Cuatro preguntas claves para aproximarse al derecho a jugar

Por Virna Vera de Proyectos Lúdicos

www.proyectosludicos.com

“La vida tiene un solo sentido, poder jugarla y jugarse la vida tiene algo de apuesta”

Lacan

¿Sabías que jugar es un derecho?

Pues sí, así lo suscribe el artículo 31 de la Convención por los Derechos del Niño de Naciones Unidas que reconoce el derecho a de la niñez al descanso, al esparcimiento, el juego, las actividades recreativas, y a la plena y libre participación en la vida cultural y en las artes.

Sin duda el juego logró este estatus por los innumerables beneficios que trae. Por ejemplo, jugar previene enfermedades cardiovasculares tanto como la obesidad y la depresión, además ayuda a mantener la atención y la concentración en los procesos de aprendizaje y es en sí mismo un proceso de educación ciudadana de acuerdos, objetivos, reglas y roles; también potencia la transmisión cultural intergeneracional y fortalece los vínculos en la familia al jugar juegos tradicionales, adaptaciones modernas o video juegos.

¿Cómo puedes observar si se vulnera el derecho a jugar?

El acceso de los niños y niñas a jugar está relacionado con el tiempo y espacios que tienen para jugar. No está en duda que el juego en los niños y niñas emerge aún en situaciones tan adversas como la guerra, como si la mente y el espíritu buscara incansablemente su salud; sin embargo, su contribución al desarrollo humano de cada jugador o jugadora si varía según el tiempo y las condiciones del espacio donde religa, co crea, vence desafíos, se siente feliz, se frustra y regresa al juego entre otros.

En el caso de la variable tiempo es necesario difundir que los niños y niñas deben tener tiempo libre, entendiendo este como el tiempo donde el niño decide qué hacer o qué no hacer (la nada), en los extremos están por un lado los niños y niñas sobre agendados, que tienen cursos y actividades educativas o recreativas programadas por los adultos todo el día y también los niños y niñas que trabajan o tienen tareas donde cuidan a otros en su grupo familiar y a pesar de su corta edad remplazan a los servicios que el Estado no brinda en todos los lugares del país y en muchos casos donde los servicios que se necesitan aún no han sido creados.

También están los castigos de los cuidadores en casa que dejan al niño o niña sin tiempo libre para jugar o durante el período de clases en las Instituciones Educativas, cuando se deja a los niños y niñas sin el tan esperado recreo donde al jugar recrea simbólicamente las experiencias del aula, donde ríe con amigos, donde comparte y vive reequilibrándose para continuar aprendiendo.

En relación a la variable espacio, se observa la vulneración del derecho a jugar cuando los gobiernos locales no hacen mantenimiento a los juegos y en estos ocurren accidentes como golpes, cortes, fracturas o hasta la muerte. Por ejemplo, la noticia del 5 de febrero de este año que relata la lamentable muerte de un niño de 8 años en Chorrillos de Lima por la caída de un arco de fulbito en mal estado sobre su cabeza o la noticia sobre el denominado “parque de la muerte” en Santiago de Cusco donde la resbaladera termina en la carretera lo que muestra absoluta falta de criterio para identificar riesgos cuando los niños al jugar están sumergidos en un mundo imaginario que limita sus reacciones de sobrevivencia. Además, cuando un jugador o jugadora se accidenta el registro en emergencia no especifica si este accidente tuvo relación con el juego, el juguete o el espacio y las condiciones; esto dificulta la construcción de datos estadísticos que evidencien la urgencia de medidas correctivas más allá de la observación cotidiana de los parques o zonas de juego.

¿Qué indicadores nos ayudan a hacer un balance del acceso a este derecho?

En la práctica profesional podemos observar o analizar los datos relacionados principalmente con la existencia de un sistema y plan de juego y recreación, las condiciones de los espacios para jugar, la calidad en la oferta de servicios, la capacitación de los colaboradores, el presupuesto asignado. A continuación, precisemos a qué se refiere cada indicador:

  • El sistema y el plan de juego y recreación diferenciado del deporte competitivo. Para esto se requiere que a nivel local los stakeholders conformen un grupo a nivel local (mesa, comisión, foro o como prefieran llamarlo) que sea la base del sistema y permita sinergizar su quehacer y potenciarlo para la implementación de un plan.
  • Las condiciones de los espacios. Parques o zonas de juego limpias y seguras, zonas con juegos es buen estado, zonas para el paseo y deposiciones de perros, zona de pic nic o campamento al aire libre, zonas para bailar, jugar sin elementos, cantar, co crear imaginariamente.
  • La calidad de la oferta de servicios público o privada a nivel local. Entre los principales aspectos cuyos estándares deben vigilarse atentamente se encuentra el orden, limpieza, materiales de calidad y en cantidad suficiente entre otros, de tal manera que posibiliten una experiencia lúdica significativa. Entre los programas básicos están las ludotecas, las vacaciones divertidas en espacios deportivos y en parques, las ferias de juego tradicional y cometas intergeneracional, cuenta cuentos y biblioteca itinerante, montar y arreglar bicicletas, teatro intergeneracional, tours barriales, campamentos en parques, playas y museos entre otros.
  • La capacitación de los colaboradores. Esto supone que los colaboradores conocen los fundamentos de la lúdica, su razón de ser como derecho, los enfoques centrales, los principios del juego, los satisfactores que posibilitan el religue, el relacionamiento con niños, adultos y adultos mayores entre otros.
  • El presupuesto asignado. El presupuesto siempre es un tema medular, en este caso este debe estimarse a través de las partidas presupuestales asignadas, los proyectos de inversión pública, las alianzas público – privadas, las donaciones y sinergias con organizaciones de juego y recreación y el aporte de las familias.

¿Cómo puedes sumarte al juego?

Siempre es posible participar en grupos locales que promuevan este derecho e incluir actividades lúdicas para los niños y niñas en el marco de los programas que ejecutamos los trabajadores sociales; sería ideal que organizaran actividades lúdicas para personas de todas las edades.

Recordar que el ser humano tiene la capacidad de jugar a lo largo de toda su vida, que en la niñez al jugar sólo se sientan las bases para enfrentar adversidades y aprovechar oportunidades, se sientan las bases de una vida plena, creativa y realizada.

Bibliografía

  1. Aberastury Arminda. El niño y sus juegos. 2da edi. 6° reimp. – Buenos Aires: Paidós 2013
  2. Naciones Unidas. Convención sobre los Derechos del Niño. Observación general Nº 17 (2013) sobre el derecho del niño al descanso, el esparcimiento, el juego, las actividades recreativas, la vida cultural y las artes (artículo 31). 17 de abril del 2013.
  3. Rabenko Fernando D. El juego temático grupal. Artes gráficas Unicornio. Buenos Aires Argentina. Abril 2005
  4. Scheines Graciela I. Juguetes y jugadores. Editorial Belgrano. Buenos Aires, Argentina1981.
  5. Scheines Graciela I. Juegos inocentes juegos terribles. Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1ra edición: noviembre 1998.

Directorio URL

http://www.ipaargentina.org.ar/ipa-world/

https://www.unidosporlosderechoshumanos.mx/what-are-human-rights/videos/right-to-play.html

https://www.unicef.org/peru/spanish/convencion_sobre_los_derechos_del_nino__final.pdf

MARÍA VIRNA VERA COLLANTES
Licenciada en Trabajo Social en la Pontificia Universidad Católica del Perú y egresada de la maestria de sociología en la misma casa de estudios. Se formó en creatividad y en lúdica con entidades como Asociación Momo de España, La Mancha de Uruguay y Tiempo de Juego en Argentina. Este año fue certificada como especialista en Juegos Cooperativos y Colaborativos por la secretaría de trabajo de México.
Se capacitó con el Instituto de la Universidad de Cambridge en negociación y resolución de conflictos y recibe capacitación contínua en el uso de herramientas holísticas para las habilidades sociales. Aplica el juego para lúdica transformación social.
Enseñó en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Católica del Perú, y desempeñó diferentes roles en entidades públicas y privadas. Entre estas entidades se encuentran:  supervisora de engagment en la empresa minera Rio Tinto, supervisora de engagement en la empresa minera Las Bambas, sub gerente en Municipalidad de Lima y consultora para temas relacionados con el relacionamiento en empresas privadas como Agro industrial Intipuquio, Agro industrial La Venta, BID – Poder Judicial, Ministerio de Cultura y Gobierno Regional del Callao.
Dedica tiempo de trabajo voluntario a la incidencia en políticas de juego y recreación participando en la MEDEJU que lidera el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables e incidiendo a través de redes sociales en la importancia del derecho al juego (artículo 31 de la convención por los derechos del niño).
Es miembro de Juega Perú y Proyectos Lúdicos (www.proyectosludicos.com).

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