instituciones educativas con Jornada Escolar Completa JEC, con la intervención de los profesionales de Trabajo Social y Psicología desde el 2015. El programa de tutoría ATI se inicia con un conjunto de sesiones de aprendizaje por un lapso de 02 horas semanales. En 2018 se implementa la estrategia de convivencia escolar a nivel nacional y en la Región de Puno se ejecuta en 141 instituciones de educación secundaria y 35 instituciones focalizadas.
En la estructura curricular existe la hora de tutoría que se desarrolla mediante sesiones de aprendizaje: Desarrollo personal, comunitario y académico. El Trabajo Social tiene como meta aplicar acciones que prevengan, modifiquen o palien las situaciones de dificultad o conflicto, siendo la escuela un espacio donde los conflictos surgen de manera cotidiana (Ortuño & Muñoz, 2018). Este trabajo tiene como objetivos principales describir y explicar las percepciones de los principales actores educativos que están relacionados con la VE. Diagnosticar a nivel nacional y regional los hechos de VE, describir el proceso de implementación de las estrategias del Estado en los sistemas de registro, atención, derivación y cierre de los casos de VE. Finalmente sistematizar las estrategias de intervención y/o propuestas metodológicas de intervención del Trabajo Social en materia de VE.
Material y Método
La investigación es de carácter documental y cualitativo. El proceso de recolección de la información data desde el 2013 al 2019 sobre casos reportados a la plataforma SISEVE. La población teórica estuvo conformada por estudiantes agredidos, víctimas y agresores. El tipo de muestreo es no probabilístico, en las modalidades combinadas por conveniencia y saturación. Las técnicas e instrumentos que se aplicaron para la recolección de información son la entrevista, la observación participante, performance e historias de vida. Las fuentes secundarias o documentales son los informes de reporte del SISEVE, libro de registro de incidencias, informes finales de tutoría, página web; análisis de otras fuentes (revistas, boletines, reportajes periodísticos, spots radiales y televisivos). Las fuentes primarias son la entrevista a profundidad a los directivos y especialistas, y otros actores educativos comprometidos con la temática. El procesamiento de la información se efectuó con el software Atlas ti; la interpretación se realiza en base a la construcción de redes hermenéuticos.
Política educativa en materia de violencia escolar
La perspectiva teórica de la investigación gira en torno al problema de VE, por tanto, su abordaje supone el manejo de las siguientes categorías conceptuales: Política educativa (VE, CE, TOE, ATI y SISEVE), la percepción de los actores; y la propuesta de intervención en gestión de la CE con la formulación de proyectos y/o actividades que contribuyen a disminuir y reducir el problema de VE.
Figura 1. Representación de los actores educativos que se muestran en relación a la violencia escolar
Violencia Escolar
Es el uso intencional de la fuerza y el poder, sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona, un grupo o la comunidad educativa, que cause o pueda causar lesiones, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones. Estos incidentes pueden ocurrir al interior de las instituciones o en sus inmediaciones, entre la escuela y el hogar, así como a través de Internet y otros medios de comunicación virtual. Entre los tipos de violencia escolar se encuentran la violencia física, verbal, psicológica, sexual, entre otras (MINEDU, 2018a).
El lugar donde se genera la violencia “es la institución”, ésta influye considerablemente en el medio escolar. Los alumnos obtienen mejores resultados educativos en un ambiente escolar positivo en el que se sienten aceptados por sus profesores y compañeros (Díaz, 2017).
La complejidad del fenómeno de la VE requiere programas orientados a mejorar de manera integral el ambiente de convivencia. En este estudio se presenta un diagnóstico exploratorio de la convivencia (Reyes, & Fernández 2018). Por otro lado, la existencia de un desequilibrio de poder entre víctima y agresor que ha de ser entendido como el uso deshonesto, prepotente y oportunista de poder sobre el contrario sin estar legitimado para hacerlo. La frecuencia y duración de la situación de maltrato, estimando una frecuencia mínima de una vez por semana y una duración mínima de seis meses. El aumento de violencia se encuentra en las respuestas dadas con mayor porcentaje por los docentes, seguidos por las secretarias, el personal de apoyo psicopedagógico (Valadez, 2008).
El propósito es normar el comportamiento y controlar el cuerpo de los estudiantes, haciendo uso de reglas, amenazas, castigos y refuerzos (López et al. 2019) o la gestión de la convivencia escolar (Ascorra & López 2018). Por su parte, la violencia de docentes y estudiantes no reconocen la construcción desigual de género, sin embargo, durante el trabajo de campo se manifestó el arraigo de ambos a los estereotipos tradicionales (Pecheco, 2016).
Enfoques transversales y protocolos del ministerio de educación
El Ministerio de Educación asume los siguientes enfoques transversales a) Derechos humanos, b) Igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, c) Calidad educativa, d) Interculturalidad, e) Inclusión, f) Ciclo de vida (DS-04, 2018). El enfoque dentro del tratamiento curricular integrado por áreas temáticas como formación cívica ciudadana, persona familia e historia y relaciones humanas (J. Medina & Reverte 2019), (Perales, 2019), que están relacionados con los protocolos establecidos por el ministerio establecidos por los siguientes procesos: acción, derivación, seguimiento y cierre (Gutiérrez, 2019). En este proceso de atención no se puede confrontar al agresor con el estudiante agredido, ocultar a los padres de familia el incidente de VE que involucre a su hijo, re-victimizar a los estudiantes presentando públicamente el caso, omitir el incidente VE, demorar el proceso de derivación, exponer a los estudiantes agresores con sanciones (expulsión), suscribir actas de conciliación y obligar a los padres a no denunciar el caso. Por tanto, se debe; no juzgar, ni prejuzgar al estudiante agredido. Esto implica la verificación objetiva de la información, comunicar a los padres o apoderados, confidencialidad de información y el secreto profesional, comunicar inmediatamente a las autoridades, orientación socio emocional al agresor y agredido, sentar denuncia en el caso de violencia física y sexual cometido por el personal de la institución.
Existen efectos derivados de esta VE que se plasman en la dificultad de desarrollar unas óptimas relaciones sociales, afectivas, emocionales (Medina & Reverte 2019) y también en los procesos educativos.
Tipos de violencia escolar
Existe tipo de violencia caracterizada por conductas intencionales de hostigamiento, falta de respeto y maltrato verbal, físico o psicológico que recibe un estudiante en forma reiterativa por parte de uno o varios estudiantes, con el objeto de intimidarlo, excluirlo o discriminarlo, atentando así contra su dignidad y su derecho a gozar de un entorno escolar libre de violencia (INEI, 2019).
Violencia Física. Se define a toda acción donde se hace el uso de la fuerza (puede ser con o sin daño físico) con la finalidad de causar algún grado de lesión, dolor o incomodidad general; dicha acción es siempre intencional y premeditada dentro de la institución (SISEVE, 2018). Ejemplo; puntapiés, puñetes, coscorrones, jalones de pelo, mordeduras, reglazos, correazos, etc. También es considerado como violencia física los tocamientos, acercamientos innecesarios (OIT, 2005).
Violencia psicológica. Es toda acción que afecta el adecuado desarrollo emocional de un individuo, mediante la omisión o realización de conductas repetitivas (SISEVE, 2018). Por ejemplo; ridiculizar, insultar, menospreciar, denigrar, amenazar, asustar, entre otros similares.
Violencia sexual. Son acciones de naturaleza sexual que se cometen contra una persona sin su consentimiento o bajo coacción, incluyen actos que no involucran penetración o contacto físico alguno. Asimismo, se consideran la exposición a material pornográfico y que vulneran el derecho de las personas a decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva, a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación (SISEVE, 2018). El acoso sexual callejero es un tipo de violencia física, psicológica y sexual que comprende todas las prácticas habituadas o aceptadas como naturales por la población (Medina & Castro 2016).
Acoso cibernético. Es un tipo de acoso a través de medios digitales, como celulares, tablets. Se trata de una agresión intencional, psicológica y emocional contra una persona, por parte de un grupo o un individuo, a través del uso repetido de las tecnologías de la información y comunicación o formas electrónicas y digitales. Cuando se presenta entre niños y adolescentes se denomina acoso escolar cibernético (cyberbullying) (Gonzáles & Treviño, 2019), (Medina & Reverte, 2019), (Buo, 2012).
Acciones estratégicas del Estado
El Estado ha mostrado diferentes comportamientos para encarar la problemática de la violencia escolar como se muestra en la línea de tiempo Fig.1. Primero el TOE, SISEVE, JEC – ATI y la estrategia de convivencia escolar, el cual describiremos a continuación.
Tutoría y Orientación Educativa (TOE)
Son un conjunto de actividades psico pedagógicas que tiene como objetivo garantizar el bienestar del estudiante.(Bermejo & Maquera, 2019). La hora de tutoría no es nueva en el sistema educativo, se sigue implementando en las instituciones con Jornada Escolar Regular (JER). Desarrolla tres funciones fundamentales: Formativa, preventiva y reguladora. Por consiguiente, permite promover a los estudiantes el reconocimiento del buen comportamiento y la formación de una ciudadanía ejemplar.
Figura 2. Línea de tiempo de acciones estratégicas del Estado.
Sistema Especializado en reporte de casos de Violencia Escolar (SISEVE)
Es una estrategia que implementa el ministerio de educación con el objetivo de buscar “la paz escolar”. Es la plataforma virtual de atención de casos de VE donde cualquier persona reporta de manera virtual los casos de violencia y/o Bullying, así como; cualquier tipo de incidente o agresión física, verbal, psicológica que se presenta en la escuela, guardando la confidencialidad del caso social (SISEVE, 2018). Es el escenario donde el comité de gestión de convivencia y tutoría escolar tienen la obligación moral y ética de denunciar el hecho en la plataforma del SISEVE (Cerda, et al. 2018).
Atención de Tutoría Integral (ATI)
El 2015, el gobierno empieza a implementar las instituciones JEC con el componente ATI y con la presencia de trabajadores sociales. La atención integral tiene dos modalidades, la tutoría grupal y tutoría individual como parte de las funciones que encarga al trabajador social para el soporte socio emocional del estudiante (JEC, 2019). a) Tutoría Grupal: Atiende las demandas, necesidades y expectativas de los estudiantes a partir del encuentro grupal con su tutor/a y cuyo objetivo es fortalecer las competencias socio afectivas del grupo, b) Tutoría Individual: Brinda el acompañamiento socio afectivo y académico personalizado a los estudiantes a través del estudio de casos, y c) Reforzamiento Pedagógico: Identifica y apoya a los estudiantes con dificultades de aprendizaje y riesgo académico a fin de prevenir el bajo rendimiento y la deserción escolar.
Resultados y discusión
Política educativa nacional y regional
La perspectiva del estudio tiene como punto de partidas el concepto de trabajo social y el proceso de intervención en el tema de VE. En segundo momento la concepción de ATI y finalmente la descripción de las estrategias de intervención en materia de la CE, asumidas desde la política del Estado. La convivencia escolar se ha posicionado como una prioridad de la política educativa ( Perales, 2019). Así podemos evidenciar testimonios y hechos que dan cuenta de la magnitud del problema de VE. En Puno el representante de la Defensoría del Pueblo en 2018 reveló:
“[…] Intervenimos ante la denuncia de maltrato físico y psicológico ocasionado por un docente contra un estudiante de la institución educativa María Auxiliadora. Acompañamos a la madre de familia al CEM Puno a fin de que se brinde asistencia psicológica, legal y social. Además, iniciamos coordinaciones con funcionarios de la (UGEL) Puno para realizar una visita a la mencionada escuela para verificar las medidas adoptadas en este caso…” (Jacinto Ticona).
Asimismo, el 50% tiene que ver con agresiones físicas, 30% con la psicológica y 10% casos de violencia sexual y el 3% de otros tipos de violencia (Vargas, 2017). De otro lado la característica de la violencia tiene que ver con procesos de discriminación y que se dan en el siguiente orden; sus propios compañeros, siendo los más afectados; los migrantes, estudiantes indígenas, niños trabajadores, adolescentes embarazadas, estudiantes con desviación sexual, y menores con discapacidad.
Se ha evidenciado que a partir del 2013 surge una preocupación en el seno de la escuela y la comunidad educativa el crecimiento de la violencia escolar como se muestra en la Figura 3.
Figura 3. Registro de casos de violencia reportados a la plataforma SISEVE.
En la figura 3 observamos la tendencia del crecimiento de los casos de violencia escolar a nivel nacional son hechos evidentes, sobre este criterio y línea de base actuó en MINEDU y todos los organismos descentralizados. Hasta aquí es un tema eminentemente cuántico, con una tendencia positiva de R Pearson de 0.65 con ciertas variaciones a nivel nacional. A partir de la investigación cualitativa pretendemos saber la percepción de los actores de la violencia.
Figura 4. Registro de casos de violencia reportados a la Plataforma SISEVE.
En la Fig. 4 evidenciamos el crecimiento de los casos de violencia en la Región de Puno. Hasta la fecha tiene un acumulado de 795 debidamente registrados y con una tendencia de crecimiento del R Pearson 0.95 casi una correlación perfecta. Y con un promedio aritmético de 113 casos por año. Es una preocupación constante a ello se suma la violencia oculta, que no se muestra y se calla (Álvarez, 2015).
Tabla 1. Momentos de intervención de los casos de violencia, reportados a SISEVE.
En la tabla 1, frente a los casos de violencia escolar a nivel nacional de 31,215 y regional de 795 casos acumulados al 2019 en la Fig.4, muestra una tendencia es creciente y positiva. Para el caso de la Región de Puno el ministerio a través de los trabajadores sociales y el comité de tutoría ha actuado frente a los casos de violencia logrando cerrar al 91% del total presentados como parte del protocolo de intervención en casos de violencia escolar.
Tabla 2.Tipos de violencia escolar, reportados al SISEVE a nivel nacional y regional.
En la tabla 2, se muestra el nivel de agresividad físico entre compañeros al interior de las instituciones educativas a nivel nacional con el 52.5% y a nivel regional con el 44.28%. En este contexto se utilizó la conversación, el diálogo, la mediación del conflicto hasta la aplicación del reglamento, la expulsión o pedir el cambio del estudiante a otra institución educativa. De otro lado, existen instituciones en defensa de los derechos humanos, como la DEMUNA, CEM que “indican al agresor no se le debe expulsar” creando conflicto de interés en el ambiente educativo. Y el profesor, no debe tocarlo, regañarlo, sin el consentimiento del padre de familia. Muchos estudiantes dan rienda suelta al mal llamado “libertinaje” y el resquebrajamiento de todos los valores y el principio de autoridad en la institución educativa. Para frenar este escenario nos encontramos con una barrera, con padres muy permisivos; “…A mi hijo nadie lo toca, cuando era un agresor…”. Donde el hijo mimado, el hijo abandonado y los hijos que provenían de familias disfuncionales eran los que más problemas generaban en el tema de violencia, acoso y agresión, con ciertas conductas de desadaptación social que diariamente acudían a la oficina de tutoría.
Figura 5. Red semántica, perspectiva teórica de la investigación en relación a la violencia escolar.
Percepciones de los actores educativos
En el tratamiento del discurso podemos evidenciar las percepciones diferenciadas en torno al abordaje análisis y reflexión (Camargo, 1997). El tratamiento y mediación de los hechos de violencia escolar en la Región de Puno. En la Fig. 5 mostramos la red semántica que compromete a la alta prevalencia de la VE. De otro lado el Ministerio de Educación a través de sus unidades operadores docentes de tutoría atienden, asesoran a través del soporte emocional con un conjunto de sesiones de tutoría tratan de menguar o disminuir casos de VE, la misma se han cerrado al 76% de casos referencia en la Tabla 1.
Muchos casos han sido tipificados como delito penal y han sido derivados a los operadores de justicia; fiscalía, poder judicial, ronda campesina. Otros casos pasaron por derivación y atención especializada del CEM, DEMUNA, Defensoría del pueblo, hasta ronda campesina en el caso de las provincias de Sandia y Carabaya.
Por su parte, la percepción que tienen los padres de familia respecto de la atención que reciben al establecer una queja de comportamiento agresivo exhibido en el contexto escolar (Neut, 2017), se establece que hay paradigmas y varios sistemas de interpretación, en la percepción que tienen los padres de familia respecto de la atención que reciben al establecer una queja de comportamiento agresivo exhibido en el contexto escolar, se concluye que hay dos grupos de padres; padres satisfechos (57%) y padres insatisfechos (43%) (González & Baca 2018).
A continuación, evidenciamos la percepción propia de cada uno de los actores que asumen el abordaje de la violencia escolar. Sobre el caso el testimonio de Patricia Giraldo (Setiembre del 2015) Especialista del MINEDU, Indica:
“[…] que los tipos de violencia más frecuentes son la física, seguida por las agresiones verbales, las de tipo psicológica, la sexual y el cyber-bullyng que va en aumento”. “El SISEVE muestra una especie de alerta que permite conocer las incidencias de agresiones al interior de la escuela”.
Asimismo, se tiene el testimonio de la Psicóloga Giuliana Claudia Pérez Valle, Coordinadora Regional del Programa Convivencia Escolar Puno:
“[…] Son objetivos de la convivencia escolar mejorar las relaciones sociales en cada uno de los integrantes de la escuela, con espacios democráticos, lugares seguros y protectores, el trabajo está basado en el Decreto Supremo 04-2018 MINEDU que propone la promoción de la convivencia escolar, prevención, atención oportuna y acompañamiento pedagógico. Como primer logro se tuvo la organización del plan de convivencia regional, el segundo logro “sácale la tarjeta roja a la violencia”, tercer logro “fortalecimiento de capacidades a los docentes tutores”
Testimonio del Coordinador de Tutoría Luis Cuba, en caso de “Trata de personas” manifiesta:
“[…] La tía pone en conocimiento a la institución, reporta y se asienta en el “cuaderno de incidencias”, el procedimiento se reportó inmediatamente a la plataforma del SISEVE en compañía del director y el comité de tutoría. La estudiante no tenía un buen rendimiento académico puesto que faltaba mucho a clases, la misma ha sido reportada por el Sr. Auxiliar de Educación. La madre se enteró después, porque no tenía una buena comunicación y no vivía al lado de su hija. Su padrastro se dedicaba al trabajo de la minería. El caso se puso a disposición de la Policía Nacional, brindándole sus datos personales, para reportar la perdida y dar pautas de su paradero, gracias a que la estudiante tenía un celular, permitió ubicar la señorita mediante la búsqueda de Google Maps y Facebook en Arequipa-La joya, en la que era obligada a laborar en un nyth club”.
El testimonio de la psicóloga Érica Cari Indica:
“[…] Tengo experiencia sobre violencia entre estudiantes, los hechos se registra en el cuaderno de incidencias, comentaré un caso que se subió a la plataforma del SISEVE que fue reportada como violencia física sin lesiones, donde el estudiante Ángel de cuarto grado de secundaria le dio un empujón a su compañero Elvis de segundo grado de secundaria, se derivó al área de ATI, la entrevista se realizó a ambas partes, uno de los estudiantes refirió que le dio un empujón porque su compañero le insultó, y fue el motivo de su reacción, el procedimiento se sigue en cuatro fases: Acción, derivación, seguimiento y cierre. Ambas firmaron un compromiso junto a sus padres”.
El testimonio de profesional de la Trabajadora Social Peregrina Valenzuela sostiene sobre acoso sexual:
“[…] La intervención se realizó en la Institución Educativa “José Macedo Mendoza”, se hizo un trabajo en equipo, el auxiliar quien conjuntamente, con el fiscal escolar se logró trabajar,….y se registró en el cuaderno de incidencias, e inmediatamente se comunicó al señor director y él convocó al comité de tutoría, denominando el caso como “hostigamiento sexual”, la estudiante testifica que era víctima de constantes insinuaciones de parte del profesor de inglés, quien le citó en el coliseo a las 4 pm aduciendo que darían el examen oral, e iba a aprobar el curso; y era fin de semestre. El testimonio del profesor en presencia de los miembros de la institución se negó de tal acusación. Como trabajadora social recurrí al Centro de Emergencia Mujer donde el caso pasó a la fiscalía nación. El señor director le sugirió que renuncie al cargo de profesor. La estudiante por vergüenza abandono sus estudios en el colegio…”
El testimonio de un estudiante víctima de violencia sexual de 15 años (anónimo) de institución secundaria pública.
“[…] A mis 15 años tuvimos “paseo por el día del estudiante” en el colegio Mariano Melgar, […] el personal de limpieza me llamó para preguntar si vivía con mis padres, trato de preguntarme algunas cosas, y le conté que atravesaba por problemas familiares. Mi madre padecía de cáncer y mi padre nos abandonó cuando tenía 08 año, después del paseo, me llamó a su cuarto para conversar, fui porque le tenía confianza, abrió la puerta “él me agarró, me golpeó, me ató… se puso sobre mí y abusó de mí”. Salí corriendo en cuanto pude. Mis amigas trataron de ayudarme, se quedaron a dormir en mi habitación. Denuncié el hecho en el colegio y lo expulsaron. Pero el Bullying de mis compañeros me ahogó, en medio del dolor. “Intenté suicidarme”. El deporte es mi refugio en los momentos difíciles, tengo trauma, insomnio y pesadilla. “Quiero que esta pesadilla, nunca le pase a una mujer”. Aunque a veces sueño con lo sucedido, prefiero no recordar más…”
Intervención en la gestión de la convivencia escolar
Para la gestión de la convivencia escolar es fundamental considerar las siguientes estrategias de intervención. Fruto de la experiencia, se sistematiza las 50 estrategias de intervención en la problemática de VE (García &Ascensio, 2015).
Investigación social. Se construye la línea de base para la atención tutorial, el diagnóstico socio económico de los estudiantes y construcción de su carpeta psicopedagógica.
Asistencia social / caso social. Implica acceso a la plataforma SISEVE y ver el reporte de casos de VE, actividades de apoyo socio emocional, atención y prevención de embarazo adolescente, detección a estudiantes con riesgo académico y nivelación académica, estudio de casos sociales, manejo del cuaderno de incidencias, registro y actualización de los estudiantes al SIS, soporte al proceso pedagógico y retención de estudiantes, terapia familiar con problemas de violencia, visita domiciliaria focalizada a estudiantes con riesgo y VE.
Educación social y capacitación. Apoyo en la elaboración de instrumentos de gestión de la CE en el PEI, asesoramiento a los brigadieres escolares, los fiscales escolares, a los comités de aula para la construcción de normas de convivencia, al Comité de Tutoría, y apoyo a la directiva de la APAFA, bailoterapia y psicomotricidad musical, charlas sobre sexualidad y género, curso de orientación vocacional con las universidades de la Región Puno (Alanoca, et al. 2020). Cursos de formación de autoestima, desarrollo de competencias socio emocionales y habilidades blandas, la hora de la dinámica de grupos, talleres de; encuentros intergeneracionales entre padre e hijos, de tutoría grupal y diseño de estrategias grupales, sobre buen clima escolar, de programación y sesiones de tutoría, el trabajo en equipo, desarrollo personal con docentes, administrativos y estudiantes y de escuela de padres.
Promoción social. Comprende la sensibilización sobre paternidad responsable en la educación de sus hijos, establecer acuerdos de CE con los miembros de la comunidad educativa, padres de familia, directivos y en el aula, labores de prevención y salud reproductiva, manejo y mediación de conflictos escolares, educar en valores: Campaña agresiva de promoción y difusión de valores, orientación personal y profesional a los docentes tutores, taller de inducción a docentes tutores, cursos de capacitación en tutoría y consejería escolar, prevención y detección de conductas de alto riesgo, organizar y orientar a los comités de aula. Orientación a familias – disciplina escolar, paternidad responsable, proyecto de vida, cómo educar hijos exitosos, ejercicio del principio de autoridad, promover reuniones periódicas entre tutores y padres de familia, propiciar la mejora de los aprendizajes en estudiantes en situación de riesgo académico. Fomento de la hora de tutoría sistémica entre la familia, institución y familia, campaña en generar escuelas acogedoras, seguras y libres de VE, campaña de sensibilización “alto al ciberacoso”, campaña alto a la discriminación y fomento de la escuela inclusiva y campaña de sensibilización “sácale tarjeta roja” a la VE.
Gestión y gerencia social. Coordinación y promoción de alianza estratégicas con la fiscalía de la nación y DEMUNA, Centro de Emergencia Mujer CEM y ONG comprometidas con la educación, acompañamiento y monitoreo a los comités de tutoría sobre gestión y mediación de conflictos.
Conclusiones
La política educativa del Estado peruano en materia de VE encaró el problema de violencia escolar a través de la implementación de programas educativos y medidas de orden legal, promoviendo el slogan “Escolares conviven y viven felices”. El director de la institución educativa es el responsable de garantizar la prevención y atención oportuna, efectiva y reparadora en las incidencias al interior de las instituciones educativas. Por la complejidad del problema se realiza la intervención especializada y multidisciplinaria a través de alianzas estratégicas.
Las percepciones que tienen los actores educativos según el grado de responsabilidad con la gestión de la VE consiste en disminuir los hechos de violencia escolar y restablecer una “cultura de paz o el buen vivir”. Los testimonios han sincerado “el verdadero rostro de la VE”. Los casos reportados en la plataforma SISEVE son “casos más evidentes”, pero existen, otros casos no reportados donde las víctimas sólo callan por no confiar en el SISEVE, en los operadores de justicia, por temor, por la impotencia, la vergüenza, la indignación y resentimiento.
El modelo de intervención en la gestión de Convivencia Escolar es activa con los profesionales de las ciencias sociales en materia de VE y permite un abordaje integral de la VE con la formulación, diseño de proyectos y/o actividades sociales orientados a la erradicación de violencia, haciendo uso de las funciones de investigación, capacitación, gestión, gerencia y promoción social basado en enfoque de derechos humanos, el respeto, la tolerancia, la interculturalidad, desarrollo personal e interpersonal para evitar escenas violentas o discriminatorias, privilegiando el enfoque transversal con intervención especializada y multidisciplinaria de profesionales de la psicología, antropología, educación, derecho y trabajo social.
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[1] Docente de pregrado de la Universidad Nacional del Altiplano-Puno, Perú. Email. ymmaquera@unap,edu.pe
YUSELINO MAQUERA MAQUERA Trabajador Social y Sociólogo, Magister en Docencia y Gestión Educativa. Doctor en Educación por la Universidad César Vallejo. Con Estudios de Maestría en Gerencia de Proyectos, en la Universidad Nacional del Altiplano Puno. Docente auxiliar a tiempo completo de la Facultad de Trabajo Social. Presidente de la ONG. “Corporación para el Desarrollo Humano”. Autor de diversas publicaciones y miembro integrante del Comité Editorial de la “Asociación Centro de Investigación y Escuela de Pensamiento Crítico Aymara” y Mentor de diversos proyectos sociales.