Perú
Resumen
La presente cuenta una hermosa experiencia no premeditada en una comunidad campesina e indígena denominada Cancha Cancha (distrito de Chuschi, provincia de Cangallo, región Ayacucho), en la que se manifiesta una problemática y deja al descubierto la situación de la educación rural en el contexto de la nueva pandemia del Coronavirus, donde la situación adversa fue tomada como una oportunidad para seguir combatiendo la pobreza mediante la única vacuna a la que tenemos acceso es la educación. En este caso valiéndose de un principio cultural llamado “cooperación” y “reciprocidad” reproduciendo y transmitiendo conocimientos adquiridos en una casa superior de estudios.
Introducción
En el presente artículo comparto mi experiencia personal sobre las dificultades de acceso a las clases virtuales del “Aprendo en Casa” en marco de COVID-19, por parte de los niños y niñas Cancha canchinos. “El día que el presidente de la república Vizcarra anuncia la declaración del estado de emergencia en todo el territorio nacional para evitar la propagación del Coronavirus, retorné de la ciudad de Ayacucho hacia mi pueblo natal de Cancha Cancha para cumplir con las disposiciones dadas por el gobierno. Durante los primeros días de mi instancia en el pueblo, pude darme cuenta que algunos niños y niñas en edad escolar continuaban efectuando las tareas domésticas, dejando de lado sus deberes como estudiante. Viendo esta situación, entendí que debía apoyar a los niños desde un enfoque intercultural bilingüe, brindando un soporte educacional como también de tutoría, impartidos en campo abierto y al aire libre, haciendo uso de los libros del Ministerio de Educación (Minedu) facilitados por el director de la institución educativa del pueblo, la plataforma de “Aprendo en Casa” y de recursos que tenemos al alcance en el campo, tales como flores, frutos, hojas, tallos de hiervas silvestres, arbustos, árboles e inclusive piedras. Por ahora, el mejor pago que recibo por este trabajo voluntario es gratitud de los padres de familia y la sonrisa que veo en los nuestros niños y niñas.
1. La Educación en tiempos de coronavirus
La pandemia del nuevo Coronavirus COVID-19 para propagarse por todo el mundo no distinguió clases sociales, culturas ni fronteras. La llegada al Perú era cuestión de tiempo. El primer caso fue confirmado el 6 de marzo del 2020 en la ciudad de Lima. A partir de la fecha hasta la actualidad, la enfermedad ha generado crisis en la salud pública, la economía y en toda la dimensión social a lo largo y ancho del país.
El gobierno para poder contener y controlar la propagación declaró mediante el Decreto Supremo N° 044-2020-PCM, el Estado de Emergencia Nacional a partir de 16 de marzo hasta el 30 del mismo mes del año 2020, disponiendo el aislamiento social (cuarentena) e inmovilización social obligatorio. Para cumplir esta medida en el país se cerró las fronteras, suspendió temporalmente el transporte interprovincial e internacional de pasajeros por medio terrestre, aéreo, marítimo y fluvial.
Antes que llegara el Coronavirus al Perú, el Minedu dispuso el inicio de las clases escolares a nivel nacional para el 16 de marzo del 2020. Sin embargo, el 11 de marzo, el presidente de la nación cambió la fecha de inicio para lunes 6 de abril, debido a la llegada de COVID-19 al país y aumento de los casos de contagio. Por consiguiente, el mandatario anunció una nueva fecha de inicio, para lunes 16 de abril, pero de manera a distancia. A continuación, se cita un fragmento de declaración de mandatario de la nación (Andina, 2020):
“La educación pública iba a iniciarse el 16 de marzo y tuvimos que suspenderla por el estado de emergencia. Pero no podemos sacrificarla y por eso, después de recibir la propuesta del ministro, las clases en las instituciones educativas públicas y privadas comenzarán el lunes 6 de abril, pero de manera remota”.
El día que el presidente Vizcarra anuncio la declaración del estado de emergencia en todo el territorio nacional por un periodo de 15 días a partir de las 00:00 horas del 16 de marzo para evitar la propagación de Coronavirus. Las familias desde las diferentes ciudades iniciaron un retorno masivo a sus pueblos de origen. Yo, mi hermano Hugo y mi prima Rita no fuimos ajenos en retornar de la ciudad de Ayacucho hacia nuestro pueblo llamado Cancha Cancha para cumplir con las disposiciones dadas por el gobierno nacional.
1.1. Brecha digital a flote
El problema de brecha digital en la educación peruana no es nuevo, pues tiene sus origines en la desigualdad social. De acuerdo a (Ibarra, Ataucusi, Ataucusi, & Mamani, 2015), el problema es que la brecha digital existente entre la zona favorecida (zona urbana) y la zona desfavorecida (zona rural) es cada vez mayor, en vista que en la zona rural no tienen las mismas condiciones de acceso a las TIC, es así que existen escuelas rurales que no tienen una conexión a internet, por tanto, no es posible acceder a recursos digitales en línea. Sin embargo, la problemática es aún más grave en los hogares rurales. Por ejemplo, la mayoría de las familias pobres y pobres extremos en mi pueblo Cancha Cancha no tienen televisor, radio, buenos celulares y mucho menos conexión a internet para acceder de manera oportuna, efectiva y adecuada a la plataforma “Aprendo en Casa” implementado por el Estado. Mientras tanto, las pocas familias privilegiadas con tecnología de información presentan el problema en el uso.
A esto se suma, la poca inversión del Estado en sistemas de televisión y radiodifusión y en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Sobre el tema, (Fernández, 2013), menciona que existe todavía una importante brecha en el acceso a las nuevas tecnologías, especialmente en zonas rurales o poco pobladas, las cuales cuentan a menudo con servicios deficientes (baja calidad técnica, poca cobertura, escasa disponibilidad o falta de continuidad) o incluso no disponen de ningún servicio. Resulta difícil hablar del sector de las TICs en ciertas zonas geográficas cuando ni siquiera existe acceso a la red eléctrica ni al agua potable.
En Perú vivimos en una sociedad desigual. Este problema se visibilizó más aún con la pandemia de Coronavirus. Por ejemplo, en la comunidad de Cancha Cancha, las familias que se encuentran en pobreza y pobreza extrema son los que tuvieron problemas de brecha digital. Según (Guadalope, León, Rodriguez, & Vargas, 2017), queda claro que estudiantes pobres o pobres extremos, o que viven en zonas rurales, e indígenas, muestran en general menores niveles de acceso o logro educativo.
1.2. Exclusión y rezago
El acceso desigual al programa de aprendizaje virtual es un factor que a corto plazo aumenta la exclusión y el rezago. El primero se origina, principalmente por la existencia de la pobreza, y pobreza extrema y por falta acompañamiento en el proceso educativo. Según (Dietz, Regalado, & Contreras, 2010), la exclusión educativa tiene su origen en condiciones socioeconómicas, características raciales, capacidades de aprendizaje, etc. Mientras tanto, (Castel, Gedisa, 2004.) nos dice lo siguiente: Hablar de exclusión conduce a tratar por separado ciertas situaciones límite que sólo adquieren sentido cuando se las inserta en determinados procesos. Los ‘excluidos’ están en la desembocadura de trayectorias y de trayectorias diferentes. Nadie nace excluido se hace […] he intentado distinguir zonas de la vida social. Hay una zona de integración, se trata en general de personas que tienen un trabajo regular y soportes de sociabilidad bastante firmes, hay una segunda zona de vulnerabilidad; por ejemplo, el trabajo precario, relaciones sociales inestables, etc. y hay una tercera zona, la zona de exclusión, en la que caen algunos de los vulnerables e incluso de los integrados. Estos son los procesos que es preciso tratar de analizar y describir para apreciar las dinámicas que atraviesan el conjunto de la sociedad y que tienen su origen en el centro y no en los márgenes de la vida social. El segundo es un problema de origen múltiple, principalmente se da porque las personas no pueden acceder a la alfabetización. De acuerdo con (Muñoz, 2009), el rezago educativo es el resultado de un proceso en el que intervienen diversos eventos, como la exclusión del sistema educacional.
2. Dificultades de acceso a las clases en “aprendo en casa”
En la primera semana de clase remota observé que algunos niños y niñas en edad escolar de mi pueblo continuaban efectuando las tareas domésticas. Por mencionar, los niños van a pastorear sus ovejas, cabras, chanchos, también ayudar en la cosecha de papa, oca y maswa, etc. Viendo esta situación, me hacia la siguiente preguntaba: ¿Los niños y niñas que realizan las actividades domésticas cómo y en qué momento estudian en la plataforma “Aprendo en Casa”? En ese tiempo visité a una madre de familia llamada, Bernardina. Ella vivía en la casa de su madre viuda, junto a sus cuatro hijos, debido a que tiene una familia disfuncional. En ese momento, observé también que sus hijos apoyaban en dar comida a los cuyes y gallinas, al ver esto le pregunté a la mamá ¿Tus hijos están estudiando en “Aprendo en Casa”? ¿Cómo hacen con las clases virtuales? Ella, me dijo que no, para saber el motivo le pregunté ¿Y por qué no están estudiando? La respuesta fue: no tenemos televisión, radio, mucho menos un buen celular con acceso a internet. Al escuchar esto me puse a pensar y a reflexionar sobre lo que se estaba suscitando, diferente a la realidad que en algún momento hubiera imaginado encontrar en mi comunidad, me refiero a todas las dificultades que tienen las familias con niños en edad escolar, en el acceso a las clases remotas o virtuales.
En el trayecto de retorno a mi casa, pensaba de qué manera podía ayudar o cual sería mi aporte para coadyuvar en minimizar la problemática que había visto, y me preguntaba en ¿Cómo estudiaran los hijos de las familias pobres y pobres extremos ante la falta de televisión, radio e internet? Y ¿La educación es un privilegio o un derecho? Luego dije, no puedo quedarme con las manos cruzadas viendo toda esta realidad, y era necesario volcar todo lo aprendido dentro de las aulas de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Es así, que comenzó la experiencia del “Aprendo en Campo”, valiéndome de un recurso cultural que es “la cooperación” y la “reciprocidad”. Para hacer realidad la iniciativa habilitamos un pequeño espacio dentro de mi casa. Al día siguiente decidí volver a visitar la casa de la madre de familia para decirle que estaba dispuesta en apoyar a sus hijos con el reforzamiento que requerían en su aprendizaje escolar. La madre reaccionó agradeciendo por el apoyo que quería brindar a sus hijos y se puso feliz; luego con los niños acudimos al local y empezamos con el primer trabajo que fue informarle sobre la pandemia de coronavirus y las reglas de convivencia. Por la tarde comencé a obtener datos de sus respectivos profesores para generar un directorio para contactarme y trabajar de manera coordinada. A medida que pasaban los días se sumaban más niños y niñas, es allí cuando recurro a mi prima Rita para que me apoye en la iniciativa.
Soporte educativo a los niños y niñas, en el campo
Los niños y niñas de Cancha Cancha tienen como lengua materna, el quechua, el cual es una de las lenguas oficiales y con mayor cantidad de usuarios hablantes del Perú, Por esta razón, el soporte y acompañamiento se realiza de manera grupal e individual desde un enfoque intercultural bilingüe. Para este fin se utilizan los libros de MINEDU facilitados por el director de la institución educativa del pueblo, a través de la plataforma de “Aprendo en Casa” y recursos que tenemos al alcance en el campo, tales como flores, frutos, hojas, tallos de hiervas silvestres, arbustos, árboles e inclusive piedras, puestos en práctica en el curso del arte. A esto le sumamos con juegos dinámicos, lectura de cuentos, practica de cantos, dramatizaciones, concurso en matemática y concursos de dibujo.
Las actividades se desarrollan de lunes a viernes en diferentes locaciones en los espacios al aire libre. Entre los más preferidos de los niños y niñas tenemos a “Chipqa pata”, “Chawpi ñan”, “Sallqaypu”, “Waqutu” y “Pablo Conde pata”, puesto que se encuentran desde el pueblo a 10 o 20 minutos de caminata, cada mañana nos trasladamos al lugar, los niños caminan emocionados, los árboles nos brindan sombra, se siente la comodidad, tranquilidad y lo más importante se entra en contacto con la naturaleza. Esta estrategia de trabajar al aire libre fue optada, principalmente para cumplir con el protocolo de salud y el distanciamiento social.
El trabajo que hacemos día a día consiste, principalmente en idear nuevas estrategias con la finalidad de mejorar el soporte educativo y preparar materiales de trabajo, con un día de anticipación. Para las sesiones, yo y los niños nos dirigimos al campo (lugar acordado un día anterior), cada uno con las mascarillas bien puestas y separados para mantener el distanciamiento. Nosotras nos encargamos de llevar los materiales preparados, que consiste en una pizarra pequeña, plumones gruesos, papelotes, lapiceros, lápices y otros. Asimismo, llevamos agua y jabón para el lavado de las manos. Mientras tanto, los niños van cargando sus mochilas con libros, cuadernos, lapiceros, lápices, pinturas y entre otros, y sus fiambres para su refrigerio, pero también sus sueños y esperanzas para el futuro. Ellos se trasladan bajo vigilancia de los policías escolares, quienes fueron elegidos entre los niños, con la finalidad de mantener el orden. Ya localizados en el lugar acordado, todos de manera obligatoria nos lavamos las manos con agua y jabón. Esta práctica también se hace antes y después de compartir los fiambres y terminado el trabajo del día a día, cabe recalcar la coordinación que existe con los docentes de la institución educativa para trabajar de la mano en beneficio de los niños estudiantes de nuestra comunidad de Cancha Cancha.
La frase que me viene a la mente es: “las Trabajadoras Sociales, no somos psicólogas sin embargo escuchamos”, En estos momentos nuestras vidas, los usos y costumbres han cambiado por la propagación de la pandemia y que en la actualidad aqueja a todo el mundo. Por eso consideramos que los niños y las niñas requieren más atención; frente al coronavirus muchos niños con la inocencia que los caracteriza, aun no son conscientes de la realidad que suscita en el resto del mundo, si bien en mi comunidad de Cancha Cancha, aun no se registran casos de contagiados por el coronavirus, para ellos es como si nada estuviera pasando. Pero los niños tienen diferentes percepciones de la realidad, por las condiciones particulares de vida que tienen cada uno de ellos, habiendo casos de niños huérfanos, padres disfuncionales, algunos de ellos viven con sus abuelas, y también niños con discapacidad. Mi intervención como trabajadora social también es escucharlos, saber sus relaciones inter personales con sus respectivas familias, cuál es su sentir día a día, y tratar de brindar un soporte a sus emociones, sus impresiones, impactos, anhelos, deseos, expectativas, frustraciones, tristezas y alegrías de mejorar sus condiciones de vida, de niños.
2.1. Los principales beneficiarios
Los principales beneficiarios que reciben el soporte son niños y niñas que se encuentran dentro de la población en situación de vulnerabilidad en la comunidad. Por mencionar que apoyamos a los niños que no tienen televisor, radio, buen celular ni internet en casa, niños huérfanos, niños en situación de pobreza extrema, procedentes de familias disfuncionales, niños con alguna discapacidad, también están los hijos de padres que no comprenden mucho el idioma castellano. Por mencionar que en un inicio comenzamos a trabajar con 3 niños (de segundo y tercero grado de primaria) a medida que transcurría el tiempo se sumaron más niños. En la actualidad contamos con 35 niños de distintos grados de educación básica regular. Por último, cabe señalar que el trabajo que realizamos es voluntario, pues no esperamos recibir nada a cambio. Para todos quienes estamos involucrados en esta iniciativa, la mejor retribución que recibimos es la gratitud de los padres de familia y la sonrisa de los niños.
Conclusiones
- Los niños y niñas pobres y pobres extremos son los que más afectados en su educación ante la pandemia de COVID-19.
- La problemática de pandemia tiene que ser una oportunidad para cerrar brechas digitales y sociales en nuestro país.
- El sistema de educación tiene que enseñar el uso de la tecnología a los padres de familia y a los niños en edad escolar.
- El cooperativismo y reciprocidad tiene que ser una herramienta clave para enfrentar y superar la pandemia.
- Como país tenemos que redoblar esfuerzos para lograr una verdadera universalización, calidad y equidad en la educación.
- La educación es la mejor vacuna contra de la ignorancia, la pobreza y la pandemia.
Bibliografía
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Fernández, J. (2013). El mercado de las TIC en Perú. Lima: Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Lima.
Guadalope, C., León, J., Rodriguez, J., & Vargas, S. (2017). Estado de la educación en el Perú : análisis y perspectivas de la educación básica. Lima: GRADE.
Ibarra, M., Ataucusi, P., Ataucusi, E., & Mamani, Y. (2015). una plataforma educativa con múltiples recursos digitales para enseñar en escuelas rurales sin acceso a internet. Anais temporários do LACLO.
Muñoz, C. (2009). Construcción del Conocimiento sobre la Etiología del Rezago Educativo y sus Implicaciones para la Orientación de las Políticas Públicas: La Experiencia de México. Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación.
BACH. CARMEN ROSA HUALLANCA CONDE
Bachiller en Trabajo Social por la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Con experiencia en el sector público en temas de familia, niñez, adolescencia, adultos mayores, proyectos educativos en convivencia escolar, programas sociales y voluntariado social. Actualmente, brindo soporte académico voluntario a los niños y niñas Cancha canchinos que tiene las dificultades de acceso a las clases virtuales del “Aprendo en Casa” enel marco de COVID-19.