Autor:
Irving Vázquez Cruz, licenciado y maestro en Trabajo Social (2014) de la Universidad Nacional Autónoma de México. Docente adscrito a la Coordinación de Investigación de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM. Responsable del Proyecto PAPIME denominados “Laboratorio Social de Estudio en Vivienda”. Conferencista nacional e internacional.
Correo: irving.vazquez@ents.unam.mx
Resumen
El libro Los escenarios de riesgo en el estudio social actual de la vivienda, es una compilación que reúne doce artículos organizados en cuatro ejes temáticos: Acceso y derecho a la vivienda, Nuevos indicadores en el análisis socioeconómico en la vivienda, Intervención Social en la vivienda y Cartografía social. La intención del contenido del libro es que el lector tenga un panorama alternativo de estudio de la vivienda, que no se limita a enfoques positivistas o elitistas, mismos que en la historia de las ciudades, han contribuido a la desigualdad social urbana. En una obra colectiva que representa un primer acercamiento desde el trabajo social, que expone los retos y desafíos en escenarios de riesgo en el estudio e intervención en la habitabilidad, contextos que requieren una atención interdisciplinaria e intersectorial.
Palabras claves
Escenarios, riesgo, vivienda, intervención social, habitabilidad.
1. Contenido
Las y los autores participantes del libro, sitúan el contenido del texto como el cúmulo de productos disciplinares y profesionales que posicionaron a la vivienda como el principal escenario para poder acceder a derechos sociales y humanos, en el que a partir del confinamiento por COVID-19 expuso las brechas de desigualdad social en la habitabilidad, en el que se pueden encontrar diferentes insumos que a futuro puedan proyectarse para la formulación de iniciativas de políticas públicas.
Es de interés que las y los autores proponen tomar a la vivienda como objeto de estudio, este lo proponen encada apartado con un abordaje multidisciplinar y quienes aportan en sus estudios e investigaciones las posibilidades de transformación de los entornos y prácticas sociales que permitan ir recuperando espacios y condiciones para una vivienda digna y en apego a un derecho social, en donde el elemento relevante del cambio a la transformación se centra en la participación que en su cotidianidad viven las brechas de desigualdad social urbana en el contexto mexicano y latinoamericano, por la carencia de acceso a la vivienda adecuada que contribuya su desarrollo humano y bienestar social, cuyas narrativas no han trascendido en la agenda pública, ante una necesidad en la que el Estado, como responsable de brindar este derecho, se encuentra totalmente rebasado ante la satisfacción de un bien patrimonial.
En tiempos en los que la complejidad crítica social evidencia las acciones disciplinarias y profesionales, el trabajo social traza senderos de acción que requieren fundamentos teórico-metodológicos para intervenir en contextos de desigualdad, emergencia comunitaria y social, para así contribuir a la formación de futuros profesionales para enfrentar los desafíos actuales en el ámbito habitacional.
La obra en su estructura plantea desafíos para los profesionales comprometidos con la justicia social y el acceso al derecho a una vivienda digna, la principal premisa es considerar la vivienda como un medio para acceder a otros derechos sociales y humanos, así lo desarrollan en los cuatro ejes temáticos, que se sintetizan a continuación.
En el primer eje Derecho y acceso a la vivienda, incluye tres capítulos que establece que el poseer una vivienda es una garantía social en la que familias y grupos sociales marginados han sido obstaculizados para poder acceder plenamente al derecho a la vivienda.
En el primer capítulo “Derecho y acceso a la vivienda”, Francisco Espinosa fundamenta la importancia de la vivienda como un derecho fundamental, resaltando que no se cumple el acceso a una vivienda digna y decorosa para todos los ciudadanos, describe como las limitaciones de la producción formal de vivienda, impulsada por el Estado y las empresas inmobiliarias, ha demostrado ser insuficiente, excluyente y de baja calidad, este sentido crítico expone el sentido del texto del libro, que cuestiona la arquitectura de élite, en el que la lógica hegemónica mercantiliza la vivienda, la convierte en un objeto de lujo y excluye a amplios sectores de la población. Propone el autor ante estos panoramas, la autoproducción social de vivienda no especulativa, basada en la participación social y la ayuda mutua, que permita a las personas construir sus propias viviendas de manera más eficiente y adaptable a sus necesidades. Así como expone el papel fundamental de las organizaciones sociales en la lucha por el derecho a la vivienda, que promueven la participación social, la construcción de comunidad y la generación de procesos de producción de vivienda más justos y sostenibles, mediante el hábitat popular.
El segundo capítulo “Acceso y derecho a la vivienda”, de la autora Esther Maya analiza las dos aristas de la problemática habitacional en México: la segregación espacial y el abandono de vivienda que, continuando con una línea contra narrativa, afirma que la política de vivienda del Estado mexicano ha contribuido a la segregación espacial. Se han construido grandes conjuntos habitacionales en las periferias de las ciudades, con viviendas de reducidas dimensiones y tipología homogénea. Que gracias su trabajo de campo evidencia al lector que estos conjuntos habitacionales carecen de servicios urbanos y equipamientos, y se encuentran alejados de los centros de trabajo y consumo, generando mayor desigualdad social y limita las posibilidades de desarrollo de las personas, hechos que llevan al abandono de la vivienda el cual considera la autora, es un problema clave de la vivienda en México, ya que tiene un impacto en la inseguridad, insalubridad y deterioro urbano.
En el tercer capítulo “Acceder a una vivienda propia, deseo generacional” del primer eje, Irving Vázquez propone analizar el deseo de las juventudes de acceder a una vivienda propia en México, como un escenario de riesgo en el que las y los jóvenes en su vida adulta, presentarán mayores obstáculos que generaciones predecesoras, mediante un estudio exploratorio, con jóvenes participantes una de la Zona Metropolitana del Valle de México, evidencia las condiciones socioeconómicas de los participantes, el impacto perceptual de las políticas hipotecarias y su deseo de obtener una vivienda propia, en el que se demuestra que el grupo poblacional de jóvenes es conocedor que las viviendas ofertadas por los grupos inmobiliarios no cumplen con las condiciones de habitabilidad digna, sin embargo aún obtener una vivienda es parte de las metas de su trayectoria de vida, ya que creen que tener una vivienda propia facilita el acceso a derechos sociales como la educación, la salud y la seguridad social.
El Eje II Nuevos indicadores en el análisis socioeconómico en la vivienda, a partir de presentar dos casos de investigación social; familias indígenas y mujeres, se recuperan elementos para la medición y categorización del hábitat y los procesos de exclusión, desigualdad social y de género que implica poder acceder una vivienda adecuada.
En el primer capítulo “El habitus como elemento teórico para comprender el habitar de las familias indígenas purépechas en el municipio de Chimalhuacán” del eje dos, Abraham Hernández describe las condiciones de habitabilidad en el la mayoría de los lugares donde se establecen las familias purépechas no son espacios regulares, son terrenos baldíos, camellones y en el mejor de los casos, rentan alguna accesoria o local. El autor a través de traer la narrativa de los sujetos de estudio, evidencia que no cuenta con un hábitat adecuado, toda vez que carecen de tenencia de propiedad, los materiales de construcción de su vivienda no los protegen de fenómenos naturales, el acceso a los servicios públicos básicos son irregulares, la vivienda que habitan es el mismo donde trabajan, además fundamenta que viven en condiciones de hacinamiento, aspectos que recalca el autor es necesario generar estrategias de atención desde el trabajo social, en lo grupal y comunitario.
El capítulo de la autora Ma. Teresa Ayala “Vivienda, mujer y microcrédito”, hace una descripción de los elementos que presentan los asentamientos populares y a través del análisis de la organización que tienen las mujeres para poder obtener un crédito que les permita poder desarrollar micro negocios dentro de su vivienda. Demuestra la autora que las viviendas populares se localizan en la periferia de la ciudad, en terrenos alejados de la urbanización, son territorios en donde no se ha intervenido humanamente y, por lo tanto, son difíciles de habitar debido a las inclemencias del clima y a la geografía del lugar. Estas colonias surgen de la informalidad, no existe una regulación jurídica. Por su ubicación, es complicado y largo el trayecto para llegar a los empleos, ya que hay poca infraestructura de movilidad, estos se rescatan en la consulta de este texto como indicadores claves en la habitabilidad suburbana. Se concluye que la mujer, al contar con una actividad productiva, adquiere oportunidades de desarrollo personal que inciden en el fortalecimiento familiar y en su entorno. La incorporación de la mujer en las actividades cotidianas, en la actualidad, es mucho mayor que la de los hombres, al realizar actividades económicas productivas de provisión, además del cuidado y mantenimiento de la vivienda.
El Eje III Intervención social en la vivienda, es el eje transversal del libro ya que se propone el desarrollo profesional desde lo multidimensional, inter y transdiciplinario, que a partir de explorar teóricas que resultan útiles para construir marcos conceptuales y marcos de actuación metodológica en el que el trabajo social concede elementos técnico instrumentales en el estudio e intervención en la vivienda en tres capítulos que la y el leyente podrá encontrar especificidad disciplinar.
Imelda Manzo con su capítulo “Habitabilidad, prácticas sociales y construcción de vulnerabilidad en la vivienda”, analiza la evolución de la urbanización en México y cómo ha contribuido a la construcción de la vulnerabilidad social y ambiental, que a partir de una mirada innovadora en donde conjuga referentes del Urbanismo con el trabajo social, describe como la construcción histórica de la ciudades prehispánicas se caracterizaban por una organización social y espacial basada en la agricultura y el respeto a la naturaleza. La conquista española impuso una nueva forma de urbanización basada en la explotación de recursos y la segregación espacial, de ahí ha contribuido a la vulnerabilidad urbana. Sin embargo, la participación social es fundamental en la gestión del riesgo de desastres y propone que el trabajo social tiene funciones en las diferentes etapas del desastre (prevención, atención y recuperación).
El capítulo “De la utopía al ideario de la planeación urbana participativa”, Sharon Castillo demuestra como el trabajo social interviene en lo urbano, a partir de analizar la evolución de la planeación urbana en México, desde un proceso vertical hacia uno que busca la participación ciudadana, se describen los diferentes actores que participan en la planeación urbana: gobierno, sociedad civil y sector privado. Además, menciona que la participación ciudadana en México es deficiente, pero es el trabajo social el que posee los mecanismos para potencializar la organización social.
En el último capítulo del eje tres, Aida Valero con el título “De la construcción de la vivienda popular a la intervención del trabajo social”, hace una recuperación histórica que tiene el trabajo social en la vivienda, para que, a partir de este armado contextual, fundamenta la conceptualización de tres elementos claves en la intervención social; la participación ciudadana, los actores de la planeación urbana y el reto de la participación ciudadana. Se rescata que la autora propone una definición que establece niveles de participación, que van desde la consulta hasta la toma de decisiones, lo cual aumenta la cohesión social y fortalece la democracia, que propone la multiescalaridad de participación con actores, pero que esta actuación en México es un reto, ya que para eficientizar la intervención social se requiere un acompañamiento y respaldo del Estado.
El Eje IV Cartografía social, presenta dos capítulos que en su conjunto evidencian la relevancia de proponer ejercicios participativos que generen contra narrativas del mapeo tradicional, que, a través de la recuperación de experiencias, se enfatice en la importancia de la representación simbólica del ejercicio comunitario, urbano y multifactorial. Además, se argumenta que la cartografía social aborda lo complejo y transdisciplinario, elementos esenciales en la formación de los estudiantes en contextos actuales y en la práctica profesional del trabajo social Francisco Calzada e Irving Vázquez con el capítulo “Panorama cartográfico de riesgo de las viviendas de los estudiantes de la escuela nacional de Trabajo Social”, profundizan dimensiones como rezago habitacional, educación a distancia y confinamiento, paro estudiantil, rezago educativo, brecha urbana, brecha digital, actividades de gestión institucional, derechos sociales en la vivienda y educación híbrida. En el que se muestra en un ejercicio innovador como la población estudiantil pertenece a una condición socio-económica, cultural e histórica de búsqueda de la garantía de sus derechos sociales y humanos dentro de la urbe citadina, construyendo hábitats con recursos que responden a los niveles socioeconómicos de los territorios donde se ubican las viviendas familiares, con servicios públicos que no satisfacen con los mismos índices de calidad que las viviendas ubicadas en el centro de la ciudad. Las viviendas con producción social de autoconstrucción, producción mobiliaria y en algunos casos, de producción por diseño profesional, carecen de ventilación e iluminación adecuada. Además, el diseño de espacios no prevé recomposiciones en la estructura familiar, cambios en las etapas de edad y en visualizar a la vivienda como un espacio de resguardo en el que se puede llevar la vida cotidiana y con ello, la educación y el empleo.
En el último capítulo “Alternativas para la cartografía social y la intervención en vivienda, una mirada desde la complejidad y la transdisciplina”, Manuel Velasco resalta la importancia del trabajo colectivo, horizontal y participativo, como propuesta de la apertura de las ciencias sociales que desde el Trabajo Social y con estrategias de la cartografía social, favorezca el diálogo, como un trabajo comunitario donde se dé el intercambio de ideas y se debatan acciones, objetos y conflictos para llegar a una puesta en común, y que la transdisciplina se pueda describir como una forma de evolución de las disciplinas, pero no como una repetición sumaria de las mismas, esto demostrándolo con la caracterización de su propuesta Meta-modelo ECO5, bajo una perspectiva compleja donde se reconozca la vinculación a otros problemas sociales, mismas que tienen que ser cartografiadas en la desigualdad social urbana.
Cuadro 1: Resumen de la reseña
Libro | “Los escenarios de riesgo en el estudio actual de la vivienda”. Integrado por 10 artículos |
Coordinador: | Irving Vázquez Cruz |
Cuestión Social que aborda | Habitabilidad. Derecho social a la vivienda |
Implicancia para el Trabajo Social | Acercamiento desde el Trabajo Social, que expone los retos y desafíos en escenarios de riesgo en el estudio e intervención en la habitabilidad, contextos que requieren una atención interdisciplinaria e intersectorial. |
2. Conclusión
El Libro Los escenarios de riesgo en el estudio social actual de la vivienda, es una contribución colectiva que traza senderos de acción que, a partir de enfoques críticos, resaltan las desigualdades sociales urbanas que se viven en el contexto mexicano pero además, pueden ser también escenificadas en Latinoamérica. La serie de textos proponen que la vivienda sea reconocida como un derecho, está debe proveer más de cuatro paredes y un techo, debe garantizar el acceso a otros derechos sociales, en el que se mitiguen riesgos sanitarios, económicos, culturales y sociales. Las familias han sido objeto de estudio e intervención en la disciplina de Trabajo Social, pero pocas son las obras que se han dedicado a proponer a la vivienda no como un contexto dado, sino como el escenario donde las necesidades pueden o no satisfacerse. Este escrito muestra diversos enfoques desde Trabajo Social en diferentes escenarios, haciendo una invitación a las y los lectores a la reflexión de la necesidad de enfocar atención especializada en lo disciplinar y profesional en la atención a la vivienda.
3. Referencia:
Vázquez, I. (Coord) (2023), Los escenarios de riesgo en el estudio social actual de la vivienda. Escuela Nacional de Trabajo Social. Universidad Nacional Autónoma de México. https://librosoa.unam.mx/handle/123456789/3689