La Agenda del Desarrollo Sostenible como marco para el Trabajo Social
En el marco de las actividades preparatorias de la celebración del bicentenario de nuestra vida republicana como país, el CELATS promueve un proceso de reflexión orientado a repensar el trabajo social, nuestra agenda prioritaria y nuestro perfil en el nuevo escenario que se abre, un balance de nuestro aporte profesional y sobre todo para repensarnos. El presente artículo pretende presentar a ustedes un ángulo de este debate todavía inicial.
Esta reflexión nos remite al contexto más general y uno de los cambios sustantivos en este campo sin duda ha sido la aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas del documento final “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, con fecha 2 de agosto del 2015, así como la agenda para el desarrollo sostenible aprobada los días 25 al 27 de setiembre del mismo año. Este instrumento en realidad nos redefine institucionalmente, por lo que debemos repensarnos en lo fundamental articulándonos y adecuándonos a este proceso.
Transformar nuestro mundo: la agenda 2030 para el desarrollo sostenible, es un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad. Se propone tomar medidas audaces y transformadoras para reconducir el mundo por el camino de la sostenibilidad y la resiliencia. Recoge y reconoce todos los acuerdos, aportes y avances de los eventos previos en esta materia, en particular los Objetivos de Desarrollo del Milenio y se propone como finalidad lograr el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones: económica social y ambiental de manera integral y equilibrada. Define la dignidad humana como el eje fundamental de este proceso, por lo que los más rezagados serán la prioridad.
Detrás de estos objetivos y metas de este instrumento estratégico subyace una visión de futuro: “sumamente ambiciosa y trasformadora, un mundo sin pobreza, hambre, enfermedades ni privaciones, donde todas las formas de vida puedan prosperar; un mundo sin temor ni violencia; un mundo en el que la alfabetización sea universal, con acceso equitativo y universal a una educación de calidad en todos los niveles, a la atención sanitaria y la protección social, y donde esté garantizado el bienestar físico, mental y social; un mundo en el que reafirmemos nuestros compromisos sobre el derecho humano al agua potable y al saneamiento, donde haya mejor higiene y los alimentos sean suficientes, inocuos, asequibles y nutritivos; un mundo cuyos hábitats humanos sean seguros, resilientes y sostenibles y donde haya acceso universal a un suministro de energía asequible, fiable y sostenible”.
“Contempla un mundo en el que sea universal el respeto de los derechos humanos y la dignidad humana, el estado de derecho, la justicia, la igualdad y la no discriminación; donde se respeten las razas, el origen étnico y la diversidad cultural y en el que exista igualdad de oportunidades para que pueda realizarse plenamente el potencial humano y para contribuir a una prosperidad compartida; un mundo que invierta en su infancia y donde todos los niños crezcan libres de la violencia y la explotación; un mundo en el que todas las mujeres y niñas gocen de la plena igualdad entre los géneros y donde se hayan eliminado todos los obstáculos jurídicos, sociales y económicos que impiden su empoderamiento; un mundo justo, equitativo, tolerante, abierto y socialmente inclusivo en el que se atiendan las necesidades de los más vulnerables”.
“Contempla un mundo en el que cada país disfrute de un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible y de trabajo decente para todos; un mundo donde sean sostenibles las modalidades de consumo y producción y la utilización de todos los recursos naturales, desde el aire hasta las tierras, desde los ríos, los lagos y los acuíferos hasta los océanos y los mares; un mundo en que la democracia, la buena gobernanza y el estado de derecho, junto con un entorno nacional e internacional propicio, sean los elementos esenciales del desarrollo sostenible, incluido el crecimiento económico sostenido e inclusivo, el desarrollo social, la protección del medio ambiente y la erradicación de la pobreza hambre, un mundo en el que el desarrollo y la aplicación de las tecnologías respeten el clima y la biodiversidad y sean resilientes; un mundo donde la humanidad vida en armonía con la naturaleza y se protejan la flora y fauna silvestres y otras especies de seres vivos ”
Con relación a la participación de actores es importante resaltar la pluralidad, diversidad y amplio consenso, lo que se expresa en una célebre frase con la que inicia la Carta de las Naciones Unidas: “Hoy día, somos nosotros los pueblos quienes emprendemos el camino hacia 2030. En nuestro viaje nos acompañarán los gobiernos, así como los parlamentos, el sistema de las Naciones Unidas y otras instituciones internacionales, las autoridades locales, los pueblos indígenas, la sociedad civil, las empresas y el sector privado, la comunidad científica y académica, y toda la población. Ya se han comprometido con esta Agenda millones de personas que la asumirán como propia. Es una Agenda del pueblo y para el pueblo, y precisamente por ello creemos que tiene el éxito garantizado.”
Como puede observarse se trata de un instrumento ambicioso integral, en cuyo marco quedan comprendidos el conjunto de los procesos principales de los países principalmente en vías de desarrollo y compromete por primera vez en la historia al conjunto de los actores comprometidos en la implementación de esta agenda. Sin embargo estos acuerdos no son vinculantes para los países, cada uno de ellos deberá adecuarlo a sus condiciones e institucionalizarlo a través de normas específicas que le asignen el carácter de política pública y por tanto la obligatoriedad de su cumplimiento. En el Perú el plan está en la fase final de su elaboración.
La agenda prioritaria del Trabajo Social
Nuestra primera certeza luego de un primer contacto solamente con el instrumento “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, es que debido a la naturaleza de nuestra profesión hemos estado históricamente en este marco y más aún ahora que la propuesta de desarrollo es más integral y consensual. Los grandes y principales temas de nuestra realidad y que constituyen objeto de nuestra intervención están comprendidos en este instrumento, así como los lineamientos generales para su encaramiento. Seguramente también en este marco tendremos que identificar y desarrollar nuestras particularidades políticas, sociales y culturales, para aportar también al proceso más general del desarrollo.
Los principales procesos sociales
Intentando acercarnos a los procesos sociales principales a los que debería responder el trabajo social en el periodo que se abre y con cargo a cotejar con el Plan de desarrollo sostenible que viene elaborándose desde el estado, podríamos priorizar algunos en base a dos criterios básicos, la relevancia del proceso (extensión, masividad y profundidad) y las competencias y capacidades del trabajo social
Un tema central sin duda será la erradicación de la pobreza y sus secuelas graves como el hambre, la desnutrición infantil, la desarticulación entre el crecimiento económico y el desarrollo integral, el abandono del desarrollo rural y la ausencia de una propuesta de desarrollo rural que afecta a un gran sector de población comunera tanto en la sierra como en la selva. Esto nos conecta directamente con el modelo económico y las políticas de crecimiento y desarrollo.
Un gran tema que ha crecido exponencialmente en nuestro país es la desigualdad social, mientras el crecimiento fue estable y sostenido durante algo más de una década, los mecanismos de acceso a los beneficios de este crecimiento más bien se fueron restringiendo y concentrando en pocas manos. La exclusión social y los mecanismos de discriminación en lo que se refiere a acceso a oportunidades se cierran, así como las condiciones y calidad de vida para importantes sectores de la población. El gran reto es que la desigualdad alienta diversas formas de violencia.
La desigualdad entre los géneros sigue siendo un tema central, ahora más visible pero también con un componente de violencia alarmante, problemas que van desde la desigualdad de oportunidades, la transgresión de derechos y el cuestionamiento de la vida y la salud de las mujeres. Lamentablemente las respuestas son todavía aisladas e inmediatistas, las propuestas de políticas y estrategia preventivas son todavía muy débiles.
Un déficit histórico en realidades como las nuestras tiene que ver con la atención de los derechos universales de las personas: salud, educación, servicios básicos y trabajo, los avances han sido relativos y desiguales, principalmente de carácter cuantitativo, la calidad es una agenda pendiente. La ineficiencia del Estado es uno de los factores centrales de este déficit.
Un campo bastante dinámico en nuestra realidad es lamentablemente el campo de las diversas formas de violencia: política, social, familiar y personal, principalmente contra niños, adolescentes, mujeres e indígenas. Los factores determinantes son diversos, desde el machismo, la desigualdad, las formas de exclusión y discriminación y un andamiaje político, social y cultural de reproducción de violencias. La transgresión de derechos fundamentales y humanos es un problema cotidiano
Un gran tema del período será sin duda el tema de la defensa y desarrollo del ambiente y los recursos naturales, la definición de un marco legal y normativo claro que ponga las reglas de juego claras, la defensa de los derechos de los indígenas frente a la presencia de actores externos y el impacto negativo de los megaproyectos de desarrollo, la facilitación de la interacción y negociación de actores en torno a procesos de conflicto sociales.
Finalmente, el fortalecimiento de la democracia y los mecanismos de participación ciudadana, también están en crisis, lo que trae consigo procesos cíclicos de inestabilidad social y política, los problemas de gobernabilidad en los tres niveles de gobiernos, ponen en cuestión la vigencia del estado de derecho.
Son estos los grandes temas que deben marcar la agenda de los profesionales de trabajo social, en todos los campos de acción.
Nuestra agenda prioritaria
Identificados nuestros principales procesos sociales intentamos un ejercicio de priorización de lo que sería nuestra agenda prioritaria en el marco del desarrollo sostenible.
En la primera columna presentamos cinco campos temáticos que corresponderían a los principales procesos antes abordados, estos serían campos de especialidad del trabajo social, que incluso pueden desglosarse aún más. En la segunda columna hemos organizado los objetivos de desarrollo sostenible en torno a los campos temáticos priorizados, seleccionando solo aquellos que tendrían una relación directa con la naturaleza y competencias profesionales, serian 9 objetivos de 17 sobre los que tendríamos competencia. Finalmente en la tercera columna en la misma lógica hemos priorizado las metas y componentes correspondientes a cada uno de los objetivos.
Quizás, podrían incorporarse dos campos adicionales: Democracia y gobernabilidad que nos permita trabajar los asuntos políticos y de poder, y los factores que las trastocan; un segundo tema tiene que ver con el ambiente, los recursos naturales y los cambios climáticos.
TRABAJO SOCIAL: AGENDA PRIORITARIA POR CAMPO TEMATICO
CAMPOS TEMATICOS | AGENDA PRIORITARIA | OBJETIVOS ESTRATEGICOS |
Crecimiento y desarrollo sostenible | Objetivo 1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas en el ámbito nacionalObjetivo 2. Poner fin al hambre, seguridad alimentaria, mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible | 1.1.Pobreza: erradicar la pobreza extrema, disminución de la pobreza, medidas de protección, servicios básicos, acceso a la propiedad, protección frente a situaciones de crisis.2.1.Seguridad alimentaria: Nutrición, desnutrición, anemia, productividad agrícola, producción de alimentos, mercado de alimentos |
Desigualdad Social | Objetivo 8. Reducir la desigualdad en el ámbito nacional y en particular en las regiones más vulnerablesObjetivo 11. Lograr que las ciudades y los asentamientos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles | 8.1. Igualdad social: Regulación de ingresos de los más pobres, promoción de la inclusión social, económica y política de todas las personas. Promover igualdad de oportunidades, compensación de desigualdades. Facilitar la migración ordenada.11.1. Desarrollo local: acceso a viviendas y servicios básicos, planificación y gestión participativa, prevención y manejo de situaciones de crisis. |
Servicios sociales básicos | Objetivo 3. Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edadesObjetivo 4. Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todosObjetivo 8. Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno, productivo y decente | 3.1.Salud: mortalidad moderna e infantil, control de epidemias SIDA y TBC, Malaria, enfermedades trasmisibles. Salud mental, control de sustancias adictivas, salud sexual y reproductiva. Cobertura sanitaria universal4.1.Educación: educación básica para todos, educación preescolar, formación técnica y superior de calidad, formación de docentes.8.1.Crecimiento económico y trabajo decente: Empleo pleno y productivo, trabajo decente, trabajo forzoso, formas de esclavitud modernas, promoción del emprendidurismo, protección del empleo de sectores vulnerables. |
Paz social, seguridad y derechos humanos | Objetivo 16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles | 16.1. Seguridad y paz social. Reducir toda forma de violencia y tasa de mortalidad conexas, maltrato, trata de menores, tortura contra niños y mujeres. Lucha contra la delincuencia organizada, lucha contra la corrupción y el terrorismo. Prevención de toda forma de violencia. Respeto y promoción de DDHH y la dignidad humana, el estado de derecho, acceso a justicia, igualdad de oportunidades. no discriminación |
Igualdad de genero | Objetivo 5. Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas | 5,1. Igualdad entre los géneros: formas de discriminación contra la mujer, violencia de género, reconocimiento y valoración del trabajo doméstico no remunerado, igualad de oportunidades. Explotación y trabajo forzado |
MG. ISABEL CORAL CORDERO
Trabajadora Social egresada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con estudios de Maestría en Sociología en la Pontifica Universidad Católica del Perú. Con 7 años y medio de experiencia en la gestión pública (ejecutivo), 4 años en el Ministerio de la Mujer como Jefa Nacional del Programa de Apoyo al Repoblamiento PAR y dos años en la Presidencia del Consejo de Ministros – en la Secretaria Ejecutiva de la CMA y 18 meses como asesora política en conflictos sociales en EL Viceministerio de Gobernanza Territorial de la PCM. Con 7 años de experiencia en Asesoría Parlamentaria del Congreso de la República. Actualmente, presidenta del Centro de Promoción y Desarrollo Poblacional.