Trabajo Social en empresas y gestión de la crisis frente al Covid 19

Perú

1) ACERCA DEL TRABAJO SOCIAL

La gestión de la crisis está en el corazón del Trabajo Social, nuestra profesión se origina como respuesta a la crisis del sistema socio económico en el siglo XIX; “nace en Inglaterra, producto de la industrialización y de la inmigración, post guerra y de la lucha sobre la pobreza”. (1). En nuestro país el Trabajo Social nació en el siglo XX, en la década de los años 30; por crisis frente a la irrupción de la industrialización. Por ende, nuestro quehacer se enmarca dentro de las crisis. El problema de salubridad pública, como lo es la pandemia “covid-19” en el siglo XXI, evidencia los problemas sociales de una sociedad global en crisis, que, pese a los adelantos en ciencia y tecnología, no ha dado respuesta a problemas como calidad de vida básica y a la vivencia de valores fundamentales para que una sociedad persista. Pero también es una oportunidad para sacar lo mejor de cada uno, porque todo problema es una oportunidad. El Trabajador Social es uno de los profesionales que participan en la gestión de crisis.

¿Qué hacen los Trabajadores Sociales en situaciones de crisis?

Lo que sucede en las situaciones de crisis es “la incapacidad de la persona para abordar la situación” (2) Frente a esto es importante que el Trabajador Social cuente con un perfil de capacidades y actitudes que permitan ayudar a las personas en situaciones; las que se pueden resumir en: “obtener y actualizar la información, capacidad de análisis, capacidad de relación interpersonal, empatía, claridad y transparencia, respeto, confianza, creatividad y flexibilidad” (2).

2) LOS HECHOS EN ESTA PANDEMIA.

Estamos enfrentando una crisis mundial, que no solo es en el aspecto económico sino también social, en diferentes planos como: persona, familia y comunidad. Se replica en nuestro país, agudizando las diversas carencias que presentamos desde hace varias décadas. Afortunadamente el sector empresa y dentro de ellas la banca, se encuentra en mejor situación para enfrentarla, por los recursos con los que cuentan.

– Infección por “Covid-19” declarada como pandemia en nuestro país el 11/03/2020, es decir epidemia a nivel mundial, contagio a nivel global.

– Virus desconocido y altamente contagioso para el cual, por el momento, no hay vacuna.

– La salud de las personas se ha visto amenazada, vulnerando el instinto de supervivencia; generando miedo, ansiedad y estrés. La salud no solo es necesidad básica, sino también es un bien para la producción, porque sin salud no se puede trabajar.

– Las medidas disponibles se resumen a cuarentena y lavado de manos con jabón, porque las redes de salud de nuestro país no están en capacidad de atender a todos los contagiados que lleguen a crisis respiratorias.

– Para evitar la concentración de personas, las empresas y entidades que lo han podido hacer, optaron rápidamente por el trabajo remoto y reducir el aforo de los equipos de atención al público. Se prevé que esta modalidad se conservará en adelante, porque ha demostrado no ser contaminante para la ecología, así como reducir costos de producción.

– Las casas, súbitamente se han convertido en: hogares, centros de trabajo y escuelas. Sus miembros tienen que reajustar: roles, usos y costumbres. Situación que va a perdurar. Van a necesitar orientación para afrontar estos retos. La familia retorna de alguna manera a lo que fue hasta el S XVIII, antes que esta delegara sus roles a otras instituciones y personas de apoyo (entonces sus miembros, paulatinamente tuvieron que dejar sus hogares, para incorporarse a la fuerza laboral).

– Ingresamos a una nueva era: Siglo XXI es post pandemia, con cambios vertiginosos en los que serán centrales el uso de la tecnología y nuevas costumbres para preservar la ecología.

– El trabajo como actualmente se percibe, va a cambiar hacia lo mayoritariamente digital fuera de los centros de trabajo; también se produce la aparición de nuevas tareas y la urgencia de asumirlas, dejando las que usualmente desarrollábamos. Las personas van a tener que cultivar su empleabilidad a través de la capacitación virtual y cambio de paradigmas, para lo cual necesitarán orientación social.

– Las personas necesitarán manejar sus emociones encontradas, ante estos cambios; una nueva socialización en el que se aplicará retomar y conocer olvidados “protocolos” para convivencia social.

3) TRABAJO SOCIAL EN EMPRESAS.

¿Qué podemos hacer como Trabajadoras Sociales en la respuesta mitigadora de nuestras instituciones?

Varias de estas acciones ya las realizamos en nuestro quehacer diario, porque somos las más cercanas a los colaboradores y familiares. Estamos empoderadas en este ámbito dentro de nuestras instituciones.

Ejes de focalización de acción:

– Trabajador y familia: ofreciendo apoyo y asesoría inmediata; información sobre los beneficios que tienen disponibles, deben conocerlos y potenciarlos.

– Educación y promoción social: brindar capacitación para asumir los nuevos roles que exigen la nueva situación; se puede necesitar el trabajo de otros especialistas, para casos específicos que se detectan en el “Triaje Social”.

– Recreación y manejo de instrumentos lúdicos: a fin de propiciar la integración del trabajador con la familia, para convivencia armoniosa.

Acciones:

– Continuar siendo el “front de contacto” con los colaboradores y familiares. Seguir con la “Consejería social” a través de la entrevista social, a fin de efectuar “Triaje Social”, orientando y derivando al especialista que sea pertinente (psicólogo, psiquiatra, médico, etc).

– Fortalecer la resiliencia (capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas), que es lo que ayuda a manejar la incertidumbre.

– Potenciar los recursos con los que contamos y ofrecer al colaborador el abanico de beneficios a los que puede recurrir.

– Fortalecer y valorar a la familia, sus roles y fuente de “red social” básica de soporte del colaborador, así como su papel fundamental de “agente de socialización”. La familia implica trabajo colectivo, por lo que cada miembro debe asumir responsabilidades y tenerlo claro.

– Difundir y fortalecer los “protocolos sociales” que aseguran convivencia armoniosa en la familia y con el entorno en el que viven.

– Visitas sociales a las oficinas de las instituciones, desarrollando “pausas activas”, compartiendo tips de prevención de la salud, cómo asumir los “roles familiares” (la casa ahora será hogar y centro de trabajo por el “Home office”, deben así conciliar familia y trabajo), juegos con los hijos (utilizar lo lúdico como herramienta de aprendizaje y de convivencia armoniosa) y ofreciendo la consulta social. Esto demostrará más cercanía y apoyo de la empresa; recordemos que los colaboradores identifican a Trabajo Social como la presencia de la empresa (las otras instancias las visualizan como temas operativos o regulatorios).

– Desarrollar y fortalecer la perspectiva de disfrutar cada momento y ser responsable de sus actos.

– Fortalecer su empleabilidad, a fin estén dispuestos a asumir nuevos roles y/o desempeñar nuevos puestos. El Banco va a cambiar estilos de trabajo, porque la sociedad va a cambiar en la post pandemia.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

(1) HISTORIA – Trabajadores Sociales Unidos – Google Sites

(2) Revista Margen Nº 63 – diciembre de 2011. Los Trabajadores Sociales en situaciones de crisis, emergencias y catástrofes. Por Itziar Herrero Muguruza. Trabajadora Social. Especialista en Intervención en crisis, emergencias y catástrofes.

(3) El trabajador social y sus funciones | Guía Emagister

ESTHER GONZÁLEZ ZEGARRA Trabajadora Social, con licenciatura en la PUCP y diplomada en Gestión de Recursos Humanos. Jefa del equipo de Asistentas Sociales del BBVA Continental

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