Riesgos ocupacionales en docentes de la Universidad Nacional Del Centro del Perú

Perú

Occupational risks in professors of the Universidad Nacional del Centro del Perú

Resumen

El presente estudio evalúa los riesgos ocupacionales en docentes de todas las Facultades de la UNCP, con objetivo de identificar los factores de riesgo físico, biológico, psicosociales y ergonómicos, para ello se administraron cuestionarios para identificar dichos riesgos, a una muestra de 105 docentes utilizándose el análisis de regresión múltiple. Los resultados mostraron que los riesgos físicos son: cableado de aula en mal estado, deficientes instalaciones eléctricas, inadecuado tamaño de aula, deficiente iluminación y no contar con ambientes o espacios ecológicos; con respecto a los resultados obtenidos en relación al riesgos biológicos son elevar la voz en clases que conlleva a patrones de cambio de fonación, exposición a enfermedades infecto contagiosas, exposición a presencia de virus (paperas, TBC, hepatitis), tensiones y contracturas; los riesgos psicosociales son fatiga, irritabilidad, ansiedad, pérdida de sueño por preocupación, sentirse bajo presión; en relación a los riesgos ergonómicos son movimientos repetitivos con los dedos, manos o brazos y mantener posturas incomodas al dictado de clase. De este modo se concluye que los docentes se encuentran expuestos a situaciones de riesgo que puede conllevar a desarrollar alguna enfermedad ocupacional esto sumado a factores como son la edad, años de dedicación a la docencia, sobrecarga laboral, stress. Es importante destacar que identificar los riesgos ocupacionales permite mejorar la capacidad de establecer modelos de intervención frente a la seguridad y salud de los colaboradores de los colaboradores, siendo relevante los mecanismos de prevención y abordaje sobre estos riesgos, de esa manera contribuir a la mejora de la calidad de vida de los docentes que permita desarrollar una destacada labor en el proceso de enseñanza – aprendizaje por ende la labor docente

Palabras clave: salud ocupacional, riesgo físico, riesgo biológico, riesgos psicosociales, riesgos ergonómicos, docente

Abstract

The present study evaluates occupational risks in professors of all the Faculties of the UNCP, in order to identify the physical, biological, psychosocial and ergonomic risk factor; for this purpose questionnaires were administered to identify these risks, to a sample of 105 teachers through multiple regression analysis. The results showed that the physical risks are: classroom wiring in poor condition, poor electrical installations, inadequate classroom size, poor lighting and no environmental or ecological spaces; With regard to the results obtained in relation to biological risks, they are raising their voices in classes that lead to phonation change patterns, exposure to infectious and ophthalmological diseases, exposure to the presence of viruses (mumps, TB, hepatitis), tensions and contractures. ; psychosocial risks are fatigue, irritability, anxiety, loss of sleep due to worry, feeling constantly under pressure; and the ergonomic ones are repetitive movements with the fingers, hands or arms and to maintain uncomfortable postures to the dictation of class. Thus, it is concluded that the joint use of identifying occupational risks improves the ability to establish models that allow intervention in relation to the health and safety of employees, with prevention and approach to these risks being relevant, thus contributing to the improvement of the quality of life in teaching environments that improve the teaching – learning process.

Keywords: occupational health, physical risk, biological risk, psychosocial risk, ergonomic risk, professors

Introducción

A lo largo de décadas del siglo XX, la imagen social de la profesión académica fue la de una actividad laboral valorada y con prestigio social, que ofrecía notables oportunidades para la realización personal y laboral, los profesionales dedicados a la docencia universitaria valoraban su labor, se reconoce que la vocación docente no acarrea muchos riesgos o los riesgos son mínimos para la salud. Los datos estadísticos muestran una baja tasa de accidentes de trabajo graves dentro de las universidades, por estas razones se excluía a la docencia universitaria de ser un trabajo de riesgo para la medicina ocupacional y también para la misma psicología del trabajo, excluyéndolas de las disciplinas de relaciones de causalidad directa entre factores de riesgo físico y enfermedades orgánicas o accidentes laborales.

Sin embargo, “a lo largo de los últimos decenios, ha ido emergiendo la labor docente como actividad de alto riesgo psicosocial para el profesional, un tipo de riesgo laboral que ha cobrado creciente protagonismo, hasta desplazar los riesgos físicos, mecánicos y ergonómicos del foco de la atención de las ciencias del trabajo” (Calero, 2012). En tal sentido, podemos señalar que el personal académico ha llegado a ser considerado de alto riesgo psicosocial, por las consecuencias emocionales que derivan de su actividad como implica el estrés de trabajar con más de 50 alumnos por clase, inadecuados ambientes y condiciones de trabajo, trabajo bajo presión, la competitividad y debiendo responder desde casa a e-mails y requerimientos de la práctica laboral, pues es importante señalar que los elementos que conforman la experiencia laboral y las condiciones en que se realiza el trabajo son claves en la determinación de la salud ocupacional.

La “salud ocupacional tiene como finalidad promover y mantener el mayor grado de bienestar físico, mental y social de los trabajadores, así como prevenir todo daño a la salud que pueda ser causado por la exposición a las condiciones de trabajo.[1] Lo que busca básicamente es evitar que el trabajo dañe la salud y viceversa, un propósito que implica derechos de los trabajadores, obligaciones empresariales y responsabilidades públicas. Esto significa que la promoción de la salud en el trabajo es una herramienta primordial para hacer frente a las enfermedades derivadas de la suma de factores de riesgo en el proceso de interacción en el mundo laboral” (Calero, 2012). Ante lo descrito, la Organización Mundial de la Salud (OMS) “muestra interés de desarrollar políticas de promoción de la salud en el trabajo, ya que considera un entorno de trabajo saludable como un lugar donde todos trabajan unidos para alcanzar una visión conjunta de la salud y bienestar para todos los trabajadores y a la comunidad”

Esto proporciona a todos los miembros de la fuerza de trabajo, condiciones físicas, psicológicas, sociales y organizacionales que protegen y promueven la salud y la seguridad. Esto permite a los jefes y trabajadores tener cada vez mayor control sobre su propia salud, mejorarla y ser más energéticos, positivos y felices”[2] Asimismo, La Organización Internacional del Trabajo (OIT) “introdujo el término de trabajo decente, que se refiere un concepto que busca expresar lo que debería ser, en el mundo globalizado, un buen trabajo o un empleo digno[3]. Este concepto alimenta la idea de buscar condiciones de trabajo adecuada dentro de la universidad y en el mundo laboral del docente”

“Para comprender las condiciones de trabajo y establecer una línea de cultura preventiva en la salud laboral, es importante empezar identificando los peligros y evaluando los riesgos por ello la presente investigación identifica los riesgos y peligros a los que los docentes se encuentran expuestos. Un peligro es definido como fuente, situación o acto con potencial de causar daño en términos de daño humano o deterioro de la salud, o una combinación de estos. Por otro lado el riesgo es la combinación de la probabilidad de que ocurra un suceso o exposición peligrosa y la severidad del daño que puede causar el suceso o exposición peligrosa”.[4]

El Perú cuenta con normativa vigente y actualizada sobre el abordaje de seguridad y salud ocupacional; sin embargo, las organizaciones públicas con buen número de empleados difícilmente evidencian la implementación de una cultura preventiva promocional en relación a la salud y seguridad en el trabajo, aun habiendo leyes y normativas que regulan su ámbito de aplicación a nivel del instituciones públicas y privadas. “La Ley de Seguridad y Salud en el trabajo en el Perú[5] tiene como objetivo promover una cultura de prevención de riesgos laborales en el país. La presente Ley es aplicable a todos los sectores económicos y de servicios; comprende a todos los empleadores públicos y los trabajadores bajo el régimen laboral de la actividad privada en todo el territorio nacional. Por lo tanto, seguir los lineamientos de esta ley implica implementar un sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo en el trabajo de los docentes universitarios”.

Es importante señalar, al comprender el proceso de enseñanza-aprendizaje del docente permite analizar la exposición laboral de éste, por ende, establecer una relación armónica entre el docente y la su actividad laboral. Sin embargo, en la realidad aún hay vacíos de conocimientos teóricos que nos permitan poner en práctica y sirvan como herramientas para la implementación de una cultura de prevención de riesgos laborales en el entorno laboral docente.

El planteamiento de problema de la investigación gira entorno a: ¿Cuáles son los factores de riesgos ocupacionales en docentes de la UNCP?, teniendo como objetivo conocer las condiciones de trabajo y de salud en los docentes de la UNCP. Así mismo la investigación permite encontrar las estrategias y herramientas necesarias para crear una cultura preventiva de salud ocupacional y que los docente asuman el compromiso del autocuidado de su salud por la misma exposición de peligros y riesgos múltiples del día a día, dichos riesgos y peligros son invisibles a los ojos de las organizaciones públicas y privadas, afectan de forma directa o indirectamente a la salud generando impactos relevantes como es en la competitividad, productividad y sostenibilidad económica de su hogar. “Entonces trabajar en la identificación de peligros, evaluación de riesgos y establecer medidas de control son estrategias de culturas de prevención exitosas en el mundo; de esta forma se está creando condiciones óptimas para hacer del trabajo un espacio de seguridad” (Calero, 2012).

Los resultados y esquema del presente estudio tendrán una implicancia técnica, social y científica ya que contribuirá a desarrollar la implementación de programas de vigilancia ocupacional de riesgos en el trabajo del docente universitario, de este modo contribuir en la mejora de las condiciones laborales y prevenir accidentes laborales y enfermedades ocupacionales.

Materiales y Métodos

Es un estudio de enfoque cuantitativo, descriptivo porque describe y analiza estadísticamente el comportamiento los factores de riesgo, condiciones de trabajo y salud del docente que labora en la UNCP. El estudio es de corte transversal porque se recolectan los datos en un solo momento, es decir se describen las variables en un momento dado. Los participantes en el estudio fueron 105 docentes en activo de las diversas facultades de la sede Huancayo de la Universidad Nacional del Centro del Perú. El estudio se llevó a cabo con una muestra no probabilística cuya tasa de respuesta fue del 99%, la técnica empleada para la recolección de datos es la encuesta, se aplica el cuestionario dirigido a docentes que mide las variable descritas en el estudio, el instrumento fue específicamente diseñado y validado para evaluar las diversas dimensiones de riesgos laborales en la UNCP; que se adapta especialmente al contexto de los docentes de la UNCP.

Resultados

“La población docente en el Perú asciende a los 370 000 profesores aproximadamente; de ellos el 62% son mujeres y el promedio de edad es de 45 años. Los profesores se concentran un gran en 39% en la costa urbana”.[6] Resulta necesario analizar las condiciones de trabajo y salud de los docentes que se vienen laborando en ambientes de desigual y segmentación social, donde las políticas implementadas generan impacto a nivel de la salud de los docentes. Ante ello presentamos los siguientes resultados de investigación, que a continuación son expuestos mediante diversas figuras:

Figura 1. Aspectos generales

Se muestra como aspectos generales la edad promedio de los docentes encuestados (50 años), el promedio de años en la docencia (21 años), promedio de horas de clase pizarra semanales (14 horas), número de alumnos por clase es de (48 estudiantes), promedio de horas semanales de programación de clases (10 horas), el número de comisiones de trabajo (2), finalmente se muestra el promedio de reuniones semanales (4 horas)

Figura 2. Riesgos físicos del aula

Se muestra lo riesgos físicos ubicados en el aula como son: piso del aula en mal estado o no adecuado (17%), cableado del aula en mal estado (26%), inadecuada ubicación de la pizarra (20%), deficientes instalaciones eléctricas (20%), inadecuado tamaño de aula (20%), deficiente iluminación (22%), deficiente cableado de red de internet (30%), no cuenta con espacios ecológicos (27%)

Figura 3. Riesgos biológicos

Se muestra lo riesgos biológicos que a continuación se detalla: elevar la voz en clases por el nivel del ruido (54%), presencia de objetos contaminantes (19%), expuestos a sustancias químicas y tóxicas (13%), expuesto a enfermedades infectocontagiosas (13%), expuesto a enfermedades oftalmológicas (14%), expuesto a presencia de virus paperas, TBC, hepatitis (22%)

Figura 4. Riesgos psicosociales

Se muestra lo riesgos psicosociales que a continuación se detalla: fatiga (54%), pérdida de concentración (20%), cambios en el estado de ánimo irritabilidad, enfado, desánimo (66%), perdida de sueño por preocupaciones (39%), se siente constantemente bajo presión (29%)

Figura 5. Riesgos ergonómicos

Se muestra lo riesgos ergonómicos que a continuación se detalla: levanta, traslada o arrastra cargas (20%), movimientos repetitivos casi idénticos con los dedos, manos y brazos (37%), asientos confortables en el trabajo (20%), y mantenerse en posturas incómodas (33%)

Discusiones

“La actividad docente se ha convertido en una de las profesiones con más riesgo a sufrir problemas de en relación al deterioro de la salud (García, 2013). Algunas otras de sus principales fuentes, son producto de una serie de aspectos tales como: los cambios que en la actualidad se viven en la sociedad, los valores sociales emergentes, modificaciones que la profesión ha sufrido en el mercado laboral y al cambio de imagen que esta tiene en la sociedad actual; a estos aspectos suma la rapidez con que los cambios tecnológicos e institucionales ocurren” (Trilla y García, 2001).

Se entiende por condiciones de trabajo: “conjunto de circunstancias y características ambientales, materiales, técnicas, económicas, sociales, políticas y organizacionales que condicionan la actividad y las relaciones laborales, constituyendo a la vez factores de riesgo y también oportunidades de desarrollo positivo. Inciden significativamente en la experiencia del trabajo, en la calidad de vida, en el bienestar, la salud, la motivación, el compromiso, la satisfacción y el rendimiento del personal, en la eficacia, la eficiencia y la excelencia de las organizaciones y también en las disfunciones en las mismas (conflictos, ausentismo y presentismo, rotación, accidentalidad o patologías laborales). Blanch (2012). Por lo tanto, podemos deducir que las condiciones de trabajo son tipologías del trabajo que tienen una influencia significativa pudiendo ser positiva o negativa en la generación de riesgos para la salud del trabajador”.

“Es importante tener en cuenta que las condiciones de trabajo influyen decisivamente en el grado de bien o malestar laboral se define como el grado de satisfacción y bienestar físico, psicológico y social experimentado por las personas en su puesto de trabajo. Abarca una doble dimensión: (a) objetiva, relacionada con las condiciones económicas, jurídicas, sociales, ecológicas, materiales y técnicas de trabajo, y (b) subjetiva, asociada a las percepciones y valoraciones relativas a la propia experiencia laboral y a su contribución al desarrollo personal” (Blanch, 2012).

En tal sentido, (figura 1) es importante describir los aspectos generales de la los docentes encuestados en vista que pueden ser desencadenantes para el desarrollo de una enfermedad ocupacional y a su vez nos permite analizar los riesgos ocupacionales a los que se encuentran expuestos según sus características específicas edad promedio de los docentes encuestados (50 años), el promedio de años en la docencia (21 años), promedio de horas de clase pizarra semanales (14 horas), número de alumnos por clase es de (48 estudiantes), promedio de horas semanales de programación de clases (10 horas), el número de comisiones de trabajo (2), finalmente se muestra el promedio de reuniones semanales (4 horas)

Las principales dimensiones de las condiciones de trabajo “se reconoce a la carga de trabajo, definido como el conjunto de demandas del puesto en forma de exigencias cuantitativas: volumen de tarea, presión temporal, etc; y cualitativas: complejidad, innovación, creatividad, etc.; físicas: características ecológicas, técnicas, ergonómicas, etc.; cognitivas: atención, concentración, decisión, etc.; emocionales: empatía, gestión de impresiones, etc; organizacionales: responsabilidades con respecto a dirección, colegas y clientes, calendario y horario, etc.; e incluso contractuales: in/seguridad en el empleo, incentivos de productividad, presión a la competitividad, evaluación de resultados, etc.” (Blanch, 2012). Este mismo autor “(Blanch, 2012) señala la sobrecarga de trabajo como uno de los aspectos más relevantes de las condiciones de trabajo contemporáneas, en tal sentido se aprecia (figura1) que los docentes de la UNCP cuentan con una sobre carga de labores que tienen una influencia significativa en la generación de riesgos para salud de los docentes”.

“En relación a los riesgos físicos, es importante considerar que contaminantes físicos, son las diferentes formas de energía y están constituidos por energías de diferentes formas capaces de producir efectos adversos en la salud del trabajador. Estos agentes son la radiación electromagnética e ionizante, el ruido, vibraciones, temperaturas extremas y presiones extremas”.[7]

En tal sentido en la investigación se identifican riesgos físicos ubicados en el aula como son: piso del aula en mal estado o no adecuado (17%), cableado del aula en mal estado (26%), inadecuada ubicación de la pizarra (20%), deficientes instalaciones eléctricas (20%), inadecuado tamaño de aula (20%), deficiente iluminación (22%), deficiente cableado de red de internet (30%), no cuenta con espacios ecológicos (27%) (Figura 2)

“En el caso específico de los docentes, según los encuestados se puede comprobar que las condiciones de trabajo son precarias y muchas veces con un alto nivel de demanda laboral (intensificación del trabajo), y que el riesgo de salud se minimiza porque se observa su dedicación y vocación y no necesariamente las condiciones que puedan generar o traer consigo enfermedades ocupacionales, es importante reconocer que la docencia universitaria requiere esfuerzos o condiciones especiales para el desempeño, condiciones adecuadas que no puedan afectar el desarrollo y calidad de vida de los docentes”[8], pues es necesario planificar estrategias de promoción de la salud en mejora de las condiciones de trabajo en este grupo ocupacional.

Es importante señalar que los condiciones físicas están estrechamente relacionadas con las condiciones de seguridad, pues al sustentar en el presente estudio riesgos físicos: el piso del aula se encuentra en mal estado o no es adecuado, cableado del aula en mal estado, inadecuada ubicación de la pizarra, deficientes instalaciones eléctricas, inadecuado tamaño de aula, deficiente iluminación, deficiente cableado de red de internet y no contar con espacios ecológicos son peligros eminentes que resultan de la falta de protección del trabajador durante el desempeño de su tarea en el entorno físico del trabajo. “Los docentes de la universidad se exponen al riesgo de presentar accidentes laborales debido a la serie de agentes materiales de la infraestructura, que presentan deficiencias o factores de riesgo. Para medir las condiciones de seguridad es importante realizar el análisis sistemático de los agentes materiales de mayor relevancia en el desempeño laboral del profesor, ya sea por la importancia en las consecuencias sobre la salud enfocada desde su triple dimensión biológica, psicológica y social. La dinámica laboral del trabajo profesor condiciona a exponerse a los múltiples peligros laborales que tienen el potencial de producir posibles consecuencias negativas para la salud” (Rodríguez, 2012).

En relación a los materiales de trabajo, se conoce que el recurso insuficiente afecta el desarrollo de trabajo, “más aún los factores institucionales que dificultan el trabajo de una considerable proporción de profesores son: excesivo número de alumnos por aula” (Rodríguez, 2012), (figura 1: promedio de número de alumnos por clase 48), condiciones de la infraestructura física, la labor educativa implica para los docentes gran cantidad de horas de trabajo. (Figura 1: promedio de horas pizarra semanales 14 horas. McBer (2001), realizó un estudio sobre “el tipo de situaciones que afectan al docente y las clasificó en tres dimensiones: personal, profesional y situacional, la dimensión situacional se relaciona con la influencia de las condiciones del lugar de trabajo, tales como, el espacio físico que ocupa para realizar sus tareas y por los factores psicosociales, socioeconómicos y demográficos que rodean su lugar de trabajo” (McBer, 2001).

En relación a los riesgos biológicos, en la figura 3, se muestra los riesgos biológicos: elevar la voz en clases por el nivel del ruido, presencia de objetos contaminantes, expuestos a sustancias químicas y tóxicas, expuesto a enfermedades infectocontagiosas, expuesto a enfermedades oftalmológicas, expuesto a presencia de virus paperas, TBC, hepatitis

Se entiende por “contaminantes biológicos, están constituidos seres vivos, tienen poder de virulencia y son capaces de reproducirse condicionadas por factores de temperatura y humedad ambiental. Se clasifican en: virus, bacterias, protozoos, hongos, helmintos, artrópodos. Estos microorganismos ingresan al organismo del trabajador través de distintas vías como: oral (ingestión), respiratoria (inhalación), ocular (a través de la conjuntiva), parenteral (pinchazos) y dérmicas (a través de la perdida de la integridad cutánea). En la actividad del profesor es importante mencionar los factores de hacinamiento y contacto directo con el alumno que puede condicionar al contagio de enfermedades comunes que estén sufriendo la población estudiantil” (Calero P, 2012).

En el estudio “Salud y Trabajo de Docentes de Instituciones Educativas Distritales de la Localidad uno de Bogotá, concluye que: el 37.8% de docentes expresa presencia del ruido dentro del aula, situación que les exigía elevar el volumen de la voz para lograr la atención de los estudiantes. Las instalaciones e infraestructuras son calificadas como deficientes. Los riesgos disergonomicos identificados son: la bipedestación prolongada, hiperextensión de los miembros superiores por el uso frecuente de tableros y el esfuerzo bucal mediado por factores como la captación de atención, situaciones de disciplina y altos niveles de ruido” (Muñoz, 2012). “En la encuesta Nacional de Instituciones Públicas y Privadas en el 2014 se muestra que el 45% de docentes peruanos de las instituciones públicas han reportado problemas de garganta, afonía e inflamaciones, esta cifra se incrementa hasta un 46%”[9].

La condición de trabajo de los docentes de la UNCP conlleva a la exposición de riesgos disergonómicos desenlazando trastornos musculo esqueléticos, por lo que el (5%) de los docentes ha reportado artritis reumática, lesiones a la columna como es la lumbalgia (27%). Existen otros problemas de salud relacionados a los docentes, tales como gastritis (9%), trastornos en el esófago (22%). La problemática de salud descrita anteriormente se convierte en un factor que produce impacto en el desarrollo de las actividades de enseñanza del docente permitiendo de esa manera explicar las razones del ausentismo y presentismo laboral. En este sentido se vuelve relevante considerar el desconocimiento de los docentes encuestados sobre la salud ocupacional (49%); considerando el impacto a las exposiciones de ambientes y situaciones de riesgo de trabajo en el bienestar físico, psicológico, social y emocional del docente.

Consideramos que en presente estudio “los factores biológicos presentan gran influencia en la población docente porque existe continua exposición en sus actividades que representan una condición de riesgo en cuanto a la organización del trabajo. Autores diversos convergen sobre el impacto de la exposición del docente al escenario laboral en la salud física, ya que reportan en sus estudios los efectos: disfonías, enfermedades cardiovasculares y trastornos músculo esqueléticos” (Parra, 2001)

En relación a la salud de los docentes podemos citar que padecen de las siguientes enfermedades: gripe (66%), cambio en los patrones de fonación (10%), hipertensión arterial (13%), tensiones y contracturas (36%), lumbalgias (27%), en la “actualidad cada vez más se incrementa la tendencia entre los especialistas a considerar que todas las enfermedades tienen raíces psicosomáticas, es decir, que todo padecimiento que se refleja a nivel físico está asociado en mayor o menor grado a factores que son influidos por la personalidad del individuo” (Cornejo, 2008). Se concluye que la situación de salud del docente está relacionada con las condiciones en las que se realiza el trabajo, es importante considerar que la falta de gestión de los riesgos señalados puede llegar a producir accidentes laborales y/o enfermedades ocupacionales”

“El impacto de la salud producto de interacción profesor y entorno laboral tiene evidencias internacionales ya que se han encontrado problemas como el desgaste de la salud mental, una de las principales alteraciones durante su ejercicio profesional; también se ven expuestos a diferentes peligros que pueden generar problemas vocales y osteomusculares, entre otros. La afección de la salud mental se expresa en enfermedades como estrés, depresión, neurosis y una variedad de enfermedades psicosomáticas diagnosticadas y percibidas (gastritis, úlceras, colon irritable, entre otras)”[10].

Con respecto a los riesgos psicosociales, se muestra: fatiga (54%), pérdida de concentración (20%), cambios en el estado de ánimo irritabilidad, enfado, desánimo (66%), perdida de sueño por preocupaciones (39%), se siente constantemente bajo presión (29%)

La OMS define a los factores psicosociales como “las interacciones entre, por una parte, el trabajo, el medio ambiente y las condiciones de organización, y por la otra, las capacidades del trabajador, sus necesidades, su cultura y su situación personal fuera del trabajo, todo lo cual; a través de percepciones y experiencias, pueden influir en la salud, el rendimiento y la satisfacción en el trabajo” (Levi, 2001). El trabajo “es un escenario que puede ayudar a la identificación de la enfermedad mental y facilitación del tratamiento adecuado. Según autores, describe el efecto del trabajo en la salud mental, los factores del espacio laboral pueden incrementar la posibilidad de ocurrencia de un desorden mental, empeorar un desorden mental, puede contribuir directamente al distrés mental (desmoralización, humor depresivo, ansiedad, burnout, etc.)”. (Martín y Pérez, 1997), “las consecuencias son perjudiciales sobre la salud o el bienestar del trabajador que se derivan de una situación en las que se dan unas condiciones psicosociales adversas o desfavorables en el contexto laboral son el estrés, la insatisfacción laboral, problemas en las relaciones interpersonales, desmotivación laboral, etc. por lo tanto, la realidad psicosocial hace referencia no tanto a las condiciones que objetivamente se dan sino a cómo son percibidas y experimentadas por los docentes” (Kornhauser, 1965)..

“Existe una relación directa entre salud mental deficiente y condiciones de trabajo desagradables En este sentido los obstáculos que los profesores perciben en su lugar de trabajo tienen un efecto en su salud psicológica. Así, a mayor percepción de obstáculos mayores niveles de ansiedad y depresión” (García y Llorens, 2007). Otros autores encontraron en su estudio “problemas de salud mental: se destaca las altas tasas de trastornos depresivos y ansiosos” (Martínez, 2004) y “problemas psicológicos: destacan los estudios cuantitativos sobre estrés y burnout en docentes y la amplia gama de descripciones sobre malestar docente y sufrimiento psíquico en el profesorado” (Becerra, 2005). Por lo que, la UNESCO reporta un alto porcentaje de docentes que han experimentado insomnio, angustia o problemas de concentración en los últimos años.

La insatisfacción con el rol laboral del docente y la falta de apoyo social (36%) opina que no recibe apoyo de sus jefes inmediatos ante los problemas derivados de su trabajo “son los que más se asocian con la sintomatología física y mental relacionada con estados depresivos” (Matud, 2002). Cuantos más obstáculos tengan estos en su lugar de trabajo como en la investigación se describe: el no goce de licencias (39%), no acceder a permisos laborales (22%), “mayores síntomas de ansiedad y depresión mostrarán” (García y Llorens, 2003).

Por lo tanto, no es sorprendente que los resultados obtenidos en estudios recientes sobre el estrés del docente, casi todos los maestros reportaran problemas de cambios de ánimo (figura 4) por el “estrés relacionado con las demandas de tiempo de enseñanza. Ya que el protagonista de estos cambios es el propio docente y es necesario que las demandas armonicen con su preparación profesional y sus recursos intelectuales. Lamentablemente cuando estos recursos u otras condiciones de trabajo necesarias para los cambios no están presentes, las demandas laborales no pueden cubrir las expectativas sobre su cumplimiento, y esto implica un elevado costo a la salud y al bienestar del docente” (Oramas-Viera, 2013).

Con todos los riesgos psicosociales expuestos, podríamos deducir que los docentes se encuentran expuestos al Síndrome de Quemado por el Trabajo, dicho síndrome “deriva de una serie de condiciones del hacer diario de los trabajadores, las cuales actúan en conjunto favoreciendo su aparición, tales condiciones se relacionan como ya se ha mencionado anteriormente con realizar una actividad laboral cuyo servicio está directamente relacionado con la atención directa hacia personas, horarios de trabajo excesivos, altos niveles de exigencia mental y deficiencias en las condiciones organizacionales” (Albee, 2006)

“Otro elemento considerado como clave en la aparición del SQT es el trabajo emocional, entendido este como la exigencia de un trabajador de expresar emociones socialmente deseables durante la transacción en los servicios” (Albee, 2006). Los docentes encuestados (30%) escoden sus emociones y sentimientos. Es importante analizar los procesos de estrés laboral “demanda la preocupación de las organizaciones por la afectación de este síndrome sobre la calidad de vida laboral que ofrecen a sus empleados, por lo tanto consideran que es necesario un mayor conocimiento del fenómeno. Ya que en el ambiente laboral es donde se originan las exposiciones a factores de riesgo psicosocial que pueden dar lugar a alteraciones de la salud y del bienestar de los trabajadores” (García-Gadea, 2008).

Según lo citado, “para lograr un mayor conocimiento de la experiencia del SQT de los trabajadores, es fundamental centrarse tanto en el individuo como en los grupos de trabajo dentro de la organización ya que, por una parte, las diferencias individuales derivadas de la personalidad y por otro los factores psicosociales del contexto actúan en conjunto y es necesario su estudio para poder explicarlo” (García y Gadea, 2008).

Otro factor psicosocial que analizamos dentro de la presente investigación y que es importante hacer mención es el clima laboral (92%) el cual los encuestados responde que es buena, la “principal fuente de deterioro de clima laboral son la relaciones con sus colegas y directivos, por sobre las exigencias planteadas por los estudiantes. En la universidad, los docentes valoran el clima y cultura laboral, la manera como se organiza el trabajo y el soporte de las relaciones interpersonales ante situaciones estresantes derivadas de los factores psicosociales” (Lau, 2000). Se entiende como clima laboral a la valorización conjunta que hace un grupo de personas que comparten una misma cultura organizacional y un mismo ambiente de trabajo. Desde esta perspectiva, el concepto de calidad de vida laboral recoge “El Teorema de Tomás: Si las personas perciben algo como real, es real en sus consecuencias. Por lo tanto, no resulta sorprendente que frecuentemente, el término satisfacción laboral ha sido identificado como calidad de vida laboral” (García y Gadea, 2008).

Como podemos observar, los riesgos psicosociales identificados son principalmente los que están asociados con el desgaste profesional mostrado en síntomas frecuentes que a continuación se describe: sensación de cansancio profundo derivado del estrés, fatiga física y emocional, y lleva al individuo a evitar involucrarse emocionalmente con la situación laboral desencadenando una actitud de indiferencia o cinismo y cuando éste se hace consciente de ello aparece la culpa agravando los efectos de malestar y cansancio

Es importante señalar que “el SQT es mucho más que un cansancio habitual, ya que este puede ser reparado simplemente con descanso físico, sin embargo, el SQT es algo más complejo ya que se forma de la combinación de una serie de factores psicosociales, tales como la calidad de sus relaciones interpersonales en el trabajo, ansiedad derivada de las condiciones de su entorno inmediato, irritabilidad o escasa tolerancia al conflicto, falta de concentración, cinismo o depresión. También comenta que es común que exista un distanciamiento hacia las demás personas además del surgimiento de problemas conductuales que le afectan a nivel emocional, favoreciendo la aparición de enfermedades psicosomáticas tales como: insomnio” (Forbés, 2011), según los encuestados (39%) presentan pérdida de sueño por preocupaciones, migrañas-cefalea (21%), pérdida de peso, dolores musculares, deterioro cardiovascular etc.

Ante ello, “en el entorno laboral, un individuo afectado por el SQT se caracteriza por una disminución en la calidad de su trabajo, además, es proclive al absentismo, a las malas relaciones personales, a la disminución del sentido de realización y a ser cada vez menos capaz de tolerar la presión y de dar solución a conflictos o situaciones que surgen de manera cotidiana lo cual le produce una gran insatisfacción” (Cooper, 2005). En la universidad la exposición a los riesgos psicosociales es cada vez más habitual e intensa, lo que hace conveniente y precisa la identificación, evaluación y control del clima grupal con el fin de evitar sus riesgos asociados al estrés, a la salud y la seguridad en el trabajo

Según la teoría de la autodeterminación “sostiene que existen tres necesidades psicológicas innatas: de autonomía, de competencia y de relaciones, y el cumplimiento de estas necesidades conduce al bienestar, el cual se manifiesta también, en un mayor afecto positivo o satisfacción con la vida. Lo que ha sido asociado en diversos estudios con un mayor éxito en el trabajo y en las relaciones interpersonales, en su estudio sobre la satisfacción laboral la definen como una actitud general hacia el trabajo, los individuos más satisfechos con sus trabajos se observe un comportamiento más positivo y una mayor salud psicológica en la estructura social de la organización” (Diener, 2008).

Cuando se habla de clima laboral psicosocial hace referencia “a la percepción de aquellas condiciones que se encuentran presentes en una situación laboral y que están directamente relacionadas con la organización, el contenido del trabajo y la realización de la tarea, y que pueden afectar tanto al bienestar o a la salud física, psíquica o social del trabajador como al desarrollo del trabajo, la enseñanza es una tarea compleja y difícil. Los cambios que enfrentan actualmente los docentes incrementan el riesgo de percibir una mala calidad de vida laboral ocasionada en muchos de los casos por conflicto o ambigüedad de rol, ya que frecuentemente los docentes deben dedicar su tiempo a varias tareas no solo relacionadas con sus alumnos, sino también con las familias y otras derivadas de su labor docente en las que debe participar y le restan tiempo para terminar todas sus actividades” (Martín-y Pérez, 1997).

Respecto a la dimensión personal de los docentes, “existe evidencia empírica de que cada vez en mayor medida se considera tanto a nivel académico como a nivel social que la conciliación trabajo-familia es parte de la calidad de vida laboral, algunos estudios han demostrado que cuantas más horas trabaja una persona, mayores niveles de conflicto trabajo-familia experimenta, además que se ha demostrado que las personas cuya familia interfiere en sus trabajos, experimentan mayores niveles de estrés laboral y tienen dificultades para desempeñar sus tareas laborales” (Schouteten y de Witte, 2005). En este sentido el (70%) de encuestados responde que es la persona que mayormente contribuye con los ingresos económicos del hogar, (40%) está al cuidado de sus hijos, nietos y familiares, y (64%) realizan actividades domésticas, (44%) cuenta con otros trabajos renumerados.

Una tarea específica demanda una cantidad o cualidad de energía, entonces, la carga de trabajo es el conjunto de requerimientos físicos y mentales a los que el trabajador se ve sometido a lo largo de su jornada laboral. Para valorar el impacto de la carga de un trabajador frente a una tarea es necesario conocer a detalle los conceptos de la carga física y la carga mental Carga mental: es el esfuerzo intelectual que debe realizar el trabajador, para hacer frente al conjunto de demandas que recibe en el curso de realización de su trabajo. [11]

En relación a los riesgos ergonómicos, se entiende por ergonomía la ciencia que estudia cómo adecuar la relación del ser humano con su entorno, según la definición oficial que el Consejo de la Asociación Internacional de Ergonomía (IEA). Una de sus ramas, la ergonomía física, estudia las posturas más apropiadas, las posturas corporales inadecuadas que adoptan les generan tensión muscular que se traduce en dolor de cabeza, cuello y espalda. La gran mayoría de los factores de riesgo son introducidos en las actividades laborales sin estudios previos de su efecto en la salud. En general, las normas de prevención se desarrollan una vez producido el daño y muchas de éstas aparecen mucho tiempo después de ser conocidos estos efectos.

Conceptualizando la ergonomía, podemos citar que “la ergonomía tiene que ver con dos razones importante, la primera y más importante es la índole perjudicial de la materia manipulada que, al exhalar deletéreas emanaciones y ligeras partículas nocivas a la naturaleza humana, provoca distintas enfermedades; la segunda está relacionada con ciertos movimientos violentos y descompuestos, así como forzadas posturas del cuerpo, debido a las cuáles se altera la natural estructura de la máquina vital, de modo que, por ello, poco a poco acaban originándose graves dolencias” (Ramazzini, 1743)

En relación a los riesgos ergonómicos, a continuación, se detallan: levanta, traslada o arrastra cargas (20%), movimientos monótonos (casi idénticos) con los dedos, manos y brazos (37%), asientos confortables en el trabajo (20%), y mantenerse en posturas incomodas (33%). “Según la UNESCO el trabajo en el mundo de la educación ha sido una fuente silenciosa para la alteración de la salud física, es entonces que reporto, problemas de salud producto de las exigencia ergonómicas en el Desarrollo de sus tareas (disfonías, alteraciones musculo esqueléticas) y problemas asociados a la salud en general, muestra preocupación por las enfermedades crónicas, ya que se evidencia la alta carga de factores de riesgo que aparecen en su estudio (grupo etario de riesgo, sedentarismo, exceso de jornada, trabajo de alta demanda y escaso control, con bajo soporte social)”.

En Latinoamérica estudios diversos “analizan las condiciones laborales de los docentes, ya que la mayor distribución de tiempo de actividad del docente se desarrolla en las instalaciones de un aula, se enfrentan a condiciones como: estar de pie en largos periodos de tiempo, tener que forzar la voz, estar expuestos a cambios bruscos de temperatura” (Kyriacou, 2003). Entre otros autores describen que “los factores de riesgos ergonómicos influyen en el desempeño de sus funciones; esto es, ambigüedad y conflictos del rol docente, el mantenimiento de la disciplina, la desmotivación en los alumnos, la falta de materiales de apoyo para el trabajo, las presiones de tiempo, el exceso de trabajo administrativo, el descenso en la valoración social de la profesión docente, la pérdida de control y autonomía sobre el trabajo y la falta de apoyo entre los colegas” (Salanova, 2008).

Es importante considerar que en la “dinámica laboral del docente existe la estrecha relación entre el trabajo y la salud; ya que hay motivos suficientes para entender esa interacción; las condiciones laborales precarias son causa de precaria salud mental y física. Más aun, es lógico afirmar que la pobre salud mental o física resulta en pésimos niveles de desempeño y productividad en el trabajo competitivo actual del docente” (Salanova, 2008).

La alteración del estado de salud del trabajador condiciona la presencia del trabajador en la realización de una tarea. Entonces se pueden dar los fenómenos de absentismo laboral y presentismo laboral. Es importante considerar la gestión de salud ocupacional del docente pues, el desgaste físico de los docentes, conllevan a generar un malestar en la salud que demanda de su atención e intervención inmediata con la finalidad de no ocasione mayores lesiones biológicas y orgánicas en la funcionalidad del organismo. La producción de enfermedades profesionales, pueden desencadenar o agravar enfermedades comunes, y por la falta de condiciones ergonómicas en los puestos de trabajos y los cambios en la organización (diferentes modalidades de trabajo, extensión de la jornada laboral, entre otras). La ergonomía y los factores de riesgo en Salud ocupacional deben ser contemplados de forma sistematizada en relación a la labor del docente mediante las revisiones periódicas o exámenes médicos ocupacionales

Finalmente en relación a conocimiento sobre evaluaciones, mediciones y controles ocupacionales (54%) responden que no existe, no tiene acceso a un servicio de prevención de riesgos laborales o de salud laboral (50%), no existe delegado, comisión o comité de salud y seguridad o higiene en el trabajo (59%), no se realizan reuniones periódicas en donde se pueden manifestar en relación a la salud y seguridad en el trabajo (61%); ante ello la normativa nacional y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la cultura (UNESCO)

Conclusiones

Con respecto a los resultados obtenidos en relación al riesgos biológicos son elevar la voz en clases que conlleva a patrones de cambio de fonación, exposición a enfermedades infecto contagiosas, exposición a presencia de virus (paperas, TBC, hepatitis), tensiones y contracturas; los riesgos psicosociales son fatiga, irritabilidad, ansiedad, pérdida de sueño por preocupación, sentirse bajo presión; en relación a los riesgos ergonómicos son movimientos repetitivos con los dedos, manos o brazos y mantener posturas incomodas al dictado de clase. Los docentes se encuentran expuestos a situaciones de riesgo que puede conllevar a desarrollar alguna enfermedad ocupacional esto sumado a factores como son la edad, años de dedicación a la docencia, sobrecarga laboral, stress. Es importante destacar que identificar los riesgos ocupacionales mejora la capacidad de establecer modelos que permitan la intervención frente a la seguridad y salud de los colaboradores, siendo relevante la prevención y abordaje sobre estos riesgos, contribuyendo así en la mejora de la calidad de vida en entornos docentes que permita mejorar el proceso de enseñanza – aprendizaje por ende la labor docente, la presente investigación está dentro de la línea de investigación de desarrollo humano y políticas sociales.

Agradecimientos

Expresamos nuestro agradecimiento a todos los docentes de la Universidad Nacional del Centro del Perú por su disponibilidad de tiempo y por contribuir con sus aportes durante la aplicación de las encuestas.

Conflictos de interés

Los autores declaramos no tener conflictos de interés.

AUTORES:

Ricardo Soto*, Julissa Muñoz*, Eugenio Orellana**

*Docentes de Escuela Profesional de Trabajo Social,

** Docente de la Facultad de Ingeniería de minas

Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP), Huancayo-Perú.

Instituto de Investigación de Trabajo Social de la Universidad Nacional del Centro del Perú, Huancayo – Perú.

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MG. RICARDO SOTO SULCA
Licenciado en Trabajador Social de la Universidad Nacional Centro del Perú. Magister en Sociología de la PUCP. Con estudios de doctorado en Antropología, Con estudios sobre Infancia, Diplomado en Estudios Culturales, entre otros. Experiencia de trabajo: Pas-Decano de la Facultad de Trabajo Social de UNCP, Profesor Principal en las materias de Investigación y Cultura y sociedad. Director de la ONG C.C. J.M. Arguedianos que trabajo con Niños y adolescentes, jóvenes; elaboración de proyectos de promoción, programas de capacitación y publicaciones en temas de Infancia y Cultura Andina.

MG. JULISSA KARENT MUÑOZ ROJAS
Licenciada en Trabajo Social de la Universidad Nacional Centro del Perú. Magister en Políticas Sociales mención Promoción de la Infancia de la UNCP, diplomado en gerencia social, salud ocupacional, entre otros. Experiencia de trabajo: docente en la Facultad de Trabajo Social de UNCP, área de bienestar laboral en empresas públicas y privadas; experiencia en elaboración de proyectos en línea de desarrollo social y especificidad de Trabajo Social.

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