Funciones, técnicas y herramientas de trabajo social

Perú

Nelly Tuesta Altamirano
Setiembre, 2020

Con la llegada al Perú de la enfermedad COVID-19, estamos viviendo un escenario difícil, donde se visualiza de mayor manera la informalidad, la economía de sobrevivencia, la crisis del sistema de salud y las limitadas políticas equitativas de redistribución social.

Por otro lado tenemos desafíos en lo que respecta a la salud, la cual es ahora una prioridad universal y por ende habrá mayor inversión en este sector, además se hace indispensable la cooperación a nivel nacional e internacional para superar la crisis, pues todos presentamos la misma problemática e incertidumbre, asimismo se abre paso a la reflexión y la esperanza de vivir en armonía con el medio ambiente, el reto de plantear reformas urgentes para disminuir la informalidad y la falta de cobertura social(que nos vuelvan menos vulnerables frente a la crisis). Por tanto, queda claro que se requiere un equilibrio entre las políticas, economías de alivio y recuperación y las medidas sanitarias, hacia lo cual apuntamos.

Este escenario, también trae un replanteamiento en nuestra intervención como trabajadores sociales, donde el reto es acompañar a las personas a idear formas de enfrentar los problemas, concebir la vida de diferente manera y facilitar la comunicación en crisis.

Asimismo, con nuestros planteamientos y acciones de incidencia es la oportunidad para apostar a las reformas de las políticas sociales y económicas que permitan garantizar una salud, una educación de calidad y un empleo digno, para ello es necesaria nuestra participación en los espacios de toma de decisiones desde el gobierno local, provincial, regional y central, llevando nuestras sistematizaciones, propuestas de la realidad que estamos viviendo y cómo en conjunto podemos protegernos y salir adelante como país.

En este contexto realizamos un análisis de nuestras funciones como trabajadores sociales, nuestros métodos de intervención y las propuestas de acciones para enfrentar la pandemia, llevar un mensaje claro y una apuesta de cambio hacia el desarrollo sostenible a la ciudadanía.

Es necesario intensificar, además de apoyos específicos materiales, la promoción del tejido social y relacional entre las personas afectadas. Por ello es fundamental fortalecer las redes sociales y la capacidad de respuesta de la gente para la superación de sus condiciones de vulnerabilidad, con autonomía y autodeterminación.

Ante una crisis, se ponen de manifiesto, con mayor intensidad, las dificultades de acceso a los recursos de los colectivos más vulnerables. En este sentido, cada profesional en el ámbito que le corresponda, tiene la obligación ética de poner todos los medios que estén a su alcance, desde la responsabilidad que le corresponda, para garantizar que las personas con mayores dificultades sociales puedan acceder a un nivel de vida digno.

A nivel individual, cada profesional puede ofrecer lo que es, sus conocimientos y habilidades, al tejido social o a las diferentes iniciativas ciudadanas que van surgiendo.

El/la Trabajador/a Social es un profesional que es el puente entre las necesidades humanas básicas como lo es la educación, la salud, la alimentación, el trabajo, la vivienda, el medio ambiente y los elementos satisfactorios de las mismas.

Es un especialista en diagnósticos participativos, en planeación, en tratamiento y en seguimiento que genera modelos de intervención social, que conlleva a la comprensión y al desenvolvimiento óptimo de las personas en su entorno real.

1.- Actuación en la etapa de emergencia y post emergencia:

Con nuestro accionar como trabajadores sociales buscamos:

  • Contribuir a la disminución de las desigualdades e injusticias sociales.
  • Dar a conocer las oportunidades que tienen los grupos sociales a su disposición para enfrentar la crisis.
  • Motivar a las personas para que tengan acceso a esas oportunidades.
  • Ayudar a las personas a aprender nuevas formas de enfrentar los problemas e integrar el incidente en la estructura de la vida.
  • Establecer o facilitar la comunicación entre las personas en crisis, con las personas que puedan ayudar en el proceso.

Planteamos a continuación los niveles de intervención como trabajadores sociales en la etapa de emergencia y post emergencia individuo, familia y comunidad.

Niveles de intervención del trabajo social en la etapa de emergencia

En la etapa de emergencia es clave el acompañamiento, ofertar el apoyo continuo, identificar problemáticas, derivar y orientar.

Nivel Individual:

Acogimiento, acompañamiento, asesoramiento. Es un momento de brindar la protección social a los grupos vulnerables, para mitigar el impacto de la crisis sanitaria.

Atención a las necesidades básicas. Brindar orientación para que las personas accedan a los bonos, para solventar su canasta básica familiar.

Ofertar apoyo continúo. Se debe contar con información actualizada para canalizar la demanda hacia las entidades pertinentes.

Examinar las defensas y estilos de afrontamiento. Se deben identificar no solo los factores de riesgo sino también los factores protectores, la capacidad de afrontamiento y toma de decisiones de la población.

Nivel Familiar:

Recepción, comunicación y asesoramiento. Es importante trabajar de manera sistémica, en ese sentido es necesario intervenir con las familias de los afectados directamente por la pandemia, que serían los pacientes, asimismo focalizar nuestra intervención dando prioridad a los grupos de riesgos por el COVID 19 y a los grupos vulnerables. Debemos identificar a las familias y realizar la asesoría respectiva.

Identificación e intervención adecuada en casos de abuso/negligencia infantil y en situaciones de violencia familiar. El confinamiento obligatorio ha traído unidad en algunas familias, y en otras las situaciones de violencia se han agravado, en ese sentido debemos intervenir oportunamente a través de protocolos de las instituciones que conforman el sistema de justicia.

Asesoramiento en caso de sufrimiento/duelo. Las familias se encuentran en procesos de pérdidas, de duelo, y como trabajadores sociales, debemos aplicar la consejería social para intervenir ante estas situaciones. Entender que la familia es una gran fuente de apoyo, pero no hay que olvidar que la pérdida no sólo afecta a un solo integrante sino a todo el entorno familiar.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que no todos los familiares van a reaccionar igual ni vivir la situación de la misma forma. Es importante respetar el estilo de cada uno para poder encontrar apoyo, y mantenerse unidos a través de la comprensión y el diálogo.

Nivel Comunitario:

Asesoramiento y control de medios de comunicación. Evitar rumores y múltiples informantes. En esta etapa es importante orientar a la población a revisar información del COVID 19, basada en fuentes oficiales, para de esta manera evitar generar miedos innecesarios y caer en el pánico social.

Diagnóstico de la situación social y su contexto para fundamentar la intervención de urgencia. Identificación del grado de afectación social. Como trabajadores sociales debemos realizar una investigación de la realidad social y el impacto de la pandemia en las zonas de intervención, para poder plantear acciones que generen un desarrollo sostenible.

Identificaciones, derivaciones, ubicaciones de afectados, familiares, recursos. Es necesario que como trabajadores sociales realicemos un mapeo de redes comunitarias, identificando recursos que permitan reducir el impacto socioeconómico.

Niveles de intervención del trabajo social en la etapa de post emergencia

En la etapa de post emergencia es clave hablar de planes de futuro, reparar e integrar el suceso a la estructura de la vida de las personas, reconstruir en comunidad.

Nivel Individual

Evitar la pasividad y el victimismo. Como trabajadores sociales, debemos promover en las personas actitudes resilientes, orientando a la acción de desarrollar cambios positivos de conducta. A través de un análisis de cuáles son las necesidades y cuáles son los recursos personales y sociales del entorno que se pueden movilizar.

La persona debe ser ayudada a comprender que:

  • Puede ejercer algún control sobre su destino
  • Reconocer recursos internos y externos.
  • Puede tomar sus propias decisiones
  • Puede actuar en base a sus decisiones.
  • Puede evaluar las consecuencias de sus acciones

Enfrentar el suceso de crisis, integrar el suceso a la estructura de la vida, establecer la sinceridad y disposición para enfrentar el futuro.

La teoría humanista nos dice: “Nuestras metas no son rígidas, se pueden cambiar. Visualizar el proceso de vida como un viaje en el que debemos ir evolucionando progresivamente, no un destino”.

Nivel Familiar

Asesoramiento y consejería social en crisis. Es importante, que como trabajadores sociales orientemos a la familia para su adaptación frente a diversas situaciones de crisis y cambios en el sistema. Para ello, es necesario enfatizar sus potencialidades, así como la enseñanza de estrategias que contribuyan a mejorar sus problemas.

Frecuentemente se observa la capacidad que tienen las familias para enfrentar diversas situaciones adversas, no permitiendo que se continúe la gravedad de la crisis. En este sentido nos estamos refiriendo a la resiliencia familiar.

Debemos capacitarles como agentes de recuperación, pues la educación social es vital, fortalecer las capacidades para el cambio, y lograr la recuperación del sistema familiar como medio de apoyo.

Nivel Comunitario

Programas de información permanentes. Como trabajadores sociales debemos crear medios informativos, que permitan a las personas acceder a información fiable y oportuna.

Reconstrucción del tejido social. Identificar el impacto social en las comunidades y la capacidad de respuesta ante la crisis y construir nuevas formas de organización en red, para de esta manera fomentar experiencias organizativas y toma de decisiones clave.

Procesos participativos de reconstrucción, apoyo a la propuesta y desarrollo de planes de rehabilitación. Participación activa del trabajador social en los espacios de toma de decisiones hacia la reconstrucción con aportes concretos recogidos en comunidad.

2.- Funciones del Trabajo Social en emergencia y post emergencia

Planificación:

Es importante que como trabajadores/as sociales realicemos un replanteamiento de nuestras acciones en nuestro ámbito de intervención, ya que el contexto ha cambiado, por tanto, nuestros planes también, es por ello que se debe realizar lo siguiente:

  • Evaluar la situación actual en base a un diagnóstico, es clave que identifiques las necesidades de la población y también sus potencialidades, recursos positivos.
  • Luego debes formular un plan de acción, que se encuentre enmarcado en la normativa vigente y en las prioridades institucionales de nuestros centros laborales.
  • Definir el plan de intervención por casos sociales, ubicación en domicilio y recursos de apoyo que necesita.
  • Seguimiento y apoyo psicosocial de los casos en aislamiento social.
  • Contención y enlace con el sistema sanitario y el social, brindar respuesta a dudas y eventos que puedan surgir durante el periodo de aislamiento social.

Para desarrollar esta función vamos a utilizar 4 instrumentos:

  1. Ficha social
  2. Informe de diagnostico
  3. Plan de Acción

Prevención:

Los/as trabajadores/as sociales intervenimos sobre las causas que generan problemas a nivel individual o colectivo provenientes de las relaciones entre personas y su entorno. Elaboramos y llevamos a cabo dinámicas de intervención en grupos sociales que se encuentran en situación de riesgo.

Aplicando esta función en el contexto de la pandemia mundial, es importante analizar la problemática detectada en el diagnostico comunitario, y reflexionar sobre las causas que generan dichos problemas.

También existen 3 tipos de prevención, en las cuales debemos definir nuestra accionar:

Veamos aplicado a un ejemplo:

Atención directa

Como trabajadores/as sociales brindamos atención directa a personas o colectivos que tienen problemas de índole social o pueden llegar a tenerlos.

Nuestro objetivo es fortalecer sus capacidades para que puedan resolver los problemas que se les presenten en el futuro.

En la etapa de emergencia y post emergencia, la atención directa se va a seguir realizando, pero a través de otros medios y estrategias, ya que ahora tenemos el reto de trabajar a distancia, utilizando los medios de comunicación, para que nuestro mensaje y orientación siga llegando a los ciudadanos.

En la emergencia se debe ofertar apoyo continúo, realizar boletines informativos de todos los beneficios, bonos y apoyos diversos.

También es importante que elabores un directorio de todas las instituciones y organizaciones que brindan atención ante cualquier necesidad que puedan tener los ciudadanos, para ello debes realizar incidencia con cada miembro de la institución y organización, para que la coordinación y respuesta sea oportuna.

En la etapa de post emergencia es importante comenzar a hablar con las personas sobre planes de futuro, fortalecer su capacidad de decisión, su autonomía personal, sacar a luz todos sus recursos para enfrentar la adversidad de manera positiva y emprendiendo salidas. Bríndales ideas para afrontar su situación, utiliza sus propias palabras y hazle ver sus propios recursos.

Trabajar el tema de habilidades para la vida y emprendiendo en crisis, desarrolla mensajes en ese sentido y dáselas a conocer a la población.

Consejería social a través de la llamada telefónica

En la etapa de emergencia y post emergencia muchas acciones se tendrán que plantear a distancia, nuestras atenciones directas, van a tener que modificarse, en ese sentido, les sugerimos implementar la consejería social utilizando el teléfono, como a continuación se explica.

  • La persona es la que decide si quiere o no recibir esta llamada. Pedir permiso.
  • Animar a la persona a estar en el presente, ejercicios de regulación emocional y relajación.
  • Ayudar a las personas para acceder a información, servicios y apoyos sociales.
  • Las personas angustiadas pueden sentirse abrumadas por preocupaciones y temores. Ayúdalas a centrarse primero en sus necesidades más urgentes, en cómo establecer prioridades e intentar resolverlas. Por ejemplo, se les puede pedir que distingan entre lo que necesitan solucionar inmediatamente y lo que puede esperar para luego. A medida que vayan resolviendo algunos problemas irán adquiriendo un sentido de mayor control de la situación y reforzarán su propia capacidad de respuesta.
  • Ayudar a las personas a identificar apoyos en su vida, como amigos y parientes, que puedan ayudarles en la situación en la que se encuentran; hazle sugerencias prácticas para que las personas puedan atender a sus propias necesidades (por ejemplo, explica cómo se pueden registrar para recibir algún tipo de ayuda institucional);
  • Pide a la persona que recuerde cómo se desenvolvieron en situaciones difíciles en el pasado, reafirma su capacidad para hacer frente a la situación actual; y pregúntale a la persona qué les ayuda a sentirse mejor.
  • Anímalos a aplicar estrategias de respuesta positivas y a evitar las negativas

Función de mediación

Como trabajadores/as sociales con nuestra intervención favorecemos la unión de personas o colectivos enfrentados en un conflicto para facilitar que los propios implicados sean capaces de solucionar el problema mediante acuerdos.

En esta situación de crisis producto de la pandemia ha surgido la disrupción de vínculos interpersonales y comunitarios por el confinamiento, han salido a la luz o se han profundizado conflictos por el tema de convivencia forzada, en otros casos se han fortalecido las familias, también se han visto actitudes individualistas y también ha despertado la solidaridad comunitaria pues estamos viviendo una misma situación que nos afecta a todos.

En este contexto los/as trabajadores/as sociales debemos utilizar nuestra función de mediación, para que, en medio del conflicto, podamos identificar intereses comunes y soluciones para enfrentar la crisis en red, para ello es importante que realices lo siguiente:

  • Diagnóstico de la situación social y su contexto para fundamentar la intervención de urgencia
  • Realiza programas de información oficial, veraz y confiable
  • Da a conocer experiencias organizativas que apoyen el proceso de reconstrucción, difunde.
  • Únete a redes institucionales, comunitarias y apoya a las propuestas de rehabilitación post emergencia.

La mediación y la resolución de conflictos

Se dice que un conflicto es un proceso que se produce una situación en la cual dos o más actores tienen posiciones diferentes acerca del mismo objeto. Se trata, entonces, de intentar entender cuáles son los tipos de objetos que son causa o fuente de conflictos.

Como trabajadores sociales debemos comprender los diferentes tipos de conflictos, para actuar sobre las causas e intervenir como mediadores sociales.

Conflictos por intereses, estos conflictos están vinculados por la protección de las fuentes de satisfacción de sus propias necesidades, sean estos materiales o inmateriales.

En la etapa de emergencia se han desatado conflictos por intereses, que ha generado individualismo y crisis social, para el acceso a los recursos materiales, sean bonos, acceso a servicios sociales, lo que ha generado división y en algunos casos desatención de los grupos vulnerables, en ese sentido nuestro rol de mediador es sumamente importante para informar a las autoridades sobre el estado y situación de la población y la atención oportuna de las problemáticas más urgentes.

Conflicto por información, cuando los conflictos son la consecuencia de información insuficiente, errónea, contradictoria.

Se han producido falsas informaciones, alarmas, que han generado pánico en la población, que ha elevado los niveles de malestar, en ese sentido como trabajadores sociales, debemos realizar una sistematización de todas las normativas emitidas, asimismo información sanitaria básica de prevención y atención frente al COVID 19, y un directorio actualizado de las instituciones pertinentes para dar a conocer a la población.

Conflictos estructurales, estos conflictos aparecen cuando hay ideas o posiciones divergentes relacionadas con procesos, reglas y poder de control sobre recursos, su producción o distribución.

En la etapa de emergencia se ha producido sensación de corrupción, brechas sociales que impiden el acceso de ayuda oportuna a la población vulnerable, asimismo se ha visualizado con mayor profundidad la crisis sanitaria y educativa en la que vivimos. Frente a estos conflictos estructurales, como trabajadores sociales, debemos ser partícipes de los espacios de toma de decisiones, desde los gobiernos locales, regionales hasta el gobierno central, llevando propuestas viables de reconstrucción social, planes de reforma priorizando a la población vulnerable.

Se debe ver al conflicto como oportunidad de cambio:

  • Porque los conflictos crean espacios en los cuales es posible crear cambios, innovar, renovar, modificar.
  • Porque los conflictos evidencian las redes y sus intereses, dando a todos la posibilidad de introducir en el discurso los intereses de todos.
  • Porque la solución de los conflictos implica la participación de todos los actores de una comunidad, si falta esto, los conflictos se convierten en otros conflictos, se multiplican o se fragmentan en conflictos menores.

Función de evaluación

Como trabajadores/as sociales realizamos también la evaluación, para conocer si se llegan a cumplir los objetivos que se propusieron en el plan de intervención inicial.

Además, garantizan la argumentación de la actuación y señalan los fallos del trabajo realizado para proponer nuevos objetivos y la forma de llevarlos a cabo.

Como trabajadores/as sociales debemos monitorear y evaluar nuestra intervención, nuestra planificación para conocer si estamos consiguiendo los resultados esperados.

Es importante tener un diagnostico claro de la situación que estamos encontrando con la población en esta etapa de emergencia y post emergencia para luego medir si nuestras acciones han tenido un impacto.

Función Educativa: Educación a distancia para Instituciones Educativas

Mientras duren las medidas actuales del Gobierno por la pandemia del COVID-19, como trabajadores/as sociales realizaremos el seguimiento del alumnado en situaciones de vulnerabilidad con el fin de identificar sus necesidades y si se precisa de apoyo o protección.

Hay que realizar el seguimiento del alumnado que era usuario de los servicios de desayuno y comedor escolar que garantizaban su sustento diario y que ante esta crisis se ha quedado sin ellos; de quienes viven en contextos de violencia que se puede ver agudizada por el confinamiento; del alumnado con discapacidad que no comprende qué ocurre y por qué no puede salir de casa; del que está en contextos de deprivación ambiental, cultural y social que no dispone de recursos lúdicos, tecnológicos y/o educativos en casa para afrontar la situación de la mejor manera posible.

Es de especial relevancia en estos momentos la coordinación con las instituciones locales sanitarias, de justicia, entre otros para realizar el seguimiento de aquellas situaciones que requieran mayor atención (acogimiento familiar, desamparo, pobreza infantil, desnutrición, violencia, abandono escolar, etc.) para dar la respuesta correspondiente.

Debemos realizar las siguientes acciones:

  • Elaborar informes sociales de diagnóstico y seguimiento del alumnado con necesidades socioeducativas y/o familiares, susceptible de necesitar apoyos sociales.
  • Organizar e implementar, junto con los equipos docentes, actuaciones y programas para la detección de situaciones de maltrato, vulnerabilidad o desventaja y para eliminar las barreras a la inclusión social y educativa del alumnado.
  • Mantener comunicación con las familias para informar sobre las intervenciones sociales y las medidas de apoyo adoptadas, orientando sobre aspectos que desde el ámbito familiar pueden mejorar el aprendizaje del alumnado y su inclusión en el contexto familiar y educativo; así como facilitar información sobre los recursos sociales de emergencia que están activos para atender sus necesidades.
  • Coordinar las acciones de las instituciones educativas en las situaciones de desprotección y negligencia, con las instituciones pertinentes para dar una respuesta socioeducativa adecuada.
  • Participar en redes institucionales locales, donde participe la Municipalidad, Centros de Salud, Centro de Emergencia Mujer, Policía, ONG, y otros servicios sociales que pueda contribuir en la mejora de las situaciones sociales del alumnado, para facilitar productos y hábitos de higiene para la prevención de contagios, vida saludable y buena gestión del tiempo de ocio y para dar respuestas unificadas en las situaciones de vulnerabilidad.

3.- Gestión de redes comunitarias

Las personas nos relacionamos con nuestro entorno social creando redes de comunicación. Estas redes sociales familiares, vecinales y comunitarias son un agente de protección frente a la exclusión y el aislamiento, que los trabajadores sociales debemos fortalecer o generar si no existen.

Una de las funciones principales del trabajo social consiste en estimular las relaciones humanas, sosteniendo las redes sociales de ayuda mutua.

La existencia de estas redes -formales e informales- es lo que protege socialmente a las personas, familias y grupos, evitando o disminuyendo los riesgos de exclusión social. Es decir, la creación y el fortalecimiento de las diversas redes sociales (y especialmente las de apoyo social) constituye el mejor antídoto preventivo frente a problemas sociales que derivan en marginación, desintegración y exclusión social.

¿Cómo formar una red comunitaria?

La red de recursos comunitarios es una entidad(red) constituida por las relaciones entre todos los actores sociales (personas, grupos, instituciones) que han sido contactados directamente por el equipo o red operativa y que tienen disponibilidad y competencias para participar activamente en los procesos de tratamiento comunitario.

La red de recursos comunitarios está compuesta por:

  1. Todas las personas que pertenecen a la comunidad y que pueden ser consideradas recursos para el proyecto o la acción social que se quiere implementar: profesionales en las diversas áreas (salud, educación, trabajo social, abogados, policías, etc.), gente común que ejerce oficios diferentes, personas que pueden ayudar en las diferentes fases del proceso de tratamiento comunitario
  2. Todos los actores institucionales (instituciones del sector público, organizaciones de la sociedad civil en diferentes áreas-salud, deporte, cultura, trabajo social, ocupación y empleo, sindicatos, etc, grupos formales presentes en la comunidad) y las relaciones que ellos tienen con la red operativa y entre ellos
  3. La red de líderes de opinión no formales que ha sido constituida para fortalecer el tratamiento comunitario (minoría activa)

El objetivo de la construcción de la red de recursos comunitarios es tener en una comunidad local un conjunto de recursos institucionales y no institucionales (instituciones, profesionales no incluidos en las organizaciones e instituciones, ciudadanos con oficio o sin oficio, etc) para los beneficiarios directos.

Para gestionar la red de recursos comunitarios te presentamos los siguientes instrumentos:

  1. Registro de la Red de Recursos Comunitarios
  2. Los acuerdos online-acta de reunión

4.- La visita domiciliaria/hospitalaria

  • En ese caso de ser necesario, antes de realizar la visita en domicilio, se debe preguntar telefónicamente sobre posibles síntomas del COVID 19, tanto del usuario como de las personas de su entorno.
  • En ausencia de tal sintomatología en el ciudadano y su entorno se deben tomar las medidas de protección habituales que se recomienden desde el servicio de salud correspondiente.
  • Debes acudir al domicilio con los equipos de protección necesarios por su seguridad sanitaria.
  • Tener claro el objetivo de la visita, llevar consigo la información necesaria y los mensajes claves para el usuario y su familia.
  • La visita se realizará en forma de entrevista y luego se irán insertando acciones o intervenciones correspondientes a los objetivos.
  • Debes establecer un buen contacto con todos los integrantes de la familia, sobre todo con aquellos que tengan poder sobre el sistema familiar, con los jefes o jefas de familia.
  • Reforzar los mensajes claves como el buen trato, la comunicación asertiva, ayudarles a planificar su futuro en familia, hablar de oportunidades y no de dificultades, asimismo facilitarle los números de ayuda institucional inmediata, previamente debes haber coordinado con cada miembro de la red institucional.

Seguimiento online a casos sociales

  • Al no efectuarse la visita domiciliaria, se recomienda intensificar el contacto telefónico y la coordinación directa con los equipos de atención en salud.
  • Es recomendable llamar periódicamente a todos los usuarios para conocer su situación y explicar las medidas a adoptar ante un empeoramiento de la situación.
  • Cómo medida alternativa se debería habilitar un teléfono de consultas 24h/7d para ofrecer accesibilidad y aumentar la seguridad y que no se sientan abandonados ante esta nueva situación.
  • En aquellos lugares donde sea disponible se pueden realizar las consultas mediante telemedicina, si es que se contara con recursos para implementarlo.

A tomar en cuenta:

Es importante cuidar nuestra salud, por ello se recomienda antes de realizar una visita contar con todos los equipos de protección personal.

En la visita domiciliaria deberás aplicar las siguientes técnicas:

La observación: La cual nos permitirá apreciar la situación real en la que se encuentra el hogar.

El diálogo: Comunicación sencilla que nos ayudará a obtener información sobre las familias y su entorno, así como a intercambiar opiniones, dar mensajes clave y establecer compromisos.

Para realizar la visita domiciliaria y el seguimiento a casos sociales te presentamos los siguientes instrumentos:

  1. Registro de visita domiciliaria
  2. Constancia de visita domiciliaria
  3. Informe de visita domiciliaria

Bibliografía

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  • https://www.gob.pe/8998-consultar-los-protocolos-y-procedimientos-durante-la-emergencia

NELLY TUESTA ALTAMIRANO Trabajadora Social, por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En los últimos años trabajó en la Municipalidad Metropolitana de Lima en el ámbito de Escuelas Protegidas, y en el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, como promotora del Centro Emergencia Mujer. Es además Coach en Programación Neurolingüística. Fundadora del Grupo Lidera en Ti y directora de la ONG Lidera en Ti Comunidad. Se ha desempeñado en entidades públicas y privadas, en la elaboración y ejecución de programas y proyectos sociales para la población más vulnerable, se ha especializado en desarrollar procesos de transformación en las mujeres fomentando su liderazgo, autonomía económica e inteligencia emocional. Asimismo, ha desarrollado eventos motivacionales para ayudar a las personas a eliminar sus creencias limitantes y potenciar sus talentos.

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