Autora: Liz Doneth Pastor Morillo, peruana, trabajadora social, Magister en Ciencias Sociales con mención en Administración y gestión del desarrollo humano, docente de la Universidad Nacional de Trujillo, Perú, lizdoneth28@gmail.com.
Resumen:
El presente artículo expone un modelo de intervención profesional para el trabajador social en el sector empresarial que articula fases metodológicas de la profesión con sus funciones estratégicas en este ámbito. La propuesta parte del reconocimiento de que, en la práctica, las tareas asignadas suelen priorizar aspectos asistenciales y operativos, relegando el uso completo de la metodología de intervención del trabajo social. El modelo planteado incorpora seis fases: investigación social, diagnóstico social, programación, ejecución, evaluación y sistematización, vinculadas a las funciones de gestión, administración, asistencia, promoción e investigación. Su aplicación busca optimizar la calidad de vida laboral, fortalecer el clima organizacional y contribuir a la sostenibilidad social y humana de la empresa. Asimismo, se plantea que su implementación requiere la sensibilización del empleador y un compromiso ético, crítico y propositivo del profesional, con el fin de consolidar el posicionamiento estratégico del trabajo social en el entorno corporativo.
Palabras claves: Funciones del trabajador social, metodología de intervención, sistematización de experiencias, sector empresa.
1.- Introducción
El trabajo social, como disciplina comprometida con la transformación social y la promoción del bienestar de las personas ha ampliado su campo de intervención para incluir diversos contextos, como el sector empresarial. En este ámbito, el profesional de trabajo social desempeña un papel estratégico al abordar problemáticas sociales y laborales que impactan tanto en los trabajadores, como en sus familias, así como en la misma producción de las empresas, debido a que el trabajador social en el sector empresa tiene la capacidad de identificar, analizar y responder a las necesidades de los trabajadores, como también a las demandas de la institución, promoviendo prácticas inclusivas y sostenibles.
Desde una perspectiva teórica, la intervención del trabajador social en el sector empresa se sustenta en aspectos éticos y metodológicos que le brindan al profesional los insumos necesarios para un accionar con sustento en derechos sociales y laborales, así como en la promoción de la justicia social y la búsqueda constante del equilibrio entre la vida laboral y familiar de los trabajadores. No obstante, en la actualidad la intervención del trabajador social en el sector empresa no está exento de desafíos relacionados a los recursos que tengan para su óptima intervención, así como la asignación de distintas funciones, algunas de ellas ajenas a sus competencias profesionales.
Desde un enfoque sistémico y reconociendo a los trabajadores como objeto de intervención, los profesionales de Trabajo Social en empresa comprenden que el ser humano no es un ente aislado, dado que desde su naturaleza necesita estar en constante interacción con otros individuos para alcanzar su desarrollo. Ello, refiere que el trabajador se relaciona con otros sistemas como las personas en su entorno familiar, personas de su comunidad, personas de su entono amical, entre otros; con los cuales comparte una influencia recíproca.
De esta manera, de acuerdo con Herrera (2004; como se citó en Urra, 2013), el objetivo de la intervención del Trabajo Social en el sector empresarial es “generar procesos de desarrollo que impacten en una mayor productividad, por medio del conocimiento de los factores socioculturales de la organización y de sus trabajadores, así como la puesta en práctica de programas de atención social”. Así, Herrera señala que los profesionales de Trabajo Social en el sector empresarial tienen la misión de velar por el bienestar de los trabajadores, como sujetos de derechos, así como por la mayor productividad para el empleador; así lo afirma Valverde (1990; como se citó en Urra, 2013) “Trabajo Social contribuye a los objetivos económicos de la empresa, pero también a los objetivos sociales de la misma”. Así, se comprende que el trabajador social sería el puente entre la empresa y sus empleados, que intenta elevar la productividad partiendo del reconocimiento del recurso humano, debido a que, éste tiene la capacidad y potencial de proyectarse socialmente.
En el Perú, el día 12 de enero de 1963 fue publicado el Decreto Ley N° 14371, “que establece que toda empresa que tiene más de 100 trabajadores entre obreros y empleados debe contar con una dependencia específica que se encargue de las relaciones industriales en el centro de trabajo para la atención de las cuestiones laborales y sociales”, iniciando así con la formalización de un nuevo campo de intervención profesional, sin embargo el 14 de junio del 2025 se publicó en el Diario Oficial “El Peruano” El Decreto N° 005-2025-TR, el cual deroga el Decreto Supremo N° 009-65, eliminando así la obligatoriedad que tenían las empresas con más de 100 trabajadores de contratar a un asistente social titulado y colegiado, argumentando que muchas veces las funciones asociadas al bienestar laboral pueden ser realizadas por otros profesionales de la empresa, esta situación ha generado mucha indignación en los profesionales de trabajo social, debido a la minimización de sus funciones profesionales en el sector empresa, a pesar de ello es esencial que también se geste la reflexión de este escenario, analizando nuestras debilidades y desidias profesionales para que seamos protagonistas de nuestra propia transformación en el sector empresarial.
A pesar de esta nueva normativa laboral los profesionales en trabajo social aún son muy cotizados en las empresas que tienen una cultura organizacional basados en el bienestar de sus trabajadores, esto debido a su reconocimiento dentro de los espacios vinculados al bienestar social y la gestión de personas, siendo la promoción de un clima laboral optimo parte de sus funciones lo que empodera al trabajador social de manera sustentable en las empresas.
Debemos tener en cuenta que las funciones del trabajador social en el sector empresa, están vinculadas principalmente a la gestión, administración y asistencia de los trabajadores, en donde las funciones en torno a la investigación y promoción son colaterales a todas las demás funciones mencionadas, es por ello, que los trabajadores sociales generan un mejor ambiente laboral dentro de las empresas, contribuyendo a una mejor calidad de vida de los trabajadores y sus familias, sin embargo, en ocasiones dichas funciones en gran escala se vuelven rutinarias, generando el olvido de los enfoques, teorías y modelos de intervención profesional, las cuales son parte de nuestras competencias profesionales, por lo que debemos tener siempre presente en todos los campos de intervención, que la profesión de Trabajo Social se basa en una metodología de intervención y ésta trae consigo la realización de un conjunto de procesos que determinan y solventan nuestra intervención.
Así mismo desde su génesis el trabajo social ha sido reconocido como disciplina científica que nace como una profesión vinculada al pragmatismo, lo que genera que se relacione a los trabajadores sociales con la práctica, demostrando una debilidad por la creación e implementación de conocimientos a través de la sistematización de sus funciones. (Cifuentes, 2005)
Las funciones del trabajador social en el sector empresa pueden variar de acuerdo al área en donde está inserto, sin embargo, éstas están relacionadas a la orientación a los trabajadores, ayudándolos a enfrentar problemas personales, familiares y laborales que puedan afectar su desempeño; también relacionados a la educación social sobre los derechos sociales, laborales y los beneficios corporativos que puedan tener, así mismo la gestión para el acceso a seguros de salud, recuperación de subsidios y en relación al diseño y ejecución de actividades de recreación, integración y preventivas que incrementen la satisfacción laboral de los trabajadores. (Flores, 2019)
Así mismo, se configura como el nexo entre los trabajadores y la empresa en situaciones de conflicto, favoreciendo la resolución pacífica de disputas. De igual manera cuando ocurren crisis, como accidentes laborales o problemas de salud graves, el trabajador social es clave para brindar apoyo inmediato y coordinar la asistencia necesaria, de igual manera en la gestión y administración de beneficios, remuneración, permisos por problemas de salud, económicos, familiares y personales; todas estas funciones enmarcan al trabajador social del sector empresa en la satisfacción inmediata de las necesidades de los trabajadores, por lo que muchas veces no utilizan la metodología de intervención, debido a las exigencias de la empresa o por el tiempo limitado para el cumplimiento de éstas.
Si bien las empresas modernas, especialmente en contextos globalizados y altamente competitivos, reconocen la importancia de gestionar adecuadamente los factores psicosociales, la cultura organizacional y el bienestar sociolaboral, persiste una escasa aplicación del método de intervención profesional propio del trabajo social
En este contexto, la propuesta de este artículo es generar una reflexión sobre las funciones del trabajador social en el sector empresa, analizando la aplicación de la metodología de intervención profesional y el proceso de sistematización de experiencias como parte de la generación de conocimientos vinculados a la intervención en el sector empresa.
Teniendo en cuenta que los trabajadores sociales son agentes de cambio, transformación y desarrollo, la metodología de intervención es un proceso fundamental para el ejercicio profesional, es una columna vertebral que encausa sus labores y que no sólo los contiene a seguir indicaciones u órdenes de superiores que asistencializan y operativizan sus funciones, sin tener en cuenta su verdadera esencia académica, debido a la imagen de que el profesional en trabajo social se vincula a las actividades de ayuda a los más necesitados. (Flores & Cruzado, 2018). Así mismo, esta situación no es ajena a que, son los mismos trabajadores sociales quienes lo facilitan, debido a que priorizan el vínculo laboral con la empresa por necesidades personales, económicas y familiares o también porque no se interioriza realmente el verdadero propósito de la profesión, dejando de lado la metodología de intervención y la sistematización de experiencias por la práctica de funciones que se centran en responder a las demandas del mercado laboral (Carrasco, 2009)
Es vital que se refuerce el uso de la metodología de intervención y la sistematización de experiencias en el sector empresa, no sólo por ser un sector con gran demanda de trabajadores sociales sino por la búsqueda constante de la eficiencia y eficacia de la profesión.
2. Funciones del trabajador social en el sector empresa
Kisnerman N. (1998) indica que la función del trabajador social es todo aquello que se realiza de manera regular y sistemática para alcanzar los propósitos profesionales, así mismo es lo que da el significado a sus actividades y acciones en su campo de intervención.
En este apartado se describirá las funciones que realizan los trabajadores sociales en el sector empresa, teniendo en cuenta el contexto latinoamericano, en donde según Diez, E. R., & Civera, N. C. (2013), existe un fuerte arraigo del ejercicio profesional en el sector empresarial. Así mismo, se tiene en cuenta la Ley N° 30112, Ley de ejercicio profesional del Trabajador Social, que determina normativamente las funciones del trabajador social en el Perú.
Cuadro 1
Funciones del trabajador social en el sector empresa
| De gestión
Diseña e implementa políticas sociolaborales que contribuyan a una mejor calidad de vida de los trabajadores. Diseña planes, programas y proyectos relacionadas al bienestar de los trabajadores y sus familias. Implementa actividades que fortalezcan el clima laboral en la empresa. Implementa alianzas estratégicas con proveedores e instituciones para ampliar los beneficios institucionales. |
| De administración
Realiza coordinación, control, supervisión, organización y planificación de los procesos que se vinculan con la seguridad, salud y promoción de los trabajadores. Realiza recepción, verificación, control y seguimiento de certificados médicos y permisos laborales. Realiza inscripciones al seguro social, recuperación de subsidios, regularización y canjes de certificados médicos de los trabajadores. Realiza inscripción a EPS, SCTR, VIDA LEY, etc. Realiza atención y seguimiento de accidentes de trabajo Organiza y ejecuta actividades de recreación, integración y bienestar de los trabajadores y sus familias. Realiza control y supervisión de uso de lactario institucional Realiza supervisión de comedores institucionales |
| De asistencia
Realiza atención inmediata y directa de acuerdo con la demanda de los trabajadores. Realiza reparto de equipos de protección personal. Realiza reparto de uniformes de personal. Realiza entrega de vales o souvenirs. Realiza acompañamiento a citas médicas de los trabajadores con situaciones de salud crítica. Realiza celebración de onomásticos. |
| De promoción
Realiza sensibilización y concientización en torno a temas relacionados con la modificación y mejoramiento de su conducta personal y laboral en la empresa. Orienta y difunde los beneficios laborales e institucionales. Realiza consejería en casos sociales determinados. |
| De investigación
(se aplica en paralelo a las demás) Identifica las principales características de los trabajadores. Identifica las necesidades y demandas institucionales. Identifica causas de ausencia laboral de los trabajadores. Conoce situación socioeconómica de los trabajadores Realiza entrevistas, visitas domiciliarias y encuestas de acuerdo con la demanda institucional. |
Nota: Elaboración propia.
Las funciones de los trabajadores sociales son esenciales para que se mantenga un espacio laboral de bienestar para los trabajadores de las empresas, generando en ellos mayor identificación y compromiso con sus empleadores, lo que ineludiblemente favorece a la producción y el incremento de ganancias de las empresas, sin embargo esta fortaleza profesional muchas veces no va de la mano con la aplicación de la metodología de intervención profesional en el sector empresa, lo que propicia una fractura con la conceptualización del trabajo social.
3.- Aplicación de la metodología de intervención profesional en el sector empresa
La metodología de intervención en Trabajo Social es el conglomerado de procedimientos que enmarcan el nivel cognitivo y práctico de manera articulada, lógica y sistemática. Sarmiento, C. (2022). El proceso que implica desarrollar la metodología de intervención es regulado en la aplicación de cinco fases articuladas, las cuales son: investigación, diagnóstico, programación o planificación, ejecución, evaluación y sistematización, el desarrollo de cada fase implica una preparación, análisis, reflexión y evaluación permanente.
En el sector empresa, las funciones que realiza el trabajador social tienden a ser dinámicas, enérgicas y extenuantes, que ha diferencia de otros sectores de intervención, requieren de un trabajador social multifuncional, que se encuentre a la vanguardia de las complejidades que trae la dinámica empresarial, así como sobrecarga laboral, debido a la cantidad de trabajadores que se asigna a cada trabajadora social para su atención, todo estas características marcan un camino complejo para la adecuada aplicación de la metodología de intervención profesional, es decir los trabajadores sociales pese al conocimiento de todas las fases de intervención, en su ejercicio realizan dos o tres fases del importante procedimiento, no cumpliendo con la exigencia profesional, así mismo en muchas ocasiones se realizan de manera débil, debido a que no se le brinda el espacio suficiente para su desarrollo, lo cual repercute directamente en la intervención profesional, limitando su alcance como la efectividad de las acciones sociales en las empresas.
Una a de las razones de esta situación radica en la visión limitada que aún algunos empleadores poseen sobre las funciones del trabajador social. En lugar de concebirlo como un profesional capacitado para realizar intervenciones complejas a nivel individual, grupal y comunitario, capaz de incidir en la estructura organizacional y promover entornos laborales saludables, se le continúa asignando tareas de corte asistencialista: atención de emergencias, entrega de beneficios, seguimiento de casos puntuales y actividades recreativas. Este enfoque minimiza el potencial transformador de la disciplina y desestima la utilidad del método profesional como herramienta para diagnosticar y resolver problemáticas estructurales al interior de las empresas.
Desde una perspectiva metodológica, la carencia de una etapa de investigación social sistemática impide identificar de manera objetiva y fundamentada las condiciones laborales, sociales y familiares que afectan al personal. Sin una adecuada recolección y análisis de información cualitativa y cuantitativa, las decisiones organizacionales se sustentan en percepciones subjetivas o en indicadores limitados, como índices de ausentismo o rotación de personal, que no reflejan las causas profundas de los conflictos laborales o del malestar psicosocial. Esto deriva en intervenciones reactivas y fragmentadas, desprovistas de un sustento empírico sólido.
Asimismo, la fase de diagnóstico social en el sector empresa suele omitirse o realizarse de forma superficial. En este sector, no se promueve el análisis integral de las situaciones problemáticas, considerando factores internos y externos que inciden en la dinámica organizacional. La ausencia de un diagnóstico participativo limita la capacidad de diseñar estrategias ajustadas a las verdaderas necesidades de los trabajadores, generando programas asistenciales estándar, que muchas veces no responden a las características culturales, socioeconómicas y familiares de los trabajadores.
La programación y planificación de intervenciones sociales tampoco se efectúan bajo criterios metodológicos rigurosos. Las empresas que disponen de planes de intervención social anuales o plurianuales, con objetivos específicos, indicadores de logro, recursos asignados y cronogramas de actividades, priorizan actividades generalmente vinculadas a fechas festivas o situaciones coyunturales, en ocasiones desarticuladas entre sí y sin continuidad en el tiempo.
Por otro lado, la ejecución de las acciones sociales en empresas se realiza, en la mayoría de los casos, de manera empírica, sin respetar secuencias metodológicas ni contemplar criterios de evaluación durante el proceso. Esto dificulta el monitoreo oportuno de los avances y la aplicación de ajustes correctivos, afectando la eficacia e impacto de las intervenciones.
La evaluación en el sector empresa en ocasiones no se realiza y si se hace, se reduce a la recopilación de indicadores numéricos básicos, como cantidad de atenciones realizadas o personas beneficiadas, sin evaluar los cambios generados en la calidad de vida laboral, el clima organizacional o la productividad. Esta limitación impide valorar la efectividad de las acciones sociales y dificulta la toma de decisiones informadas para futuras intervenciones.
Finalmente, la sistematización de experiencias, entendida como el análisis crítico y reflexivo de los procesos y resultados de la intervención, es prácticamente inexistente en el sector empresarial. Esto priva a los profesionales y a las organizaciones de la oportunidad de aprender de sus prácticas, identificar buenas experiencias y errores, y generar conocimiento aplicable a otros contextos corporativos.
Esta situación refleja una incongruencia entre el discurso empresarial, que proclama su interés por el bienestar integral de sus trabajadores, y la designación de funciones que restringen la intervención del trabajador social a un plano técnico operativo, muchas veces asistencialista, por lo que es necesario cuestionar las relaciones de poder y las estructuras organizacionales que perpetúan esta lógica, así como promover una mayor incidencia del Trabajo Social en la toma de decisiones estratégicas empresariales.
4.- Sistematización de las experiencias profesionales en el sector empresa
Conocemos que la sistematización de experiencias es una de las fases fundamentales dentro de la metodología de intervención profesional en trabajo social, debido a que permite reconstruir, reflexionar y analizar críticamente las acciones realizadas en los diferentes sectores de intervención, con el propósito de aprender de la práctica, mejorar futuras intervenciones y aportar al cuerpo teórico de la disciplina. Sin embargo, en la práctica profesional, especialmente en el sector empresa, la sistematización de experiencias es una fase inexistente o relegada a un segundo plano, situación que limita significativamente el potencial transformador y científico del Trabajo Social en este ámbito.
Una de las causas de la débil cultura de reflexión y documentación de la intervención del trabajador social en las empresas es la escasa valoración y reconocimiento que éstas le dan a los procesos de sistematización. Desde una lógica empresarial orientada a resultados inmediatos y cuantificables, la sistematización de experiencias suele percibirse como una actividad poco rentable, innecesaria o de escaso valor para la toma de decisiones.
Báñez, T. (2005), indica que existen varios factores en relación con la ausencia de la sistematización de experiencias profesionales y de elaboración de conocimiento por parte de los profesionales en trabajo social, siendo muchas veces la limitada motivación y las verdaderas posibilidades por realizarlo dentro de la acción profesional.
Debemos tener en cuenta que sin el proceso de sistematización no es factible identificar aciertos y errores, así mismo innovar en las intervenciones, ni generar propuestas de mejora sustentadas en la experiencia. Fornés A. & Rodríguez S. (2022) mencionan que se ha desechado la sistematización como herramienta para crear conocimiento a raíz de la práctica, por lo que la inexistencia de sistematizaciones impide también construir evidencia empírica sobre las condiciones sociales de los trabajadores y sus familias, así como sobre las dinámicas organizacionales que influyen en su bienestar social y laboral. Esta carencia no solo afecta la calidad de la intervención profesional, sino que también limita la posibilidad de generar conocimiento útil para el diseño de políticas de recursos humanos y de responsabilidad social corporativa basadas en datos reales y procesos analizados.
Es necesario repensar las prácticas profesionales en el ámbito empresarial y promover una cultura de sistematización como parte inherente del ejercicio ético y responsable del Trabajo Social. La sistematización no debe entenderse como una actividad secundaria o prescindible, sino como una herramienta metodológica que permite mejorar la calidad de la intervención, legitimar la profesión en espacios no tradicionales y contribuir a la construcción de saberes colectivos.
5.- Modelo de Intervención profesional en el sector empresa
Este modelo tiene el propósito de articular las funciones estratégicas del trabajador social en el sector empresa con la aplicación sistemática e integral de la metodología de intervención profesional.
Esta propuesta busca responder a las necesidades psicosociales y organizacionales detectadas en la empresa, contribuyendo a mejorar la calidad de vida laboral, fortalecer el clima organizacional y aportar a la gestión responsable del talento humano, para ello es necesario incorporar objetivos profesionales que direccionen el ejercicio profesional en el sector empresa, los cuales son:
- Desarrollar un proceso de investigación social diagnóstica que identifique problemáticas psicosociales y organizacionales.
- Formular un diagnóstico social participativo que priorice áreas críticas de intervención.
- Elaborar un plan de intervención social integral, articulando las funciones profesionales.
- Ejecutar acciones de promoción, asistencia, gestión y administración social, según lo programado.
- Realizar un proceso continuo de evaluación de procesos y resultados.
- Sistematizar la experiencia para consolidar aprendizajes y buenas prácticas institucionales.
Cuadro 2 Metodología de Intervención profesional aplicado en el sector empresa
| FASE 1 | FASE 2 | FASE 3 | FASE 4 | FASE 5 | FASE 6 |
| Investigación Social | Diagnóstico Social | Programación/
Planificación |
Ejecución | Evaluación | Sistematización |
| Recolección de información cualitativa y cuantitativa mediante entrevistas, encuestas, observación y análisis documental.
Identificación de condiciones psicosociales, riesgos laborales, problemáticas recurrentes y recursos institucionales. |
Análisis e interpretación de la información recogida.
Identificación de causas estructurales y coyunturales de los problemas detectados. Elaboración de un diagnóstico social participativo con la validación de los trabajadores y gerencias. |
Diseño de un plan de intervención anual con objetivos, actividades, responsables, recursos, cronograma e indicadores.
Definición de líneas de acción: Promoción social, asistencia individual y familiar, gestión de bienestar laboral, investigación aplicada y administración social de recursos. |
Implementación de acciones programadas, de acuerdo al diagnóstico social y los objetivos planificados teniendo en cuenta los recursos institucionales y el cronograma presentado. | Seguimiento de indicadores de proceso y resultados.
Evaluación participativa con trabajadores y jefaturas. Análisis de logros, dificultades y lecciones aprendidas. |
Registro ordenado de todo el proceso de intervención.
Reflexión crítica sobre la intervención: aciertos, errores, limitaciones. Producción de un informe final de sistematización, con recomendaciones para futuras intervenciones. |
| Articulación con las Funciones estratégicas en el sector empresa | |||||
| De Investigación | De Investigación | De Administración
De Gestión |
De Gestión
De Asistencia De Promoción |
De investigación
De Administración |
De Investigación |
Esta propuesta plantea una intervención profesional integral en el sector empresa, que no solo atiende demandas asistenciales, sino que articula las funciones del trabajo social con necesaria aplicación metodológica. De esta manera, se busca generar condiciones laborales más saludables, contribuir a la cultura organizacional y posicionar el valor estratégico del Trabajo Social en las dinámicas empresariales contemporáneas, sin embargo, no podemos ser indiferentes a la realidad de los trabajadores sociales en torno a su dependencia institucional, la cual podría castrar la aplicación de este modelo de intervención, por lo que es necesario abordar no sólo el desarrollo sino los resultados esperados de su aplicación, sustento que generaría un interés cautivador en el empleador, es así como se presenta los siguientes resultados de aplicación de la Metodología de Intervención profesional aplicado en el sector empresa:
- Diagnóstico actualizado de la situación psicosocial de los trabajadores.
- Plan anual de intervención social implementado.
- Reducción de conflictos psicosociales y mejora del clima laboral.
- Registro sistematizado de experiencias y aprendizajes.
- Fortalecimiento del posicionamiento del trabajo social como disciplina estratégica en la empresa.
Para que se haga efectiva este modelo, se requiere no solo de la sensibilización del empleador sobre la importancia de aplicar metodologías de intervención social profesionalizadas, sino también del fortalecimiento del posicionamiento del trabajo social como disciplina científica en el ámbito corporativo. Esto implica que los propios trabajadores sociales asuman un rol propositivo, ético y crítico, demandando el reconocimiento de su metodología de intervención como herramienta indispensable para contribuir a la sostenibilidad social y humana de las empresas.
6.- Conclusiones
- Las funciones del trabajador social en el sector empresa son dinámicas y extenuantes de acuerdo con las demandas institucionales, las cuales están enfocadas a acciones técnicas que suelen volverse rutinarias, alejando muchas veces al profesional de la aplicación integral de la metodología de intervención.
- El uso y aplicación integral de la metodología de intervención profesional en el sector empresa traería consigo múltiples beneficios institucionales relacionados a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, así como contribuir al incremento del clima laboral y la reducción de conflictos psicosociales.
- El proceso de sistematización de experiencias de trabajo social en el sector empresa es inexistente, por lo que superar esta limitación exige una reflexión ética, metodológica y política desde el propio colectivo profesional, para revalorizar la sistematización como herramienta de cambio, construcción de conocimiento y fortalecimiento del trabajo social en el ámbito organizacional.
- El modelo de intervención profesional en el sector empresa es una propuesta que plantea una intervención profesional integral articulando las funciones estratégicas del trabajador social y la aplicación de la metodología de intervención, la cual no sólo generará un impacto positivo en el empleador, sino aún más en el posicionamiento y sentir del trabajador social.
7. Referencias bibliográficas
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- https://buleria.unileon.es/handle/10612/3240
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- https://revistas.unimonserrate.edu.co/hojasyhablas/article/view/14
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- https://www.redalyc.org/pdf/678/67812869002.pdf
- Cifuentes, Rosa. María (2005). Aportes para leer la intervención de Trabajo Social. Revista Colombiana de Trabajo Social, 19, 128-155.
- https://ciberinnova.edu.co:10004/archivos/plantilla-ovas1-slide/documents-UCN-Canvas/teorias-contemporaneas-trabajo-social/lecturas/slets-018-041.pdf
- Diez, Esther., & Civera, Neus (2013). Trabajo social en las relaciones laborales y la empresa: vías para el emprendimiento. Documentos de trabajo social: Revista de trabajo y acción social, (52), 338-356.
- https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4703443
- Flores, Yoya, & Cruzado, Luz (2018). Funciones de Trabajo Social en empresa. SCIÉNDO, 21(4), 443-451.
- https://revistas.unitru.edu.pe/index.php/SCIENDO/article/view/2207
- Flores Yoya (2019). Experiencia Profesional: Empresa, Salud y Bienestar Universitario. Revista acción crítica, 4.
- https://celats.org/publicaciones/revista-nueva-accion-critica-4/experiencia-profesional-empresa-salud-y-bienestar-universitario/
- Fornés, A. C., & Rodríguez, S. B. (2022). ¿ Para quienes escribimos las/los trabajadores sociales?: Reflexiones sobre el oficio de producir conocimiento desde la disciplina. TS Cuadernos de Trabajo Social, (23), 1-11.
- Vista de ¿Para quienes escribimos las/los trabajadores sociales?: Reflexiones sobre el oficio de producir conocimiento desde la disciplina
- Kisnerman, Natalio (1998). Pensar el Trabajo Social: una introducción desde el construccionismo. Grupo Editorial Lumen Humanitas. Buenos Aires-México.
- Sarmiento, Clementina. (2022). Método de Intervención en Trabajo Social. Primera Edición




