Del dispositivo foucaltino a la intervención carballediana: Apuntes para una conceptualización del Trabajo Social

México

1. Introducción

En el marco de su teoría del biopoder, Foucault (1987; 2002, 2003; 2007) estudia el proceso de dominación que los gobernantes llevan a cabo para con los gobernados. Tal proceso es enunciado por Foucault (2007) como dispositivo. Se trata de la difusión de una propaganda de gobierno a partir de la vigilancia y el castigo que se disemina en otras esferas como la seguridad y la educación. En la primera al dispositivo se le conocerá como panopticismo y en el segundo ámbito como positividad. En ambos casos, la teoría del biopoder explicó el impacto del autoritarismo sobre los gobernados, aunque con la sustitución de los regímenes autoritarios a formas de Estado democráticas, la teoría del biopoder derivó en una teoría de la biopolítica, pero con los mismos principios rectores de vigilancia y castigo, sólo que ahora se observaría la sistematización de procesos de exclusión que en la teoría del biopoder eran considerados como auto-excluyentes al mostrar que la deslealtad generaría una propaganda en contra del autoritarismo o la democracia por tanto, ahora en la democracia la teoría de la biopolítica explicará la inclusión, pero ya no determinado unilateralmente, sino a partir de la persuasión de la disidencia.

A partir de estas diferencias entre la teoría del biopoder y la teoría de la biopolítica, Foucault (2002) pretende establecer la prevalencia de un dispositivo independientemente del régimen político e incluso a partir de la evolución del autoritarismo hacia la democracia, observa la sofisticación de un dispositivo rector de la vida pública y la esfera privada. Precisamente, el planteo del dispositivo ha sido retomado por la disciplina del Trabajo Social a fin de poder establecer 1) la dominación del Estado para con la sociedad civil mediante políticas de seguridad; 2) la emancipación de la sociedad civil con respecto a la hegemonía del Estado y 3) la mediación del Trabajo Social a partir del conocimiento de las esferas políticas y las esferas civiles.

En consecuencia, el objetivo del presente trabajo es discutir las diferencias y similitudes entre el dispositivo foucaultiano y la intervención con la finalidad de establecer la influencia de la teoría del poder y la teoría de la biopolítica con respecto a una teoría de la intervención y la mediación de conflictos. Para tal propósito se llevó a cabo una discusión epistemológica de las categorías de análisis propuestas por Foucault (1987; 2002; 2003; 2007) y las categorías que Carballeda (2004; 2006; 2008) deriva de los planteamientos del primer autor. En seguida, se especifican las trayectorias lógicas y conceptuales de las categorías del primer autor como antecedente de las categorías del segundo autor. Por último, se ofrece una advertencia sobre los alcances y límites de la especificación de las relaciones entre las categorías de análisis.

2. El dispositivo foucaultiano

a. Biopoder

El concepto del biopoder se interpreta como la internalización de un sistema de vigilancia y castigo sobre quienes son gobernados. Ello significa que el termino biopolítica es la implementación de un

conocimiento académico y científico sobre el gobierno de quienes sólo pueden representar dicho biopoder o biopolítica.

De este modo, la teoría del biopoder establece los criterios de observación sistemática de un fenómeno en el que un grupo dominante preserva las diferencias con respecto a un grupo dominado, en el plano de lo simbólico. En ese sentido, la sociedad es considerada por el Estado como un organismo susceptible de descifrar su vulnerabilidad a riesgos. Es decir que la teoría del biopoder representa las diferencias entre gobernantes y gobernados a partir de considerar sus relaciones de intercambio simbólico, pero a diferencia de la biopolítica que considera a la sociedad como un organismo, la teoría del biopoder plantea una sociedad inerte susceptible de ser controlada y manipulada a través de la coerción.

A medida que el régimen político exacerba sus fundamentos coercitivos, el dispositivo de control y vigilancia funcionará para prevenir la insurgencia o la transformación en esta de la disidencia al gobierno autoritario. En tal sentido, el dispositivo de biopoder penetra en la sociedad cual si fuese un organismo y sus estructuras su corporalidad. De esta manera, el poder alude a las estrategias producidas por un grupo que controla a otra a través de una multiplicidad de recursos.

Foucault (1987) habla de instituciones portadoras del biopoder tales como; la familia, la escuela, el ejército, la policía y los centros de salud pública. Es decir que el biopoder es una propaganda de inseguridad que legitima el autoritarismo del régimen, ya que una sociedad indefensa requiere del cuidado y la protección de un sistema capaz de penetrar en sus propias estructuras y relaciones entre grupos y personas a fin de poder inhibir la disidencia e insurgencia.

Sin embargo, Foucault (2002) también advierte que el biopoder se sofistica a partir de las estrategias coercitivas de control mediante el miedo a un control mediante la ciencia y la tecnología dedicadas a la difusión de la inseguridad y la violencia como escenarios que requieren ser modificados por las innovaciones de vigilancia y castigo de disidentes e insurgentes al régimen.

El indicador por excelencia del biopoder es la conformidad y la obediencia en la sociedad civil. El éxito del dispositivo autoritario radica en el grado de escasez de emprendimiento e innovación en la sociedad civil. En tal sentido, el instrumento por excelencia de biopoder es el panóptico como estrategia de control de la sociedad a través de su vigilancia. Esto es así porque la conformidad y obediencia de la sociedad se logra a través de la propaganda. Se trata de un discurso en el que las diferencias entre gobernantes y gobernados se exacerban luego de que éstos primeros han difundido información concerniente a su supremacía en la esfera pública como en la esfera privada.

Sin embargo, la sustitución de las monarquías por democracias presidenciales y parlamentos supuso el cambio del dispositivo de biopoder a un dispositivo más sofisticado en cuanto a conocimiento y propaganda legitimadora de la rectoría del Estado y por ende más persuasiva en cuanto a la difusión de las asimetrías entre presidentes y ciudadanos.

b. Biopolítica

La biopolítica es la culminación del dispositivo autoritario que a través de la coerción imponía la rectoría del Estado en materia de seguridad pública, generando una identidad o elección ciudadana con base en la conformidad y la obediencia al régimen político. Por consiguiente, la biopolítica alude a un sistema de selección de individuos que, en vez de ser reprimidos, ahora son incentivados por sus diferencias más que por sus similitudes, sus capacidades individuales más sociales, sus silencios más que sus consignas, sus desempeños inteligentes más que sus trabajos forzados, sus inseguridades más que sus seguridades. Se trata de un sistema de difusión de auto-censura, auto-castigo y auto-encarcelamiento, en suma, auto-control de su disidencia e insurgencia contra el Estado.

Es así como la dimensión panóptica del biopoder y la biopolítica reflejan un sofisticado dispositivo que centra sus capacidades en la vigilancia permanente a partir del conocimiento de sus enemigos y adversarios, así como de su anticipación de escenarios de disidencia e insurgencia y por consiguiente, la modificación o reducción de esas capacidades a una mínima expresión de conformidad y obediencia.

Desde el dispositivo del biopoder la analogía del panóptico supuso un trabajo productivo ininterrumpido, pero desde la lógica de la biopolítica refiere a un fetichismo inacabable e incuestionable. Se trata de una adicción al trabajo, al consumo y a la acumulación.

No obstante que la biopolítica utiliza los medios de comunicación y las Tecnologías de Información y Comunicación para el control de la ciudadanía, la cúspide del dispositivo del biopoder y el dispositivo de la biopolítica está en la ciencia y la tecnología misma a la que Foucalt (2007) llama positividad.

c. Positividad

Si el dispositivo foucaltiano parte del supuesto de una ideología de control de los gobernados a partir de un sentido coercitivo que irá evolucionando hasta un dispositivo de persuasión en el que la ciencia y la tecnología son instrumentadas para contrarrestar la disidencia y la emancipación de la ciudadanía con respecto a la dominación del Estado, entonces la positividad es el rasgo más refinado del dispositivo foucaltiano, ya que explica la influencia de las ciencias sobre la sociedad civil.

En el dispositivo fundamentado en el biopoder, la decisión unilateral competía al monarca que determinaba los ejes de vigilancia, castigo y corrección, asumiendo que la disidencia podría devenir en una insurgencia a través de la unión de los súbditos inconformes con el autoritarismo del régimen; pero en el dispositivo sustentado en la biopolítica, la inconformidad es contrarrestada con la incertidumbre y ya no es necesaria la coerción, la represión y la censura.

En el dispositivo biopolítico la ciencia y la tecnología son factores preponderantes para la difusión de la inseguridad y la legitimidad del Estado rector, ya no autoritario, pero si garante de una comunicación disuasiva de la inconformidad, la deliberación, los acuerdos y la corresponsabilidad. Es decir que, si la ciencia y la tecnología tienen el conocimiento y las habilidades para la construcción de una nación segura, entonces la participación de la sociedad civil se reduce a su formación mediante la representación y la implementación de los avances que en materia de seguridad se requieren para coadyuvar con las instituciones del Estado, los centros de investigación y las universidades de educación superior.

En efecto, el dispositivo de biopoder sólo abarcaba a los sectores laborales y confrontaba una disidencia anarquista, pero el dispositivo biopolítico controla y manipula a todos los sectores, incluidos los más instruidos y creativos como la academia universitaria. En esencia es un dispositivo para la reproducción de la dominación política sobre la sociedad mediante teorías de la rectoría del Estado, sus políticas de seguridad, sus programas de prevención del delito y sus estrategias de impartición de justicia.

Sin embargo, el dispositivo foucaultiano sólo explica el desarrollo del autoritarismo a la democracia, pero soslaya la respuesta organizada de la sociedad civil al evidenciar únicamente la indefensión de sectores vulnerados ante los dispositivos esgrimidos. En este escenario, el Trabajo Social ha propuesto una revisión de los aportes de la sociedad civil ante los dispositivos que inhiben su desarrollo, pero incentivan su organización.

3. La intervención carballediana

a. Cuestión social

La primera consecuencia o efecto del dispositivo biopolítico es la cuestión social que Carballeda (2004) entiende como el fundamento o razón de ser de las ciencias sociales en general y del Trabajo Social en particular. Se trata de una crítica al sistema de dispositivos de dominación, pero también una autocrítica a la sociedad autocomplaciente.

La cuestión social alude a aquellos elementos que al unísono explican la esencia de una disciplina frente al biopoder o la biopolítica. En el caso del Trabajo Social, la cuestión social alude a la fragmentación de la sociedad y a la pérdida de los lazos sociales que la caracterizaron luego de implementarse los dispositivos de control, vigilancia y corrección

.

Si la seguridad dejó de ser una función del Estado, entonces la cuestión social estaría centrada en la inseguridad sentida y percibida por la ciudadanía. En ese sentido, los sectores organizados de la sociedad civil generaron una seguridad ciudadana que sustituyó a la seguridad territorial, la seguridad nacional y la seguridad pública gestionadas y administradas por el Estado rector.

La cuestión social consiste en el proceso de organización ciudadana que a partir de su enojo, miedo, zozobra o incredulidad generó un sistema de protección en el que las fuerzas coercitivas del Estado, el ejército y la policía se desvincularon de la salud pública misma que fue asociada con estilos de vida preventivos y de autocuidado por parte de la ciudadanía.

Es posible advertir la exclusión de la ciudadanía en las políticas de “cero tolerancias” y a su vez la exclusión de las instituciones de prevención del delito en los comportamientos organizados de la sociedad civil. Se trata de una fragmentación de la seguridad territorial, nacional y pública.

b. Fragmentación social

La fragmentación social derivada de los dispositivos del Estado es otro objeto de estudio del Trabajo Social el cual observa el avance del dispositivo gubernamental y el avance de la fragmentación de la sociedad civil, pero en un sentido de gestión y administración de la seguridad ciudadana, aporte principal de los sectores organizados de la sociedad civil.

Carballeda (2006) señala que la fragmentación social es observada en la pérdida de la identidad, la proliferación de estigmas y el desapego al lugar de origen. Se trata de un escenario en el que la identidad estaba en función de un territorio, pero al renunciar a su vigilancia el Estado propició la fragmentación social.

La fragmentación es una identidad homogénea de desinterés en torno a un territorio o espacio vital de convivencia donde las subjetividades construían una nación solidaría ante el embate de cualquier acto delictivo o violento. Es decir que el Estado implementa sus políticas de seguridad (gestión estatal) sin considerar a la ciudadanía, o bien, la sociedad civil desarrolla una seguridad ciudadana centrada en sus capacidades sin ayuda de las instituciones punitivas (autogestión social). A partir del restablecimiento del lazo social (cogestión socio estatal) el Trabajo Social mediará los efectos de los dispositivos estatales sobre la sociedad civil organizada.

c. Lazo social

Si la fragmentación de lo social alude a las comunidades y su apego al territorio, entonces el lazo social consiste en valores y normas que no sólo identifican a un sector o comunidad sino además lo integran en la gestión estatal y la autogestión social. El lazo social es un sentido de pertenencia y arraigo que va más allá de una elección racional acerca de lo que a un individuo o grupo conviene, sino además estriba en el restablecimiento de una conexión implícita con la naturaleza.

El lazo social es un sentido de apoyo y cooperación ante el duelo que significa la inseguridad. En ese sentido los dispositivos estatales, no sólo generaron una fragmentación de lo social, sino además propiciaron una incertidumbre permanente que no se reduce con políticas de “cero tolerancias” o “combate frontal a la delincuencia”, sino además requiere del debate, consenso y responsabilidad cimentados en una ética de la intervención y la intercesión.

El lazo social está indicado por el desencanto en la modernidad, el Estado y sus instituciones que prometieron una seguridad territorial, nacional y pública y terminaron por aceptar la seguridad civil como una instancia de autogestión social más que de gestión política. La exclusión social generó un sufrimiento capaz de orientar el dispositivo del Estado hacia una pérdida del sentido de esperanza y la indefensión permanente ante la corrupción; negligencia, nepotismo y opacidad de las autoridades encargadas de brindar seguridad.

4. Consideraciones finales

En el marco de la seguridad, la gestión estatal y la autogestión social son factores que convergen en un dispositivo de intervención del Trabajo Social conocido como cogestión socio-estatal y que estaría conformado por los dispositivos estatal y social (véase Figura 1).

Figura 1. Dispositivo de cogestión socio – estatal

El dispositivo del Trabajo Social para la integración de la gestión estatal y la autogestión social reconoce la autonomía relativa de las instituciones de seguridad y las organizaciones de la sociedad civil frente a una administración compartida de la prevención del delito y la impartición de justicia. se trata de un dispositivo fundamentado en la ética de la responsabilidad que sustituiría a la ética de la convicción indicada por la coerción como instrumento de seguridad, así como la implementación de una ética de preservación que sustituye a la ética de indefensión o desesperanza civil ante la corrupción del Estado y la inseguridad percibida.

El dispositivo del Trabajo Social también advierte la importancia de una cotización de la gestión estatal de la seguridad y la importancia de la solidaridad civil ante la pérdida o duelo generado por la inseguridad, la violencia y la delincuencia.

Ambos senderos, el que va de la autonomía al sistema tarifario pasando por la ética de la responsabilidad, y la ruta que también parte de la autonomía pero llega a la solidaridad a través de la ética de la preservación, convergen en una administración consensuada de las demandas y los recursos, las libertades y las capacidades de los actores políticos y sociales frente a la seguridad y la paz pública.

Referencias bibliográficas

Carballeda, A.J. (2004). La intervención en lo social, exclusión e integración en los nuevos escenarios sociales. Buenos Aires: Paidós.

Carballeda, A.J. (2004). La intervención en lo social, exclusión e integración en los nuevos escenarios sociales. Buenos Aires: Paidós.

Carballeda, A.J. (2004). Escuchar las prácticas. Temas de Trabajo Social/ supervisión, Buenos Aires: Espacio.

Carballeda, A.J. (2006). De los cuerpos al orden de la sociedad. Buenos Aires: Espacio

Carballeda, A.J. (2006). El Trabajo Social desde una mirada histórica centrada en la intervención. Del orden de los cuerpos al estallido de la sociedad. Buenos Aires: Paidós.

Carballeda, A.J. (2008). Los cuerpos fragmentados. La intervención social en los escenarios de exclusión y el desencanto. Buenos Aires: Paidós.

Foucault, M. (1987). Hermeneútica del sujeto. Madrid: La Piqueta

Foucault, M. (2002). La arqueología del saber. Buenos Aires: Siglo XXI

Foucault, M. (2003). Vigilar y castigar. Buenos Aires: Siglo XXI

Foucaultcault, M. (2007). Nacimiento de la biopolítica. México: FCE

LIC. JORGE HERNÁNDEZ VALDÉS
Egresado de la UNAM donde obtuvo el título de licenciado en Trabajo Social y estudios de maestría en Sociología, en este campo, consiguió el cambio de nivel a doctorado, la obtención del grado se encuentra en proceso. Además, es maestro en Formación Docente y Administración de la Educación Superior por el Colegio de Posgrado del Distrito Federal y cursa estudios de doctorado en Trabajo Social en el marco del convenio de colaboración celebrado entre la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad Nacional de la Plata, Argentina. Actualmente, es Profesor de Carrera Titular ” B” de tiempo completo definitivo en la Escuela Nacional de Trabajo Social, ENTS. Cuenta con una comisión desarrollando el cargo de Secretario Académico de la ENTS
En 2011 se hizo merecedor de la mención Doctor “Honoris Causa” por el Colegio de Posgrado del Distrito Federal y en 2013 de la Distinción “Meritó Académico” por Asociación Autónoma del Personal Académico de la UNAM, AAPAUNAM. Creo y diseño el Programa de Maestría en Trabajo Social de la ENTS.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

4 × tres =