Intervención del Trabajo Social: una mirada a la pobreza y desarrollo a partir de los gobiernos locales y de los espacios de concertación

Perú

1. INTERVENCIÓN DESDE EL TRABAJO SOCIAL

La formación en Trabajo Social

Desde el contexto disciplinario-curricular en Trabajo Social, se configuran tres ejes fundamentales: la formación, la intervención y la producción de conocimientos.

La formación referida al conocimiento teórico y metodológico, desde una reflexión ética, relacionada con la formación de valores, que permita asumir una práctica profesional de respeto y responsabilidad. En la intervención se orienta al ejercicio profesional; Inter-disciplinario, multidisciplinario y autónomo, desde una perspectiva integradora para afrontar el contexto actual e insertarse efectivamente en la sociedad global. El eje de producción y generación de conocimientos juega un papel preponderante en la construcción de la nueva práctica, asumida desde la recuperación de experiencias de manera reflexiva, ordenada y sistematizada lo que va dando pie al conocimiento de la realidad y la reflexión teórica que puede orientar la nueva práctica. En la profesión existen diversos niveles y fuentes de desarrollo: la academia y lo que se está haciendo en la práctica; estos mantienen lógicas diferentes para aproximarse a la intervención. Es necesario promover la convergencia de las lógicas en pro de la consolidación de la profesión, la formación y la construcción disciplinar (Cifuentes, 2004).

“una profesión es mucho más que la enseñanza y lecturas curricularmente organizadas en la formación académica; es una práctica socialmente determinada por el dominio de campos específicos de conocimiento, espacios institucionales e identidades profesionales” (Cifuentes, 2005, p.19)

Bachelard (1987) señalaba que el hecho científico se conquista, se construye y comprueba. En trabajo social no se prioriza la generación de conocimientos (Matus, 1999), por lo tanto, no podemos estructurar la profesión desde lo epistemológico, teórico, conceptual y metodológico.

En esta dirección concordamos con lo dicho por Tello (2000) al indicar que lo que se ha investigado en trabajo social, poco tiene que ver con su objeto; de ahí la necesidad de volver sobre su propio quehacer como objeto de conocimiento, para no desarrollar investigación propia de otras disciplinas o enfatizar en el pragmatismo.

Revisemos algunos puntos críticos en este acápite. En nuestras investigaciones hemos incorporado, desde nuestro sentido común, pre nociones y no conceptos, usando un lenguaje común. Las pre -nociones son -siguiendo a Bourdieu- las opiniones primeras que los investigadores mantienen respecto de los hechos sociales, las cuales suelen ser una colección de juicios o pre -juicios falsamente sistematizados. Por lo tanto, nuestras preguntas de investigación resultan en este sentido, en una colección de prejuicios; en preguntas auto respondidas, que ya mantienen una respuesta dada en función de los conocimientos previos ó en función de los valores ó de la ideología del propio investigador. Hemos construido relaciones entre los elementos del objeto real y no entre elementos del objeto construido. Muchas veces planteamos preguntas de investigación sin encuadrarlas en ningún enfoque teórico específico.

Respecto a la metodología, muchas veces hemos utilizado métodos al azar y en forma mecánica, sin una reflexión previa (vigilancia epistemológica) y una adecuación a los marcos teóricos-conceptuales adaptados para definir e intervenir en la problemática definida.

Para poder contrastar las hipótesis teóricas formuladas a partir de la construcción teórica del objeto de estudio, es necesario seleccionar las técnicas de recopilación de datos. Para que esta selección no resulte en un acto mecánico e irreflexivo, debería ser entendida como otra serie de acciones fundamentadas teóricamente. La cuestión metodológica propiamente dicha responde a la elección entre las técnicas en función de su significación epistemológica dada por el objeto construido. Este objeto construido (desde la teoría) da una determinada significación teórica a los problemas planteados al objeto de investigación. Y las técnicas, en este sentido, deben responder a esa significación teórica. Bourdieu, et al (2004) sostienen que la teoría implícita en una práctica tiene tanto más posibilidades de ser inadecuada al objeto en su especificidad, en cuanto es menos consciente.

¿Cómo entendemos la intervención profesional?

La intervención de Trabajo Social se puede entender como una forma de acción social, consciente y deliberada, que se realiza de manera expresa, integra supuestos ideológicos, políticos, filosóficos, con propuestas metodológicas. Supone procesos que parten del conocimiento de problemáticas: implica identificar sujetos, situaciones y circunstancias para promover su desarrollo humano, desde la opción por reivindicar y restituir los derechos; reconocer diferentes realidades subjetivas, con perspectivas particularizantes; se apoya en teorías sociales que juegan un papel explicativo y guían el conocimiento, proceso y resultados (Corvalán,1996).

García (1998), señala que la intervención se relaciona con el actuar profesional, dirigido a un colectivo (población territorial, institucional, organización) o individuo, para cambiar, transformar, modificar situaciones problemáticas a partir de una realidad contextual.

Toda intervención profesional se enmarca en la interrelación de diferentes factores que la constituyen y le dan identidad, estatus y dimensión; integra 3 conceptos y procesos fundamentales en Trabajo Social: conocimiento, acción, transformación; su relación dialéctica está implícita y subyace a cualquier proceso de interacción profesional (Cifuentes, 2008). La misma académica propone cuatro tipos de conceptos: Los que constituyen el punto de partida que enmarca Trabajo Social como profesión, acción y práctica social. Los estructurales o esenciales: sujetos, objetos, intencionalidades, fundamentación y propuestas metodológicas. Los condicionantes “cuestión social, política social, espacio profesional, desprofesionalización”, imprimen sellos particulares, direccionalidades específicas e influyen la intervención. El análisis de condicionantes de la intervención profesional posibilita su comprensión estructural, histórica, situada, estratégica y prospectiva y finalmente los efectos dan cuenta de la materialización del ejercicio, en la medida en que se configura la memoria histórica, individual y social (Cifuentes, 2009).

La identidad posibilita posicionar y visibilizar los roles en la sociedad; se va enriqueciendo y modificando en la medida en que se establecen nuevas demandas sociales, se accede a nuevos roles, se construyen conocimientos y se profundiza la reflexión sobre la práctica. La identidad se evidencia en el reconocimiento social desde los sujetos (usuarios, integrantes de equipos interdisciplinarios, con quienes se actúa, jefes, supervisores); se materializa en la intervención, posicionamiento.

Ahora bien, en cuanto a la identidad profesional, Martinelli (1992), señalaba que en la práctica profesional del trabajo social había que pensar en tres dimensiones que la conforman; en el saber, se encuentran los componentes teórico metodológicos, en el hacer se encuentran los componentes técnico-operativos y en el poder, se encuentran los componentes ético-políticos. La complejidad de las categorías expuestas impone a los profesionales del Trabajo Social una reflexión crítica de su acción en los contextos actuales, involucrando la identificación, el análisis, la comprensión y evaluación de las diversas situaciones que obstaculizan el desarrollo de los seres humanos (Muñoz y Vargas, 2013).

López y Cifuentes (1998) señalan que aportar conceptos para leer la intervención es una condición necesaria, mas no suficiente; requerimos mirar el horizonte, mantener las utopías, sopesar nuestras realidades, para promover la construcción de alternativas de acción profesional viables, pertinentes y significativas; estrategias para nuevas realidades; superar la perplejidad y ambigüedad ante la compleja situación actual; interactuar con otras disciplinas y profesiones para construir conjuntamente alternativas de desarrollo social en América Latina. Trabajo Social no puede estar rezagado de los desarrollos y transformaciones que se están operando en el conocimiento. Ello no significa que su misión ética y social sea poner sus saberes al servicio del desarrollo tecnológico y de las políticas de desarrollo económico y distribución de poder.

Por otro lado, Molano (2003) describe el panorama que enfrentan las ciencias sociales y en especial el Trabajo Social, respecto a la instrumentalidad en su intervención.

Las ciencias sociales se ven obligadas a punta de desempleo y estigmatización –sin nombrar la represión física– a volverse instrumentales y a evadir, para sobrevivir, toda posición crítica que explique las raíces y desarrollo de los procesos. Nuestras profesiones están cada día más en manos de empresas privadas que exigen a cambio del salario, resultados positivos. Esto quiere decir, a cambio, impedir que surjan problemas que entorpezcan la reproducción ampliada de capital… el unanimismo político, la estigmatización de la oposición, la dialéctica maniquea de lucha contra el terrorismo y el desempleo calificado son los cerrojos de las celdas donde han encerrado las ciencias sociales y en particular al Trabajo Social y a la Sociología (p.56).

Cifuentes y Camelo (2005) precisaron que nos encontramos frente a una realidad compleja que nos exige reflexionar en nuestra acción que involucre la identificación, el análisis, la comprensión y evaluación de las diversas situaciones que obstaculizan el desarrollo de los seres humanos, por lo tanto nuestra profesión demanda el desarrollo de una intervención rigurosa en cuanto a un análisis reflexivo de la realidad, donde estén presentes el contexto, los sujetos, las intencionalidades, los objetos de intervención, la fundamentación (enfoques epistemológicos, sistemas teóricos, sistemas conceptuales, referentes metodológicos y sus implicaciones así como la perspectiva ética), la metodología y los métodos

La vigilancia epistemológica de nuestra intervención

Vélez (2003) señalaba que la vigilancia epistemológica es un principio y práctica que requerimos asumir en la cotidianidad de nuestro ser y hacer. Para poder avanzar en la fundamentación de trabajo social. Es necesario partir de la reflexión sobre nuestras prácticas, lo que nos conlleva a la construcción de conocimientos desde diversos saberes, desde enfoques epistemológicos, surgidos por ejemplo en América Latina, de referentes éticos y metodológicos pertinentes, relevantes y significativos, que den respuesta a las necesidades, demandas y coyunturas sociales, sin perder la mirada estructural, estratégica y transformadora. Desde la vigilancia epistemológica, nos constituimos en profesionales reflexivos y propositivos frente al conocimiento de Trabajo Social.

2. LA POBREZA Y EL DESARROLLO HUMANO

Entendemos la pobreza como una situación injusta que produce la exclusión de las oportunidades para desempeñarse en la vida de acuerdo a las potencialidades humanas, a la vocación de las personas y en general de maneras consideradas valiosas por la sociedad y por los individuos. En otros términos, la situación de pobreza es una situación de restricción de la libertad que proviene de relaciones económicas, sociales, culturales y políticas injustas. Esta restricción de la libertad tiene diversas dimensiones básicas que tienen que ver con: constitución física y mental y formación básica de la persona; acceso a las opciones de consumo y desarrollo personal que se logra a través del ingreso y de los activos económicos personales y colectivos; libertad respecto de discriminaciones, de la inseguridad y de la injusticia; límites al acceso a la participación[3].

Las consecuencias más visibles podrían sintetizarse en:

  1. a) La falta de equidad en el acceso a oportunidades de desarrollo.
  2. b) La falta de oportunidades de empleo para la mayoría de la población y el deterioro del empleo existente.
  3. c) La desnutrición infantil, que afecta a más del 50% de nuestra población infantil y que está determinando la pérdida de capacidades de por vida en miles de peruanos.
  4. d) La desarticulación de las familias y los índices alarmantes de violencia familiar. La desorientación de los jóvenes y la falta de canales para su realización personal en el país.
  5. f) El crecimiento de la inseguridad en las ciudades (Zúñiga, 2011)

El concepto de desarrollo, nace después de la segunda guerra mundial. En los primeros años, se asoció estrictamente a “crecimiento” (económico). Desde 1970, se da una verdadera revolución en los conceptos de desarrollo, pues la nueva idea es que “desarrollo” es un concepto lleno de juicios de valor y que lo central está en preguntarse qué es lo que permite la realización del potencial de las personas. Desde allí, mucho se ha avanzado en la construcción de una concepción más integral de desarrollo. El desarrollo humano puede describirse como un proceso de ampliación de las opciones de la gente (…) Más allá de esas necesidades, la gente valora además, beneficios que son menos materiales. Entre ellos, figuran por ejemplo, la libertad de movimiento y de expresión y la ausencia de opresión, violencia o explotación. La gente quiere, además de tener un sentido de propósito en la vida, un sentido de potenciación. En tanto, miembros de familias y comunidades, las personas valoran la cohesión social y el derecho a afirmar sus tradiciones y cultura propia (PNUD, 1996)

3. LOS GOBIERNOS MUNICIPALES: UNA INTERVENCIÓN DESDE LO LOCAL

La Constitución Política de 1993 en su artículo 43º[4] establece que las políticas públicas que se adoptan y ejecutan a nivel nacional, regional y municipal, deben ser diseñadas de manera que respondan a una lógica de conjunto, es decir, de país. “las municipalidades provinciales y distritales son los órganos de gobierno local. Tienen autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de su competencia” (artículo 194º)

En la Ley de Bases de Descentralización[5], define en su artículo 8º el concepto de autonomía entendido para los tres niveles de gobierno: “La autonomía es el derecho y la capacidad efectiva del gobierno en sus tres niveles, de normar, regular y administrar los asuntos públicos de su competencia”

Los Gobiernos Municipales comparten competencias específicas con los Gobiernos Regionales y el Gobierno Nacional en los casos que determinan las normas legales que regulan cada materia comprendida en sus competencias.

La Ley de Bases de Descentralización, en su artículo 10.2, señala que “Los Poderes Legislativo y Ejecutivo, no pueden afectar ni restringir las competencias constitucionales exclusivas de los gobiernos regionales y locales”. Con ello se reafirma que no existe una relación de interdependencia entre los distintos niveles de gobierno, sino de complementariedad (MINAM, 2008)

La Ley Orgánica de Municipalidades[6] establece cuáles son las funciones o facultades municipales que deben que ser compartidas con otros niveles de gobierno, las cuales implican labores de coordinación y concertación entre las distintas autoridades[7]

A manera de recuento histórico, a decir de Rosales y Hernández (s/f) es importante esgrimir los motivos de la descentralización, que surgió en América Latina a partir de los años 80.

  • Ampliar y hacer más efectiva la presencia del Estado en el territorio
  • Aligerar el tamaño del Estado
  • Democratizar y ampliar los espacios de participación ciudadana
  • Estimular el desarrollo local, entregándole a las municipalidades funciones de inversión local y de estímulo al desarrollo económico territorial

La Ley de Bases de la Descentralización y la nueva Ley Orgánica de Municipalidades, ya vislumbran nuevos roles y tareas para los gobiernos locales en el campo del desarrollo, y más específicamente, en la gestión de las políticas y programas sociales.

La Ley Orgánica de Municipalidades define dos áreas de competencia (Artículo N°73): Los servicios públicos locales y los servicios sociales locales.

Principales instrumentos y estrategias de intervención local

  • Los planes de desarrollo local, son quizás el principal instrumento a tener en cuenta, para ir incorporando progresivamente el reconocimiento de la problemática social y su atención, de manera integrada al conjunto del desarrollo local.
  • Tomar en cuenta los programas presupuestales estratégicos (PPE), forman parte del Presupuesto por Resultados, que es una unidad de programación de las acciones de las entidades públicas, las que integradas y articuladas se orientan a proveer productos, para lograr un Resultado Específico en la población y así contribuir al logro de un Resultado Final asociado a un objetivo de política pública (García, 2014).

Dentro de los principales PPE tenemos el programa articulado nutricional (PAN), logros de aprendizaje al finalizar el III Ciclo de educación básica regular (PELA), la salud materna neo natal, acceso a la identidad, electrificación rural, mejora de caminos, saneamiento rural, entre otros.

  • El SISFOH es un instrumento fundamental para responder a las necesidades de información social. Para ello, cuenta con un sistema de información sobre las características socioeconómicas de los hogares, llamado Padrón General de Hogares (PGH). La responsabilidad de la operación del SISFOH está a cargo de la Unidad Central de Focalización (UCF), bajo el ámbito de la Dirección General de Asuntos Económicos y Sociales del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF, 2015)
  • Otro instrumento es el Plan de Incentivos a la Mejora de la Gestión y Modernización Municipal (PI) Ley Nº 29332 y modificatorias[8]e implica una transferencia de recursos a las municipalidades por el cumplimiento de metas en un periodo determinado. Dichas metas son formuladas por diversas entidades públicas del Gobierno Central y tienen como objetivo impulsar determinados resultados cuyo logro requiere un trabajo articulado con las municipalidades (MIDIS, 2015). El PI es un instrumento del Presupuesto por Resultados (PpR), orientado a promover las condiciones que contribuyan con el crecimiento y desarrollo sostenible de la economía local, incentivando a las municipalidades a la mejora continua y sostenible de la gestión local (MEF, 2015)
  • La Estrategia Nacional de Desarrollo e Inclusión SocialIncluir para Crecer, es el instrumento de gestión hacia el logro de resultados prioritarios que orienta la articulación de la política de desarrollo e inclusión social en el marco de la gestión por resultados, promoviendo el cierre de brechas de acceso a los servicios públicos universales de calidad y el acceso a las oportunidades que abre el crecimiento económico. (MIDIS, 2015)
  • ElFondo para la Inclusión Económica en Zonas Rurales (FONIE) fue creado mediante el Artículo 23º de la Ley Nº 29951 – Ley de Presupuesto del Sector Público para el año Fiscal 2013, con la finalidad de financiar la elaboración de estudios de Pre inversión, ejecución de proyectos de inversión pública, y/o mantenimiento, presentados por los Gobiernos Regionales, Locales, el propio Sector o las personas jurídicas privadas; para la ejecución de infraestructura de agua y saneamiento, electrificación, telecomunicaciones y caminos vecinales y de herradura, de forma preferentemente simultánea, con el objeto de generar un impacto en el bienestar y mejora de la calidad de vida en los hogares rurales. (MIDIS, 2015)
  • El Sello Municipal Incluir para Crecer Gestión Local para las Personas nace como una iniciativa que articula esfuerzos entre los tres niveles de gobierno en el marco de la Estrategia Nacional de Desarrollo e Inclusión Social (ENDIS).

4. LA MESA DE CONCERTACION DE LUCHA CONTRA LA POBREZA UN ESPACIO DE CONCERTACION DE POLITICAS PUBLICAS Y PARTICIPACION CIUDADANA

La concertación es un proceso por el cual partes con diferentes intereses llegan a acuerdos sobre un determinado fin. Concertar es buscar un entendimiento, teniendo en cuenta a la vez las diferencias de los participantes involucrados en el proceso. Los acuerdos no se logran de la noche a la mañana, requieren de un proceso que va de la identificación del problema, a la discusión de las perspectivas y la toma de decisiones. El camino de la concertación requiere de espacios concretos donde discutir, debatir y dialogar con la participación de diversos actores sociales, para determinar puntos comunes, para interactuar y llegar a acuerdos, así como para evaluar las acciones y lanzar nuevas propuestas (MCLCP, 2003)

La MCLCP es una instancia de carácter nacional y descentralizado, por ello su estructura coincide con los niveles de organización del Estado: nacional, regional y local (provincias y distritos). Los valores básicos que orientan el trabajo de los miembros de la MCLCP son: la dignidad humana, la justicia, la inclusión, el respeto de los derechos humanos, la no violencia, la democracia, la participación y la solidaridad.

Los objetivos de la MCLCP son: Concertar las políticas sociales en una perspectiva de desarrollo humano con enfoque de equidad y de género, lograr mayor eficiencia en la ejecución de los programas comprendidos en la lucha contra la pobreza, institucionalizar la participación de la ciudadanía en el diseño, toma de decisiones y fiscalización de la política social del Estado, lograr la transparencia e integridad en los programas de lucha contra la pobreza.

Si estamos convencidos que la concertación es un espacio y un instrumento fundamental para luchar contra la pobreza, no todos los actores consideran prioritario luchar contra la pobreza ni todos están de acuerdo en cómo hacerlo. Lo que tenemos que hacer entonces es lograr que se tome conciencia de las dimensiones que tiene el problema en nuestra localidad para así acordar lo que podemos hacer para superarlo (MCLCP, 2013:5)

En la Carta Social aprobada en el 2001 y en los sucesivos encuentros nacionales la Mesa de Concertación ha avanzado en algunos consensos sobre cómo enfocar la lucha contra la pobreza en nuestro país, los cuales están expresados en los cuatro lineamientos siguientes:

  • La necesidad de un abordaje integral que articule los objetivos económicos a los objetivos sociales.
  • La participación de la sociedad en la toma de decisiones del Estado en sus niveles nacional, regional y local
  • El acceso universal a servicios básicos de salud, educación de calidad y condiciones para un empleo digno.
  • La prioridad en la prevención para evitar la pérdida de capacidades humanas, en particular protegiendo del daño a la primera infancia y asegurando el mantenimiento de los activos comunales.

En el nivel local, podemos hacer énfasis en los buenos resultados que necesita la población, es decir que el Estado logre buenos resultados a partir de hacer que sus actividades y servicios mejoren la calidad de vida de la población. Para mejorar los servicios que prioritariamente necesita la población el Estado viene impulsando los programas presupuestales estratégicos desde el 2008, como parte de la reforma de la gestión pública.

5. UN EJEMPLO DE ARTICULACION: LA DESNUTRICION CRONICA INFANTIL Y ANEMIA

¿Qué es la desnutrición crónica y la anemia infantil?

La desnutrición crónica infantil y la anemia por deficiencia de hierro en las niñas y niños menores de 3 años, tienen consecuencias adversas en el desarrollo cognitivo, principalmente si se presenta en un periodo crítico como el crecimiento y diferenciación cerebral, cuyo pico máximo se observa en los niños menores de dos años, periodo en el que el daño puede ser irreversible, constituyéndose en los principales problemas de salud pública que afectan el desarrollo infantil temprano (MINSA, 2014)

¿Cuál es la base legal?

La Ley Orgánica de Gobiernos Regionales y sus modificatorias detallan las siguientes consideraciones: a) la planificación concertada, b) el presupuesto participativo y c) funciones y competencias en materia de salud, educación y nutrición.

Ley Orgánica de Municipalidades, establece las funciones y competencias de las municipalidades provinciales y distritales del país, con las siguientes consideraciones: a) planificación concertada, b) presupuesto participativo, c) funciones y competencias, d) servicios público locales y e) servicios sociales locales.

Ley 24059, publicada el 4 de enero de 1985 sobre la creación del programa de vaso de leche.

Ley 27660, publicada el 6 de febrero del 2002 que declara prioritario el Seguro Integral de Salud para las organizaciones de base y Wawa wasi.

DS 009-2006-SA publicado el 16 de junio del 2006 sobre el Reglamento de Alimentación Infantil

DS 003-2008-SA publicada el 25 de enero del 2008 sobre el listado priorizado de intervenciones sanitarias para la reducción de la desnutrición crónica

Resolución Ministerial 131-2012- MIDIS, publicada el 23 de julio del 2012, donde se aprobaron los lineamientos para la gestión articulada intersectorial e intergubernamental orientada a reducir crónica infantil, en el marco de las políticas de desarrollo e inclusión social

¿Cuál es el diagnóstico?

Los niños y niñas más afectados por la desnutrición son los que viven en las zonas rurales, por prácticas inadecuadas en el cuidado de la gestante (no asistencia a las atenciones prenatales, no tomar su suplemento de hierro, no consumir alimentos nutritivos), por prácticas en el cuidado de las niñas y niños (alimentación, higiene, suplementación, asistencia a los controles de crecimiento y desarrollo, recurrencia de enfermedades infecciosas). En el país cuatro de cada diez niños y niñas menores de tres años, tiene anemia, concentrándose principalmente en la zona rural donde seis de cada diez niños y niñas padecen esta enfermedad (MIDIS,2015).

La región Puno tiene un 74 por ciento de niños menores de 0 a 5 años con anemia y es una de las regiones del país con mayor porcentaje de anemia (DIRESA PUNO, 2014). Desde la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza de Puno, también considera que el tema de la desnutrición y la anemia tienen que ser asumidos por los gobiernos locales como una política de gestión. “En estos grandes cambios, como la descentralización, son los gobiernos locales los que deben impulsar el desarrollo, visto desde el punto de vista de la infraestructura, y también el desarrollo social, humano” (Inquilla, 2015) Carlos Eduardo Aramburú, antropólogo y catedrático de la Pontifica Universidad Católica del Perú, señaló que si bien existe una tendencia a la baja en los índices de desnutrición crónica infantil, lo que sigue preocupando son las grandes brechas que existen a nivel regional. Asimismo, resaltó la mínima reducción de los indicadores de desnutrición crónica, pese al crecimiento económico del Perú en el 2010, al respecto señala que: Si bien existe una responsabilidad del gobierno al ser este un problema multisectorial que involucra a varios ministerios, como Salud, Economía, Vivienda y Educación, existen también una serie de factores culturales, como la higiene dentro de la familia, que no son fáciles de solucionar y que impiden que se pueda lograr un mayor avance en este tema (Salcedo, 2014)

Del mismo modo, se necesita desarrollar las siguientes preguntas, para implementar acciones concretas en la desnutrición crónica infantil y la anemia

¿Cuál es el rol de las municipalidades provinciales y distritales para enfrentar la desnutrición crónica infantil y anemia?, ¿Qué programas del Estado se vienen implementando para enfrentar la desnutrición crónica infantil y la anemia?, ¿Con qué fuentes de financiamiento se puede contar?, ¿Qué herramientas podemos emplear? En esta última pregunta, podemos mencionar: Mapa de actores, el diagnostico local, el plan de trabajo, ejecución del plan de trabajo, y evaluación del plan de trabajo

A MANERA DE CONCLUSIONES

  1. Toda intervención se enmarca en la interrelación de diferentes factores que la constituyen y le dan identidad, estatus y dimensión; integra 3 conceptos y procesos fundamentales en Trabajo Social: conocimiento, acción, transformación. En la práctica profesional del Trabajo Social son tres las dimensiones que la conforman; en el saber, se encuentran los componentes teórico metodológicos, en el hacer se encuentran los componentes técnico-operativos y en el poder, se encuentran los componentes ético-políticos. La complejidad de las categorías expuestas impone a los profesionales del Trabajo Social una reflexión crítica de su acción en los contextos actuales, involucrando la identificación, el análisis, la comprensión y evaluación de las diversas situaciones que obstaculizan el desarrollo de los seres humanos.
  1. Nuestra profesión demanda el desarrollo de una intervención rigurosa en cuanto a un análisis reflexivo de la realidad, donde estén presentes el contexto, los sujetos, las intencionalidades, los objetos de intervención, la fundamentación (enfoques epistemológicos, sistemas teóricos, sistemas conceptuales, referentes metodológicos y sus implicaciones así como la perspectiva ética), la metodología y los métodos, a fin de contrarrestar la actual tendencia instrumentalista en nuestra formación e intervención.
  1. Reconocer que la situación de pobreza es una situación de restricción de la libertad que proviene de relaciones económicas, sociales, culturales y políticas injustas. Esta restricción de la libertad tiene diversas dimensiones básicas que tienen que ver con: constitución física y mental y formación básica de la persona; acceso a las opciones de consumo y desarrollo personal que se logra a través del ingreso y de los activos económicos personales y colectivos; libertad respecto de discriminaciones, de la inseguridad y de la injusticia; límites al acceso a la participación
  1. Los planes de desarrollo local, es el principal instrumento a tener en cuenta, para ir incorporando progresivamente el reconocimiento de la problemática social y su atención, de manera integrada al conjunto del desarrollo local. Se requiere contar con mejores diagnósticos de la problemática social local, la identificación de las poblaciones más vulnerables y sus necesidades prioritarias, incluyendo los temas de pobreza, exclusión y discriminación, que generalmente no aparecen como puntos de partida en los procesos de planificación local.
  1. La concertación es un proceso por el cual partes con diferentes intereses llegan a acuerdos sobre un determinado fin. Los acuerdos no se logran de la noche a la mañana, requieren de un proceso que va de la identificación del problema, a la discusión de las perspectivas y la toma de decisiones. La MCLCP es una instancia de carácter nacional y descentralizado, por ello su estructura coincide con los niveles de organización del Estado: nacional, regional y local (provincias y distritos). Los valores básicos que orientan el trabajo de los miembros de la MCLCP son: la dignidad humana, la justicia, la inclusión, el respeto de los derechos humanos, la no violencia, la democracia, la participación y la solidaridad.
  1. La articulación mirada desde los diferentes espacios es necesaria para enfrentar la pobreza, para lo cual se requiere tener claridad (teórica y metodológica) del problema, el nivel de gobierno local desde donde se realizará la intervención, la base legal relacionada con descentralización, gobiernos locales, los Programas Presupuestales Estratégicos (PPE), contar con un diagnóstico actualizado y pertinente al problema a enfrentar, así como precisar los roles y competencias de los diferentes actores, conocer los programas que desde el Estado se vienen implementado, revisar las fuentes de financiamiento, así como el avance en la ejecución presupuestal de los PPE a los que se puede acceder desde el portal del Ministerio de Economía y Finanzas.

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[1] Ponencia presentada en el VIII Congreso Nacional de Trabajo Social “Nuevos horizontes y nuevos modelos de intervención en las políticas públicas” del 28 al 30 de Octubre del 2015 realizado en la ciudad de Arequipa.

[2] Docente Asociada de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno, Ex Coordinadora de la MCLCP Puno Correo: maria_mzv@hotmail.com

[3] Estas definiciones fueron formuladas como parte de una jornada de trabajo de la Comisión Multisectorial para la Estrategia de Superación de la Pobreza, en setiembre del 2003.

[4] Artículo 43.- Estado democrático de derecho. Forma de Gobierno La República del Perú es democrática, social, independiente y soberana. El Estado es uno e indivisible. Su gobierno es unitario, representativo y descentralizado, y se organiza según el principio de la separación de poderes

[5] Ley Nº 27783

[6] LEY Nº 27972, Publicada el 27 de mayo del 2003

[7] Se recomienda el video “Análisis de la Ley Orgánica de Municipalidades”https://www.youtube.com/watch?v=Wh6J9S-GpQU

[8] Decreto de Urgencia N° 119-2009, la Ley N° 29812, Ley de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2012 y la Ley N° 30281, Ley de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal 2015.

MARÍA EMMA ZÚÑIGA VÁSQUEZ Docente Principal a tiempo completo en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno. Egresada de la Universidad Católica de Santa María de Arequipa, bachiller en Trabajo Social, Asistente Social, MSc en Didáctica de la Educación Superior, Doctora en Educación, con estudios culminados en la Maestría de Trabajo Social. Egresada del diplomado en Sexualidad, Derechos Humanos y Políticas en Educación y Salud de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Ha trabajado en el Poder Judicial, ha realizado consultorías con el Movimiento Manuela Ramos, Asociación Proyección, Ministerio de la Mujer, UNFPA, AECID, Care Perú y Proinversión. Docente de pregrado y posgrado, ha ejercido el cargo de Directora (e) de Bienestar Universitario de la UNA Puno por 4 años y desde el año 2020 es Directora de la Escuela Profesional de Trabajo Social y Presidenta del Comité de Calidad. En el año 2013 es reconocida con el Premio a la excelencia al docente universitario. El presente año 2021 ha sido invitada a ser parte de staff de docentes top de la Universidad Señor de Sipán.

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